Otro verano duro en las urgencias del Hospital Joan XXIII
Enfermeras detallan cómo el envejecimiento de la población y el aumento de turistas en verano saturan sus turnos de trabajo, una situación que no ha mejorado desde la pandemia
Cuando llega el verano, la población de toda la provincia de Tarragona se ve incrementada, una situación que conocen desde las urgencias del Hospital Joan XXIII, que absorbe la mayoría de los casos en el territorio. Nuria Llamola, vicepresidenta del Col·legi Oficial d’Infermeria de Tarragona, explica que «las enfermeras enfrentan esta situación con un déficit cultural que viene de largo»·, a lo que se debería sumar los descansos vacacionales de las plantillas. La vicepresidenta estima que «durante este periodo se puede llegar a multiplicar por dos la población».
La mayoría de las urgencias hospitalarias que se producen durante el verano son casos «neurocríticos y politraumáticos», provocados por accidentes de tráfico o ahogamientos que requieren una atención muy aguda. El aumento de las actividades festivas y el alto nivel de movimiento de la población estarían detrás de la mayoría de estos accidentes.
Cuando los accidentados son extranjeros, ocupan las camas críticas del hospital hasta que pueden volver a su país o región de origen. Aun así, Llamola detalla que «se compensa aplazando de la mayoría de operaciones durante el verano»
Ayuda que no llega
En 2021, el Servei Català de la Salut anunció un plan de refuerzo sanitario de ocho millones de euros para la temporada estival en las zonas costeras y turísticas. Durante el año pasado, el entonces consejero Josep María Argimón anunció que el refuerzo aumentaba por encima de los nueve millones, sin embargo, dos años después los sindicatos sanitarios denuncian que «el refuerzo no ha llegado».
Independientemente del refuerzo, Llamola indica que «el hospital vive deficiencias estructurales de personal durante todo el año», una situación difícil de solventar bajo una realidad «con más plazas libres que enfermeras tituladas». Este hecho se vive en todo el estado, para intentar paliarlo se aumentan las plazas en la universidad y se intentan mejorar los contratos profesionales, pero la vicepresidenta considera que «la solución no se hará real hasta dentro de un tiempo».
La plataforma
Coral y Eva son dos de las enfermeras que están trabajando durante este verano en las urgencias del hospital universitario. Ellas detallan que «en los últimos años se ha notado como ha crecido el envejecimiento de la población», un hecho que hace que «la temporada regular ya sea complicada, y aumente con los casos extraordinarios propios del verano». Además, especifican «el hospital se queda pequeño tanto en personal como en espacio».
Eva denuncia también que «durante «los fines de semana son una persona menos en urgencias», siendo este un momento donde se pueden producir más accidentes graves. Las enfermeras destacan que «las urgencias no tienen unas ratios establecidas y no conocen los refuerzos con los que van a contar». Las trabajadoras remarcan que «la sobreexplotación se traduce en malestar psicológico».
Las enfermeras forman parte de la plataforma Aturem Joan XXIII, un movimiento incitado por la sección más joven del hospital en enero de este año que reclamaba «recuperar los derechos perdidos en los últimos años». A través de diversas acciones consiguieron reunirse con la directora gerente del Institut Català de la Salut Yolanda Lejardi para transmitirle sus problemáticas, así como con otros agentes políticos como el anterior alcalde Pau Ricomà.
La plataforma cesó parte de su actividad después de estas reuniones, pero aseguran que «su lucha sigue muy activa» y en las últimas semanas han hecho incluso algunas acciones dentro del hospital. Si su situación no mejora en los meses siguientes no descartan volver a las acciones reivindicativas, aunque no puedan hacer huelga por su situación de servicios mínimos.