Los presos de la cárcel de Tarragona ‘confinados’ en sus celdas
El bloqueo en los accesos a Mas d’Enric ha provocado unos servicios mínimos que no podían gestionar el día a día de la cárcel. La familia de Núria ha ido al centro penitenciario y se han convocado 5 minutos de silencio en su memoria
La situación de bloqueo en la cárcel de Tarragona sigue en pie. Los 200 trabajadores que esta mañana de viernes han cerrado el vial de entrada y salida del centro penitenciario de Mas d’Enric (El Catllar) siguen esperando dimisiones antes de negociar. La más solicitada es la del secretario de Mesures Penals, Amand Calderó. Lo han dicho por activa y por pasiva y se ha refrendado en una asamblea alrededor de las 14 horas. De hecho, la asamblea ha sido paralela a la negativa de los sindicatos en sentarse en la mesa de la consellera, Gemma Ubasart.
A la misma hora, entorno a las 14 horas, salían dos coches del centro penitenciario de El Catllar y se marchaban con una ovación de respeto. Se trataba de los familiares de Núria López, la cocinera de 48 años, asesinada por un interno el miércoles.
La familia de Núria ha entrado al centro penitenciario a buscar sus pertenencias, el coche de la víctima, y se ha sumado a los 5 minutos de silencio que se han convocado improvisadamente para honrar a la trabajadora fallecida del centro penitenciario.
Al margen de la conmoción generalizada de la pérdida de una compañera de trabajo, los trabajadores y sindicatos siguen firmes en su postura. No hay negociación sin dimisiones.
El director del centro, Francisco Romero, ha hablado con los trabajadores en la zona de barricadas. Ha entendido sus quejas y ha recordado que en toda la etapa de director, desde diciembre de 2015, siempre se ha pedido semanalmente unas mejoras en seguridad y material para los funcionarios.
A pesar de ello, la situación dentro de la prisión es delicada. Las quejas de agresiones y ataques de presos aumentan en todas las cárceles y el perfil del interno ha ido cambiando en los últimos tiempos, siendo algunos extremadamente violentos.
La situación anómala de este viernes ha motivado que haya habido cambio de planes en todos los ámbitos. El personal que estaba dentro se ha quedado para cubrir las necesidades básicas: enfermería, comidas... Se han suspendido actividades que no tenían personal y se ha decidido en dejar a los presos en sus celdas para poder gestionar la ausencia de personal, que es de poco más de una veintena de funcionarios.
La idea es poder relevar las personas que llevan casi 24 horas dentro por otras que hagan de relevo, pero en ningún caso permitir que la ‘normalidad’ anterior al asesinato del miércoles vuelva a instalarse en Mas d’Enric.
Amand Calderó y la consellera Ubasart han reconocido que es un problema la situación de confinamiento obligado de la población reclusa (no hay personal suficiente para poder abrir las celdas con garantías). La negociación sigue abierta ante los problemas que puede haber en los módulos carcelarios si los presos no puede salir de sus celdas.