Pajes, cartas, caramelos y muchas sonrisas en Tarragona
Ilusión. Los emisarios reales han escuchado atentamente las peticiones de los niños y niñas tarraconenses
Ya queda poco. Esta misma tarde llegan Sus Majestades, los Reyes Magos, a las costas de Tarragona. Harán un trayecto muy largo. Esta misma noche tendrán que visitar las casas de casi 8.000 millones de personas. Son magos, sí, pero necesitan la ayuda de sus pajes para que el deseo de todos los niños y niñas se convierta en realidad. Es por ello que en los últimos tres días, el patio de Jaume I, en el ayuntamiento, se ha transformado en la oficina de correos real.
Centenares de niños, junto a sus padres, madres y abuelos, han hecho cola para poder hablar con los pajes reales y entregar las cartas en las que hay escritos, no solo los regalos que quieren, sino también sus mejores deseos para 2023.
Han sido tres jornadas de ajetreo, en la que los emisarios de Melchor, Gaspar y Baltasar han escuchado muy atentamente los deseos de los jóvenes. En la cola, algunos hacían sus primeros comentarios. «Yo le voy a pedir un muñeco vestido del Barça», comentaba uno de los niños. Su compañero le respondía «pues yo del Nàstic». Sus padres contemplaban la escena pacientes, porque en los primeros instantes tras la apertura, la cola para hablar con los pajes llegaba casi hasta la Plaça de la Font. Había mucha expectación.
Dídac Martí, uno de los miembros de la organización del acto, asegura que «es el primer día que hay tanto movimiento». Al fin y al cabo, era la última oportunidad para enviar las cartas a los Reyes Magos.
Cartas de todo tipo. Algunas perfectamente preparadas, en un sobre, con remitente y sello. Para muchos, uno de los primeros contactos con el mundo postal. Otras ‘cartas’ eran papeles con más ilusión que forma. Da igual. Todas van a llegar a destino y van a ser leídas.
Los pajes tenían una jornada bastante exigente por delante. Para sorpresa de pocos, el emisario más solicitado fue el del rey Baltasar. La cola para hablar con él era la más larga. Aunque no se escuchaba la conversación con algunos niños, la cara del paje decía muchas cosas. Andrés, uno de los niños que dio su carta al emisario de Baltasar, cuenta que ha pedido «una Playstation 5 con el Fifa 23». Su madre, Carme, apunta con una leve sonrisa que «los Reyes son magos, pero no necesariamente ricos». Aunque la esperanza y la ilusión es lo último que se pierde.
Son días en que los protagonistas son los más pequeños. Por lo tanto, esta visita a los pajes reales no puede ser menos.
Josep María Martí, otro de los organizadores del evento, explica que dejan que los más pequeños «estén el máximo tiempo posible con los pajes, ya que son su cinco minutos de gloria».
La ilusión entre los niños y niñas era más que visible. También en las caras de sus padres, pero sobre todo los abuelos. Es el caso de Mercedes, quien acompañaba a su nieta, Lluna. La pequeña ha pedido juguetes varios, desde una pelota de baloncesto hasta un peluche gigante. La abuela confiesa que ella también pidió algo el año pasado. «Hice la carta a los Reyes, pidiendo que por fin tuviéramos unas fiestas en normalidad», explica. Parece ser que Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron caso a Mercedes. Este jueves, a las 19 h, dará inicio una cabalgata como las de toda la vida, sin restricciones, con muchos caramelos y, sobre todo, llena de magia e ilusión. En los últimos dos años, la palabra «restricción» imperó en las celebraciones. Este 2023, se cambia por «ilusión».