Preocupación en Tarragona por el estado de la fachada de Ca l’Ardiaca
El agujero que se ha generado en el tejado ha afectado un techo artesonado de yeso del siglo XVI, que ahora intentará recuperarse para una futura restauración
Una valla metálica protege el andamio de la fachada de Ca l’Ardiaca, después que en las últimas semanas se ha constatado la existencia de grietas, que podrían comprometer la estructura del inmueble. La medida se ha tomado, de forma preventiva, a raíz de la intervención de emergencia que se puso en marcha a mediados del pasado mes de febrero, cuando se detectó que había cedido una parte del tejado, generando un agujero.
Las alarmas se activaron el día 6 de febrero, cuando el Ayuntamiento de Tarragona informó al Departament de Cultura de la Generalitat que se había registrado este incidente en un inmueble que está en trámite de ser declarado Bé Cultural d’Interès Nacional (BCIN). Un día más tarde se hacía la primera inspección en el interior del inmueble, en la que además de los técnicos municipales y del Departament de Cultura, también participó personal del Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya.
En esta primera valoración se corroboró que el tejado hacía cedido en una de las estancias de la planta superior, donde se detectó una acumulación de escombros. La parte que había caído corresponde al techo de una habitación con un techo artesonado de yeso del siglo XVI, con un importante valor histórico y patrimonial. Asimismo, pudo empezar a hacerse una valoración global del inmueble en la que se constató que había vigas en mal estado y algunos puntales deficientes. Los técnicos también observaron que la escalera está en mal estado y, por tanto, tiene que reforzarse.
A partir de ahí, desde el Ayuntamiento de Tarragona se firmó un decreto de alcaldía para ejecutar con carácter de urgencia una intervención subsidiaria, por tal de garantizar la estabilidad del edificio, así como la preservación de los restos.
«La empresa tiene que actuar, teniendo en cuenta la seguridad de los trabajadores y, por tanto, están asegurando el inmueble, apuntalando algunas zonas del edificio», explica la directora de los Serveis Territorials de Cultura, Lurdes Malgrat. Esto hace que, por el momento, todavía no se hayan podido retirar los restos del artesonado que «tienen el máximo valor y la máxima protección». Una parte de estos materiales «se ha perdido». No obstante, se conservan fotografías antiguas sobre cómo era y ahora mismo el objetivo es que cuando puedan recuperarse se depositen en el almacén que el Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya tiene en Cervera. «Los mantendremos de forma preservada y protegida, con la idea que en el momento en el que se restaure el edificio puedan volver a su sitio», indica la representante del Departament de Cultura en el territorio.
Estabilizar y preservar
Por el momento se desconoce el valor económico de la actuación que se está ejecutando y también se desconoce hasta cuando se prolongarán los trabajos. «En estos momentos, delante de la situación de urgencia que estamos, lo primero es estabilizar, conservar y preservar, y después veremos qué pasa aquí», indica.
Malgrat afirma que la situación del edificio es «preocupante». No obstante, defiende que «la suerte es haberlo incoado como Bé Cultural d’Interès Nacional, lo que le otorga la máxima protección, por lo que si hay cualquier cosa que no vaya bien podremos actuar nosotros».
El expediente, que afecta al conjunto del inmueble, se puso en marcha el 3 de octubre de 2023, con el objetivo de preservar los valores patrimoniales del edificio. Recordemos que este contiene elementos de la época romana, ya que el inmueble se encuentra en uno de los puntos de unión entre el Recinte de Culte y la Plaça de Representació del Fòrum Romà. Este legad romano es visible en el interior del inmueble, con un tramo de muro de sillares.
La primera casa de la Ardiaca podría datar del siglo XII, sobre la cual se construyó un palacio gótico ya en el siglo XV. De este periodo datan las importantes pinturas que se conservan en el interior del edificio, que se conservan a pesar del pésimo estado de mantenimiento del edificio.
Máxima protección
«Ca l’Ardiaca es un monumento de la ciudad con valores arquitectónicos, arqueológicos y artísticos», pone en valor Lurdes Malgrat. Esto es lo que hizo que desde la administración catalana, en colaboración con el anterior gobierno, se iniciara el expediente para su declaración como Bé Cultural d’Interès Nacional. «Lo más importante es que no puede destruirse y que la Generalitat puede requerir a la propiedad que actúe para su conservación», indica. Este paso ya se ha dado, así como se han establecido los primeros contactos con la propiedad, en los que también participa el Ayuntamiento, para encontrar una solución definitiva.
El trámite para la declaración es de 18 meses desde el inicio. Ahora se están redactando los informes del Consell Assessor de Patrimoni Cultural y del Institut d’Estudis Catalans. A partir de ahí, se hará la información pública y cuando expire este periodo, tras una audiencia con los interesados, deberá haber un acuerdo de Govern. «La idea es ir más rápido», concluye Lurdes Malgrat.