Los antibióticos pediátricos, entre los medicamentos que más aumenta su escasez

La falta de suministro de algunas medicinas, como las destinadas al sistema nervioso y cardiovascular y algunos antidiabéticos, se disparó el año pasado un 150% en las farmacias

Las farmacias españolas detectaron en 2022 problemas de suministro de 403 presentaciones de medicamentos, un 150 por ciento más que un año antes, sobre todo de los grupos destinados al sistema nervioso y cardiovascular, y de forma «muy significativa» de la amoxicilina pediátrica y algunos antidiabéticos.

Un problema que, en lo que va de año, «va a peor», según advirtió este martes el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, durante la presentación del ‘Balance 2022 de las incidencias en el suministro de medicamentos’ y de la campaña FarmaHelp.

Los datos recogidos por CISMED, el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos, de casi 10.000 de las 22.000 farmacias españolas, confirman un incremento exponencial de las incidencias o alertas de suministro -que no desabastecimiento- en el último año, aunque el problema viene arrastrándose desde hace ya varios.

«Este problema de suministro afecta desde hace ya años a España, al igual que al resto de Europa y del mundo», tanto que desde hace semanas las autoridades europeas vienen advirtiendo de la escasez de antibióticos y otros medicamentos en la UE, recordó Aguilar.

Tània Piqué, vicepresidenta del Col·legi Oficial de Farmacèutics de Tarragona explica al Diari que «aunque este problema lo arrastramos y denunciamos desde hace tiempo, desde la pandemia de la covid-19 se ha hecho un poco más grande y en los últimos dos o tres meses se ha acelerado un poco».

Puestos a buscar algún motivo por el que esta escasez en el suministro de algunos medicamentos se haya disparado en los últimos meses, Piqué habla de causas «multifactoriales. Por un lado está la externalización de la fabricación de medicamentos en países lejanos que, a raíz de la pandemia, los problemas de suministro y transporte se han acentuado. Si a esto le añadimos la falta de principios activos, las políticas de precios de algunos países y los incrementos puntuales de la demanda de algunos medicamentos, todo ello provoca que haya más escasez de algunos de ellos». Jesús Aguilar utiliza los mismos términos que Tània Piqué para hablar de causas. Se trata de «un problema multifactorial derivado a su vez de problemas que tienen que ver con la naturaleza cada vez más globalizada de las fabricaciones de los medicamentos».

Como son las concentraciones de la fabricación en una sola planta o la actual crisis de las materias primas -que incluyen también las de los materiales de embalaje- que ha agravado la pandemia, pues muchas proceden de países asiáticos.

En el caso concreto de España incide, en opinión de los farmacéuticos, la estrategia de precios, porque aquí «son muy baratos».

Un ejemplo de clara escasez de suministro lo encontramos en los antibióticos pediátricos, como la amoxicilina en jarabe. La vicepresidenta del Col·legi Oficial de Farmacèutics de Tarragona reconoce que «se ha hablado mucho de este medicamento porque es muy mediático. Con la retirada de las mascarillas han aumentado las afecciones respiratorias y los virus. Y como los sistemas inmunes de los niños son más débiles se han disparado las afecciones y la necesidad de suministrar antibiótico».

Buscar un sustituto

Pero los expertos han querido dar un mensaje de calma, ya que nueve de cada diez veces, el farmacéutico puede sustituir el medicamento por una alternativa igual. Tània Piqué aclara que «los farmacéuticos ya nos preocupamos de buscar un sustituto de ese medicamento para que el tratamiento no se interrumpa. Lo más importante es que el paciente no interrumpa su tratamiento y por eso buscamos soluciones y las encontramos en nuevo de cada diez casos encontrando un sustituto». ¿Y que ocurre en el resto de casos que no se solucionan? Pues Piqué recuerda que «contamos, por ejemplo, con Farmahelp, una aplicación que nos permite estar conectados con otras farmacias cercanas donde el paciente puede encontrar su medicamento».

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos coincide con su colega de Tarragona al asegurar que «los ciudadanos tienen que estar tranquilos. Está bajo control. El problema lo tenemos nosotros a la hora de buscar el medicamento, no los ciudadanos».

Lo cual no quiere decir que a los farmacéuticos no les preocupe un problema al alza: el año pasado, las oficinas de farmacia apuntaron incidencias con 403 presentaciones de medicamentos, que se prolongaron entre 4 y 5 semanas.

El promedio fue de 70 a la semana -frente a las 28 de 2021 o las 41 de 2020-, tanto a nivel nacional como local, de acuerdo con los datos que ha desgranado Antonio Blanes, director de Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.

Se rompió así con dos años consecutivos de descenso de las incidencias, que en 2020 fue de un 50,1 % y en 2021 de un 54,7 %, entre otros motivos, según los farmacéuticos, por decisiones políticas como fue el fin de la subasta de medicamentos en Andalucía. Todos los grupos terapéuticos se vieron afectados por la escasez, pero destacable fueron los destinados al sistema nervioso, con una subida del 20 %; y cardiovascular, con un 19 %; digestivo (14 %), respiratorio (13 %) y muscular (8 %). Además, se dieron cifras considerables de incidencias con antihipertensivos tipo IECA (8 %), y antiinflamatorios y analgésicos (7 %). No obstante, al ser fármacos con muchas presentaciones, la mayor parte de los problemas se pudieron «solucionar».

Especialmente «significativo», aunque en este caso puntual por el aumento de la demanda, es lo ocurrido con la amoxicilina pediátrica y un tipo de antidiabéticos, los análogos del GLP-1, que por su efecto para reducir el apetito se utilizan también contra la obesidad. En ambos casos, los farmacéuticos han percibido «un incremento tremendo en las incidencias de suministro». Así, se han ofrecido al Ministerio a ampliar sus actuaciones extraordinarias en caso de escasez para evitar así la interrupción de un tratamiento, como puede ser poder sustituir presentaciones -cápsula o solución por comprimido, por ejemplo- o hacer fórmulas magistrales, como ya se les ha autorizado con las amoxicilinas pediátricas.

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