Matías Alonso (Cs): Dua Lipa, cerveza sin alcohol y puesta de sol en el Delta
El perfil del candidato: Horóscopo, salud mental o redes sociales. Descubrimos el lado más personal del candidato de Ciutadans
Se nota que ya estamos en temporada turística y aunque aún no haga calor, son muchos los brazos al sol que se ven en las terrazas de la Plaça de la Font. Son las 11.10 horas de la mañana de un viernes mientras espero con la mirada perdida en la fachada en reconstrucción del Ayuntamiento al candidato de Ciutadans por Tarragona, Matías Alonso. Pienso en cuánto van a tardar realmente estas obras. Creo que será algo más rápido que las del gobierno de Catalunya.
Alonso llega puntual con americana, el pin en forma de corazón con las banderas catalana, española y europea, y sonriente, me da la mano. Antes de empezar, pedimos. Para mí un zumo de naranja y para él una cerveza tostada sin alcohol. Me comenta que hace meses que se está cuidando pero que le encanta la cerveza y no quiere renunciar a su sabor. Ya somos dos, así que espero que sea el inicio de una buena conexión. Antes de empezar me doy cuenta que no le he preguntado si preferia hacer la entrevista en castellano. Veo que no hay ningún problema, así que seguimos en catalán.
Aficionado al fútbol americano
Empezamos a hablar de lo que toca, la campaña electoral. Alonso afirma con seguridad que desde el partido tienen buenas perspectivas, reconoce la caída que han sufrido y es por eso que su objetivo principal es movilizar a su electorado, que define como fiel, y luchar contra la abstención, que según él, fue su principal enemigo. La imagen que puedan tener los votantes de Ciutadans no la tiene muy clara, en cambio, expresa con mucha claridad que nota que el resto de grupos parlamentarios los miran con respeto. Aunque yo creo que preferíria utilizar la palabra miedo.
Del 1 al 10, ¿cuántas ganas tiene que vuelva Puigdemont? Al principio, Alonso duda, pero rápidamente contesta que si es para rendir cuentas con la justícia, tiene todas las ganas del mundo. Egocéntrico, poco fiable e incluso con algunos rasgos violentos. Así describe Alonso a Puigdemont. Y es que en este rato que llevamos hablando, me ha dejado claro que el rival a batir es Junts.
Para descubrir quien puede ser un buen aliado, al menos para tomar un café, le pregunto sobre el resto de candidatos y candidatas y con cuál estaría más a gusto. Se me escapa la risa cuando el primer nombre que pronuncia es Sergi Saladié, el candidato de la CUP. Igual esa quedada funciona mejor que algún debate.
Aprovechando que ya nos hemos reído, empiezo con las preguntas más personales, para conocer a Alonso más allá de ese pin. Es del 8 de abril, le digo que su horóscopo es aries y asiente con la cabeza y aunque comenta que no cree mucho en estas cosas, está de acuerdo con los rasgos generales que definen su signo: energia, fuerza y liderazgo. Un perfil muy terrenal que no se deja llevar por las emociones. ¿La útima vez que lloró? No lo sabe, pero afirma que sería de emoción, ya que para él «la procesión se lleva por dentro» y en solitario, no ha ido nunca al psicólogo, aunque reconoce su labor y la importancia de la salud mental.
Y de su esencia aries a su esencia rockera. Grupos como Pink Floyd o The Beatles estarían en su playlist aunque también reconoce que escucha música más actual como por ejemplo Dua Lipa. Eso sí, no todo le gusta, y es que me pilla por sorpresa cuando cuenta que no le acaba de convencer la novia de uno de los jugadores de fútbol americano más famosos. Relaciono rápido y le pregunto medio riendo: ¿no le gusta Taylor Swift? La respuesta es la esperada, pero descubro que es un gran aficionado al fútbol americano y que es el deporte que más sigue, aunque también intenta seguir al Barça, y que lo combina con la serie El Cuento de la Criada. Los capítulos los tiene que ver solo porque a su mujer le pasa con la serie lo que a él con Taylor Swift, pero después de 45 años casados y dos hijos, el cupo de ver series juntos creo que ya está cubierto. Ahora que es abuelo, reconoce entre risas que igual tiene que cambiar la serie por los dibujos aunque le hace ilusión volver a ver la saga Star Wars.
Aprovecho el sonido de una notificación de whatsapp que sale desde su móvil para conocer cómo lleva las redes sociales y cuál es su emoticono más utilizado. Duda durante un instante. Está entre dos, el de la sonrisa, el más clásico, o el de la risa con una lágrima en cada ojo. Supongo que tendrá conversaciones divertidas y agradables. Y respecto a las redes sociales, Alonso cambia el postureo por la difusión política y las utilitza como una herramienta más de su trabajo.
El viaje, a Estados Unidos
Comenzamos la recta final de la entrevista y le pregunto cuál es su rincón favorito de toda la província, me comenta que es aficionado a la fotografía y que una de sus preferidas está en las Terres de l’Ebre, más concretamente en el Delta. Pero si le taslado la cámara a la ciudad de Tarragona, tiene claro que el objetivo enfocaría el anfiteatro romano. Y de Tarragona a Estados Unidos, el destino del viaje de sus sueños y en el que me asegura que saldrían muchas fotos bonitas.
Hace un rato que he terminado mi zumo, y a Alonso le quedan dos tragos aún. Supongo que le hecho hablar demasiado. Antes de lanzar las dos últimas preguntas, me fijo en que su posición ha cambiado, está más cerca y creo que más cómodo, e igual que la postura, el rostro ha ido perdiendo seriedad. Le sonrío y le anuncio que ya estamos a punto de terminar y que lo vamos a hacer con un deseo y una apuesta.
¿Qué desea para Catalunya este 2024? Tarda pocos segundos en contestar que necesita un cambio urgente y que no pasa por el PSC y desea que pueda ocurrir de la mano de Ciutadans porque eso querrá decir que han ganado más ‘fuerza e influencia.
Pero, ¿qué es lo que realmente cree Alonso que va a pasar? ¿Cuál es su porra para estas elecciones? No tarda mucho más en contestar. Cree que las encuestas no están muy alejadas de la realidad y ve al PSC como ganador en votos y posiblemente en escaños. Respecto al duelo independentista, Alonso tiene claro que Junts ya ha pasado a ERC.
Cierro la libreta y le doy las gracias mientras él hace el último trago de cerveza. De forma un poco dubitativa, cambiamos el apretón de manos por dos besos. Nos despedimos, yo deseándole suerte y él con una sonrisa llena de confianza como si no la necesitara.