PSC y Junts ultiman un pacto para que el juntaire Quim Calatayud presida la Diputació de Tarragona
El acuerdo territorial para que el alcalde de Les Borges del Camp lidere el ente provincial está pendiente del aval de la dirección nacional de JxCAT, que las Generales del 23-J ha enfriado
Posible cambio de rumbo en el gobierno y la presidencia de la Diputació de Tarragona. Tras cuatro años de gobierno independentista entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya (principalmente, con diputados del PDeCAT), a partir de este próximo mes de julio podría darse un severo volantazo y volver a la sociovergencia que ya lideró la institución provincial hasta 2019, con Josep Poblet (CiU) y Josep Fèlix Ballesteros (PSC) a la cabeza.
Los resultados de las elecciones municipales del pasado domingo, 28 de mayo, han dejado un pleno provincial con un casi triple empate que abre la puerta a cualquier tipo de acuerdo. Así, Esquerra Republicana es el principal partido, con 9 escaños, seguido del PSC y Junts, con 8 cada uno. El pleno lo completarán el PP y Vox, con un diputado.
Según ha podido confirmar el Diari, las estructuras territoriales de las direcciones socialistas y juntaires llegaron esta pasada semana a un preacuerdo que, para firmarse, solo falta contar con el OK definitivo de la dirección nacional de Junts, una vez que el PSC da pleno poder a sus federaciones territoriales. El aval de los negociadores tarraconenses contempla que el PSC ceda a Junts la presidencia del entre supracomarcal durante los cuatro próximos años y, de hecho, ya hay un nombre de consenso para relevar a Noemí Llauradó (ERC): Joaquim Calatayud (Junts).
El diputado en el Parlament de Catalunya y alcalde de Les Borges del Camp desde 2007 es el presidente de Vegueria del Camp de Tarragona de Junts desde este año. El pasado 28 de mayo revalidó la mayoría absoluta en su municipio, llegando hasta casi el 48% de los votos, lo que le valió para sumar seis de los once concejales del pleno municipal, por los tres de ERC, el de la CUP y el del PSC. Calatayud ha presidido también el Consell Comarcal del Baix Camp, que es uno de los que más presupuesto tienen por el hecho de contar con Serveis Comarcals Mediambientals, SA (Secomsa), lo que dispara el presupuesto hasta los 60 millones de euros para llevar a cabo tareas de tratamiento y reciclaje de residuos, la recogida selectiva y las campañas de concienciación a la ciudadanía del Baix Camp.
Asimismo, el alcalde de Les Borges del Camp ocupa un escaño en el Parlament desde junio de 2021, tras ser el número ‘5’ de la lista de Junts per Catalunya en las últimas autonómicas. Calatayud entró en la cámara legislativa tras el nombramiento de Eusebi Campdepadrós como alto cargo del Departament de Justícia. Posteriormente, el ahora aspirante a presidir la Diputació también sustituyó a Campdepadrós como presidente de la Vegueria del Camp de Tarragona de la formación soberanista.
¿Igual que en 2019?
El principio de acuerdo territorial para tejer una alianza entre PSC y Junts en la Diputació también se dio en 2019, si bien fue frenado por la cúpula del partido de Carles Puigdemont, que pactó con Esquerra. Hace cuatro años, a cambio de acordar la presidencia de la Diputació a favor de Noemí Llauradó (ERC), el pacto independentista también contemplaba que Junts se quedara con la alcaldía de Carles Pellicer en Reus, mientras que Esquerra sumaba la de Tarragona con Pau Ricomà. Además, en ese momento ERC también contaba con la de Cambrils, vía Camí Mendoza. David Bonvehí y Ferran Bel fueron los encargados de venir a Tarragona el día antes de la constitución del pleno provincial para romper el acuerdo con el PSC y sellar el defintivo con ERC.
Ahora, en cambio, el escenario ha cambiado por completo. ERC ha perdido la alcaldía de Tarragona y Junts la de Reus, en ambos casos en favor del PSC, con Rubén Viñuales y Sandra Guaita al frente, que en sus respectivos municipios no necesitarán ni a Esquerra ni Junts para gobernar. Además, los socialistas también liderarán hasta 2026 el consistorio de Cambrils, con Alfredo Clúa.
«El pacto es bueno, ya que el PSC tiene los principales ayuntamientos», afirman las fuentes consultadas de Junts per Catalunya, que revelan que el pacto «ya habría sido firmado si no hubiera elecciones el próximo 23 de julio». De hecho, los barones territoriales de Junts prevén «apretar» este lunes a la dirección nacional durante la reunión del Consell de Vegueria que está convocado para las ocho de la tarde. En ella, está previsto que se intente desbloquear la firma de un acuerdo que este pasado viernes parecía cerrado, pero que el viaje del secretario general, Jordi Turull, a Ginebra para intentar acercar posturas con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, de cara a las elecciones Generales del próximo 23 de julio parece haber enfriado.
«El territorio lo tiene claro, el objetivo es hacer gobierno con el PSC para ir recuperando el poder perdido, y con ERC la presidencia sería para ellos», indican las fuentes consultadas. A nadie escapa que la salida del Govern de la Generalitat del pasado mes de octubre también puede tener un papel determinante, así como el posicionamiento en temas territoriales como el Hard Rock, el impulso administrativo del Àrea Metropolitana de Tarragona o la política energética, de la que consideran que «ERC cupea». «Estamos más cerca del PSC en temas estratégicos y, además, en los municipios el rival es Esquerra, no los socialistas», añaden desde Junts.
Según el preacuerdo alcanzado con el PSC, se prevé que la vicepresidencia del ente provincial sea para el alcalde de Vila-seca, Pere Segura, quien en abril decidió concurrir con Junts en detrimento del PDeCAT, sacando, además, mayoría absoluta en la localidad del Tarragonès. Él será el diputado del partido judicial de Tarragona, en detrimento de un Jordi Sendra que apunta al Consell Comarcal del Tarragonès. También podría tener un papel importante en el futuro organigrama la alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, mientras que la reusense Teresa Pallarès estaría ya descartada para la presidencia.
El PSC esperará poco
Fuentes negociadoras del PSC confirman el «preacuerdo» territorial y avalan la opción de Calatayud, pero alertan a Junts de que «hasta que no se firme el acuerdo todas las opciones están abiertas». Esta posibilidad pasaría por un acuerdo con Esquerra para que Noemí Llauradó repitiera como presidenta provincial a cambio de apoyar el ejecutivo reusense, formado por PSC y Ara Reus. Fuentes de ERC, de hecho, aún no dan por perdido un posible acuerdo en la Diputació «que hace pocos días parecía cerrado entre Junts y el PSC» y que ahora se mantiene en stand by.
En las filas socialistas aún está muy presente el no acuerdo de hace cuatro años, y avisan tener «un calendario mental» para cerrar el acuerdo definitivo. «No nos volverá a pasar como 2019», avisan a Junts. Los próximos días, pues, serán intensos para definir el futuro ejecutivo provincial. Todas las vías están abiertas.