Los restauradores de Tarragona contrarios a regular las horas de cierre
Asociaciones y profesionales de Tarragona cargan contra la propuesta de la vicepresidenta Yolanda Díaz de regular las horas de cierre de la restauración: «No conoce la realidad»
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirmó en una reunión del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso que «no le parece razonable» que en España los restaurantes estén abiertos a la una de la madrugada, ya que en el resto de Europa cierran más pronto.
A todo ello, la vicepresidenta del Gobierno añadió también que a partir de las 22.00 horas, «las jornadas son nocturnas y tienen ciertos riesgos para la salud mental».
«A partir de las diez de la noche las jornadas son nocturnas y tienen ciertos riesgos para la salud mental.
Este horario tiene que ser retribuido de manera diferente, y estas condiciones laborales en algunas ciudades de nuestro país son mejorables», afirmó Díaz.
Respuesta en cadena
Más allá de las reacciones que las palabras de Díaz despertaron en el ámbito político, la respuesta por parte de las principales asociaciones de empresarios y profesionales del sector de la restauración y turismo de Tarragona y la Costa Daurada no se hizo esperar.
El primero fue Xavier Guardià, portavoz de la Federació d’Empresaris i Hostaleria de Tarragona (FEHT), que mostró su desagrado por las declaraciones de la vicepresidenta Díaz.
Según Guardià, «nuestra esencia es mediterránea y justamente por ello, tenemos unos horarios, cultura y un modelo de ocio diferentes al de los europeos.
Es parte de nuestro atractivo como destinación», aseguró el portavoz.
Ante el poco sentido de las palabras de Yolanda Díaz, Guardià instó también a que esta posible regulación se aplique a las empresas químicas, los servicios de emergencia médicos, los hospitales y los bomberos que tienen servicios nocturnos para poder atender las necesidades que hay a día de hoy.
«Cada uno tiene el trabajo que tiene, y esto implica una serie de servicios», dijo el portavoz.
Xavier Guardià afirmó también que las palabras de Díaz «son muy fáciles de pronunciar pero hay que ser responsable por la repercusión que pueden llegar a tener». Guardià añadió que «no tienen lógica y que la Costa Daurada es atractiva justamente por la gastronomía, el ocio, su clima y las horas de sol».
En el mismo sentido que Guardiá se pronunció Francesc Pintado, presidente de la Associació Empresaris Hostaleria Tarragona (AEHT) quien también tildó de «absurdas» las palabras de la vicepresidenta y detalló que «nuestra cultura gastronómica va directamente ligada a los horarios y clima que tenemos».
Relación directa con el PIB
En relación a los riesgos de salud mental de los horarios del sector, Pintado insistió en fijar la atención en la «demanda real» del turista que llega en plena temporada de verano y quiere disfrutar del clima y ocio, y en el importante control y regulación horaria de los profesionales que trabajan en el sector.
En la misma dirección se pronunció el cocinero y el propietario del restaurante Can Bosch de Cambrils, Arnau Bosch, quien apeló a la «falta de responsabilidad» de las palabras de la líder de Sumar e instó a valorar la afectación directa e indirecta que tendría esta regulación en el PIB Español. Según Bosch, «no se trata solo de la afectación a los restaurantes sino también a los sectores directamente relacionados con nuestro trabajo como son el sector ganadero y pescadero».
Arnau Bosch dijo que también que «¿cómo se le explica a un cliente que tiene que cambiar su horario cuando justamente por motivos como éste, son lo que nos hacen atractivos como destino?».
Bosch detalló que después de la Pandemia de la COVID-19 en su restaurante empezaron a notar que los clientes llegan antes pero, en todo caso, insistió en que «no es posible regularlo porque dependemos de las necesidades del cliente».
Ángel Pérez, responsable del grupo gastronómico El Pòsit añadió a todo lo compartido que «el ocio y la gastronomía forma parte del ADN propio de las zonas de costa y en especial de la Costa Daurada. Vivimos de esto y es el motivo por el que la gente viene a nuestros restaurantes», dijo Ángel Pérez.
«Al final si siguen recortando la libertad provocará que la gente deje de venir a nuestra destinación».
Pérez aseguró que las declaraciones de Yolanda Díaz «son un mazazo al sector de la hostelería y no le encuentro ningún sentido».
«Es impresentable que, en un país que vive del turismo, alguien de la administración pública en lugar de proponer mejoras, se ponga a destrozar lo que ya tenemos positivo», criticó Josep Moreno, chef del restaurante Deliranto de Salou y presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Salou.
«El resto de Europa nos intenta copiar el modelo de restauración y turismo que tenemos, porque la gente valora cada vez más la gastronomía y ¿ahora queremos ponernos palos en las ruedas?», lamenta.
En este sentido, Moreno consideró que el debate que ha abierto la vicepresidenta «plantea un problema donde no lo hay» y se quejó que se ponga el foco en la hostelería «cuando no es el único oficio que trabaja en horarios nocturnos o en domingos. Es tan digno alguien que quiera ser camarero o cocinero, como cualquier otro trabajo».
Así, sostuvo que «estamos de acuerdo en que no se puede engañar con los horarios y se tienen que cumplir con los dos días de fiesta» y defiendió que el sector de la hostelería «tiene un convenio que no es precisamente de los más bajos que existen».
En Catalunya, es la Generalitat quien tiene la competencia para determinar los horarios de los establecimientos de restauración. Por norma general, los bares y restaurantes pueden abrir a partir de las 6 h de la mañana y tienen de límite para cerrar a las 2.30 h de la madrugada.
Este tope se aumenta en media hora los viernes, sábados y vigilias de festivos.
Asimismo, la ley contempla esta media hora de más para períodos vacacionales como Semana Santa o verano, sin tener que solicitar una autorización especial. Por otro lado, a nivel municipal, los alcaldes tienen la potestad de establecer reducciones horarias para la hostelería «por razones de seguridad y molestias para los vecinos».