Palmas, procesión de la borriquita y via crucis: Domingo de Resurreción

Novedad en el via crucis: una mujer, Maria Grau, lleva por primera vez el Crist de la Sang, de más de 80 kilos de peso

Maria Grau, subprefecta de La Sang, ha sido la primera mujer en llevar el Sant Crist de la congregación en 475 años de historia. La efeméride tuvo lugar ayer, en el viacrucis que se celebra cada Domingo de Ramos por el recinto amurallado de la ciudad. Lo organiza La Sang y es de las únicas procesiones que también son viacrucis.

Grau estaba nerviosa poco antes de empezar el recorrido. Y no era para menos. Lo de ayer era un hecho insólito: una mujer llevando a peso un Sant Crist de más de 80 kilos.

Nos remontamos a hace tres o cuatro años, cuando un miembro de la junta de La Sang le propuso a Grau probar de llevar el Sant Crist. “La primera vez que me lo puse encima, sentí miedo y responsabilidad”, dice Grau, quien añade que “todo empezó como una broma, pero ha acabado siendo un sueño hecho realidad”.

Como es tradición, cada Domingo de Ramos lleva la imagen una sección distinta de la congregación. Este año, y teniendo en cuenta que la junta era nueva, se decidió que fuera la cúpula quien tuviera el privilegio de llevarlo.

Grau ensayó solo quince días antes del viacrucis y tuvieron que hacer más agujeros a la correa. Nunca una mujer y de su estatura lo habían probado. “Cuando lo llevas puesto y empiezas a andar, el mundo se va y solo estás tú con el Cristo”, decía ayer Grau, quien añadía que “no hay palabras para expresar lo que se siente”.

Acompañando a la protagonista, había muchos hombres que ya habían llevado el Sant Crist en alguna otra ocasión. Le aconsejaban no tener miedo y tener confianza. La receta perfecta para hacer el recorrido por el Passeig Arqueològic y cantar todas las estaciones de la vida de Jesús

Maria Grau, subprefecta de La Sang, es la primera mujer en llevar el Sant Crist de la congregación en 475 años de historia. Fue ayer, en el viacrucis que se celebra cada Domingo de Ramos por el recinto amurallado de la ciudad. Lo organiza La Sang y es de las únicas procesiones que también son viacrucis.

Grau estaba nerviosa poco antes de empezar el recorrido. Y no era para menos. Lo de ayer era un hecho insólito: una mujer llevando a peso un Sant Crist de más de 80 kilos.

Nos remontamos a hace tres o cuatro años, cuando un miembro de la junta de La Sang le propuso a Grau probar de llevar el Sant Crist: «La primera vez que me lo puse encima, sentí miedo y responsabilidad. Todo empezó como una broma, pero ha acabado siendo un sueño hecho realidad».

Cada Domingo de Ramos lleva la imagen una sección distinta de la congregación. Este año, y teniendo en cuenta que la junta era nueva, se decidió que fuera la cúpula quien tuviera el privilegio de llevarlo.

Grau ensayó solo quince días antes del viacrucis y tuvieron que hacer más agujeros a la correa. Nunca una mujer y de su estatura lo habían probado: «Cuando lo llevas y empiezas a andar, el mundo se va y solo estás tú con el Cristo. No hay palabras para expresar lo que se siente».

Acompañando a la protagonista, había muchos hombres que ya habían llevado el Sant Crist. Le aconsejaban no tener miedo y tener confianza. La receta perfecta para hacer el recorrido por el Passeig Arqueològic y cantar todas las estaciones de la vida de Jesús.