«No habrá mujeres en los Armats de La Sang por un tema histórico»

La nueva subprefecta ha sido citada por el juez como testigo en el juicio contra La Sang
y La Soledat que se celebrará el martes sobre el cambio de nombre de la iglesia de Natzaret

Maria Grau fue escogida el pasado viernes como nueva subprefecta de La Sang. La congregación ha hecho historia. Es la primera vez que se celebran unas elecciones, y también es la primera vez que una mujer se pone al frente de la entidad. Y es que cabe recordar que, hasta hace apenas cuatro años, La Sang no aceptaba la entrada de mujeres.

La nueva subprefecta ganó la partida al otro candidato, el abogado Ramón Mullerat, tras una dura campaña electoral. Ahora, Grau se enfrenta a retos importantes para la entidad, como es por ejemplo el juicio por el cambio de nombre de la Casa de la Sang o el posible replanteamiento de la procesión del Viernes Santo. El Diari habla con ella sobre estos y otros asuntos.

Primera mujer que lidera La Sang. ¿Cómo se siente?

Es un hecho histórico, pero me lo tomo como algo normal. La Sang cuenta con mujeres y todos podemos optar al cargo de subprefecto. En este caso he sido yo la inconsciente que se ha puesto delante.

¿Cuántas mujeres hay en La Sang?

Muy pocas. Alrededor de 25 de 500 y pico congregantes. Todavía hay la mentalidad de que las mujeres deben ir a La Soledat. Tenemos que ir cambiando esta idea.

¿Hay miembros de La Sang que son reticentes a la entrada de mujeres?

Sí, los hay. Y no solo hombres, también mujeres. Es importante que entendamos que La Sang y La Soledat somos dos congregaciones diferentes, que conviven en un mismo espacio.

Usted ganó las elecciones por solo 8 votos.

Eso significa que la congregación está dividida. Nuestro trabajo ahora es aglutinar todas las corrientes, independientemente de a quien votasen. Al fin y al cabo, el viernes no ganó ni Ramón ni Maria. Ganó La Sang.

¿Cómo definiría la campaña electoral?

Dura. Se ha entrado en descalificativos personales hacía mí y me han hecho daño. Nos han acusado de politizar La Sang y no es verdad.

Recordemos que usted ejerce como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Els Pallaresos.

Sí, pero no tengo ninguna responsabilidad política en la ciudad de Tarragona. Además, el otro candidato denunció el caso ante el Arzobispado, y este contestó que los estatutos no contemplan incompatibilidad. Así que la denuncia quedó en nada.

Durante la campaña había rumores de que usted aceptaría mujeres en los Armats de La Sang. ¿Es eso verdad?

Lo he negado desde el primer momento. Nunca he dicho esto, básicamente porque los Armats de la Sang son una recreación histórica y fidedigna de la cohorte Augusta que hubo en Tarraco. Esta legión no contaba con mujeres. De todas maneras, si en algún momento se llegara a plantear el tema, no lo decidiría yo, sino la junta general de la congregación.

¿Cómo cambiará la congregación a partir de ahora?

Solo en aspectos más organizativos. La Setmana Santa no está pasando por su mejor momento y queremos recuperar a la gente. Entiendo que los cambios dan miedo, pero que nadie se asuste. Todo seguirá igual con algunos actos más.

El arzobispo Joan Planellas ha emitido un decreto para renovar los cargos de responsabilidad de las entidades de la Setmana Santa. Exige que se cambien cada ocho años. ¿Cuál es su opinión?

Me parece muy bien. No podemos estar eternamente sentados en una silla. Es necesario aire fresco e ideas nuevas. También reconozco que hay presidentes que están al frente muchos años, porque nadie más quiere ponerse.

En el caso de La Sang, vuestro presidente o prefecto sigue siendo mosén Josep Queraltó.

Sí. El arzobispo nos comunicó que, pese a que Alfred Ventosa se pudo al frente de la congregación durante el proceso electoral, mosén Queraltó sigue siendo el prefecto. No sé cómo afectará el decreto a nuestro entidad, teniendo en cuenta que el presidente lo escoge directamente el Arzobispado.

Justo usted dimitió de la antigua junta por desavenencias con el prefecto, después de que éste pusiera la Casa de La Sang también a nombre de La Soledat.

Nunca he discutido si la sede tenía que ir a nombre de las dos entidades. De hecho me parece bien que así sea. Lo que me molestó fue que la operación se hizo a escondidas y sin contar con la opinión de la congregación.

Justo el martes hay el juicio por este tema, tras una demanda de un congregante.

Sí, de hecho el juez me ha citado a declarar como testigo. Tengo la obligación de ir y de decir la verdad.

¿La Sang emprenderá acciones legales por este tema?

Esperaremos a que pase el juicio y la Navidad, y luego valoraremos.

Y por último y no menos importante. ¿Se recortará el recorrido de la procesión del Viernes Santo, tal y como reivindican algunos sectores?

Si le contesto como Maria Grau, le digo que, por mí, la alargaría (ríe). Queremos escuchar a todo el mundo, pero la última palabra la tendrá La Sang como organizadora. Lo que puedo decir es que no habrá novedades en este sentido para 2025.

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