Récord de solidaridad contra el cáncer de mama
La Women Race vuelve a celebrarse dos años después. Participaron 2.176 personas
Después de dos años por culpa de la pandemia, la Women Race volvía a teñir de rosa las calles de Tarragona y lo hacía con récord de participantes, demostrando un año más el apego de la sociedad tarraconense con esta prueba y la solidaridad en la lucha contra el cáncer de mama.
«Es una carrera que me gusta mucho y que nos moviliza a correr a favor de una causa que nos afecta a todos. Todos tenemos a familiares o amigos que se han marchado», decía Stella Beazzutti, después de recorrer los cinco kilómetros por las principales calles de la ciudad. Con un tiempo de 20 minutos y 26 segundos, Beazzutti cruzó por segunda vez en primera posición la línea de la meta. Sin embargo, en esta ocasión no importaban ni el cronómetro ni el nivel físico, sino la voluntad de dar visibilidad a una enfermedad que tan solo durante el año pasado registró 4.960 nuevos casos diagnosticados en Catalunya.
Y la ciudad de Tarragona volvió a demostrar que quiere ganar esta partida. Un total de 2.176 personas participaron en esta séptima edición de la Women Race El Corte Inglés, una prueba que consolidada que arrancó a las 9.30 horas de la mañana en la Rambla Lluís Companys con récord de inscritos y un gran ambiente en la calle. «Después de la pandemia las carreras populares tienen problemas de participación. En cambio, se ha demostrado que es un acto muy arraigado y que la ciudad está muy implicada», decía Eva Franquès, del departamento de Comunicació de la firma comercial.
Madres, niñas, adolescentes. Todas ellas fueron las protagonistas. Sin embargo, aunque el cáncer de mama afecta principalmente a las mujeres también hay algunos casos en hombres y estos también sufren las consecuencias de la enfermedad que les toca de cerca cuando tienen un caso próximo. Por este motivo, la Women Race también la corrieron 313 hombres, que también mostraron su solidaridad, desde un segundo plano.
Carolina y Ainoa sumaban este año su tercera Women Race. Madre e hija afirmaron que todos los años tienen una cita con esta jornada. «Antes era yo la que tenía que tirar, pero este año ha sido ella y valoro muchísimo el esfuerzo que ha hecho porque yo no podía», decía la madre visiblemente emocionada tras recorrer los cinco kilómetros. A Carolina le costaba contener las lágrimas pensando en las que «están sufriendo mucho» y las que «se han quedado por el camino». Jornadas como esta deben servir para que cada vez más estas últimas sean menos y que pueda seguirse avanzando en la diagnosis y la investigación contra una enfermedad que no discrimina y que debe seguir visibilizándose para que todas aquellas que la sufren se sientan acompañadas en una lucha que es la de todas.