Los alimentos suben seis veces más que los sueldos en Tarragona
A las puertas de la Navidad, la cesta de la compra se encarece el doble que el IPC. La energía y los carburantes dan un respiro pero la bajada no ha llegado aún al supermercado
Los precios bajan pero usted no lo va a notar en los menús de Navidad. Al contrario, quizás la factura de la luz sea ligeramente más barata ahora y repostar no sea una puñalada como las de hace meses, pero se va a topar con unos precios de la cesta de la compra disparados en el mercado. Los datos difundidos ayer por el INE muestran que los alimentos y las bebidas no alcohólicas, piezas claves del consumo doméstico, han crecido un 15,3% en Tarragona en el último año.
Es el dato provincial del mes de noviembre, previo a las compras navideñas en las que la ciudadanía está inmersa. La cesta de la compra está subiendo en Tarragona el doble que los precios, ya que el IPC sí está en claro retroceso desde hace meses. En noviembre se situó en un 6,8%, ya bastante lejos de los récords hollados en verano (11%). Pero lo que revela la última estadística es que la mejora de los sueldos está quedando muy por debajo, según los datos del Ministerio de Trabajo, que permiten hacer balance de 2022.
Hasta noviembre, los sueldos tarraconenses bajo convenio colectivo han crecido en las comarcas tarraconenses un 2,37%, seis veces menos que la cesta de la compra (15,3%). Y eso que en noviembre hubo un ligero aumento y que esas subidas son muy elevadas en comparación con otros años de inflación normalizada.
En Tarragona no hay nada que se encarezca tanto como la comida en estos momentos. El dato supera al incremento del 8,1% del transporte. Atrás queda también el enloquecido coste energético. La electricidad, el gas y otros combustibles bajaron un 1% en noviembre en el Camp y el Ebre. La energía ha posibilitado que el IPC haya retrocedido por cuarto mes consecutivo.
¿Qué está sucediendo? «Aún es pronto para que la bajada haya llegado a la cadena de producción de los alimentos. No es algo inmediato, pero es cuestión de tiempo que también se frenen», indica Antoni Cunyat, profesor colaborador de los estudios de Economía y Empresa de la UOC.
Cunyat añade que «la menor tasa de inflación de noviembre se debe sobre todo a partidas ajenas a los alimentos, como la vivienda, el transporte, los hoteles, los carburantes». Es en la comida donde va estar el principal tormento en estas fiestas. Por productos concretos, los alimentos han subido en Tarragona un 15,7%, las bebidas no alcohólicas un 9,9% y las alcohólicas (otro de esos imprescindibles para estos festivos) un 8,6%, porcentajes todos ellos muy superiores al encarecimiento medio. «Se encarecen algunos de los alimentos que se pueden considerar básicos, como la leche o el queso, que son los que más suben. Como nota positiva, las legumbres, las hortalizas y las frutas bajan», aporta Cunyat.
La leche, el queso y los huevos
El mismo INE indicaba ayer que «destacan en este comportamiento los incrementos de los precios de la leche, queso y huevos, los aceites y grasas y la carne».
Varios factores contribuyen al leve alivio de las tarifas energéticas. «Se nota la bajada del precio del gas y también el tope que se ha puesto en España, que ahora mismo es el país dentro de la UE con la menor tasa de inflación. De hecho, Europa está estudiando la aplicación de medidas similares. Hay que esperar para ver qué pasa cuando crezca la demanda de gas. Hasta ahora el hecho de que el frío haya tardado en llegar también ha sido un beneficio», cuenta Cunyat.
Para el experto, estos datos más recientes, aunque conviertan en prohibitiva una buena parte de la cesta de la compra para esta Navidad, sirven para «ser moderadamente optimista», ya que «si no hay ningún acontecimiento imprevisto que afecte, es esperable que la reducción de precios llegue a los supermercados y al consumidor».
Eso sí, no hay que confiar en un regreso a la situación previa a la guerra de Ucrania. «Cuando hablamos de poner fin a estos niveles de inflación nos referimos a dejar de subir. No volveremos a los precios de antes. Al menos a corto plazo no podemos aspirar a eso. Puede haber productos que sí bajen, pero en general no. De alguna forma, el objetivo sería conseguir que con el mismo dinero la cesta de la compra sea algo más grande», añade Cunyat.
Juan Gallardo, economista y jefe del gabinete de estudios de la Cepta, cree que «es muy pronto para sacar conclusiones, ya que con la energía hay que esperar al menos hasta que entre más el invierno». Gallardo considera que «el tope al gas está teniendo un efecto positivo a corto plazo, pero ya veremos qué pasa cuando llegue el destope».
La tortilla de patatas
Ricard Bellera, secretario de Treball i Economia de CCOO de Catalunya, matiza que «hay que tener en cuenta que analizamos evoluciones interanuales, de forma que si vienes de tener ya una subida muy fuerte, puede ser que ahora no lo sea tanto, pero estarás aún en rangos altos».
Bellera pone un ejemplo: «Imagínate que te duplico el sueldo y al año siguiente te lo bajo un 10%». El sindicato reclama medidas para proteger a las familias más vulnerables. «Los hogares que ganan menos dedican más a consumo. Solo hay que ver la tortilla de patatas: los huevos o el aceite están entre los productos que más suben». Los sindicatos reclaman desde hace meses un incremento que pasa por la actualización del Salario Mínimo Interprofesional y «un cambio de foco por parte de la patronal en el marco de una negociación colectiva que no puede seguir bloqueando».
La amenaza a la renta
CCOO incide en que «el incremento de los precios y del Euribor, que se ha multiplicado por diez desde mayo, atenaza la renta disponible de los hogares y lastra la demanda y, con ella, la estabilidad en términos marcroeconómicos».
Pimec valora positivamente la moderación del IPC pero mantiene la alerta por los efectos que puede tener en el tejido productivo y en el empleo. La patronal señala «la conveniencia de intervenir los mercados eléctricos y del gas europeo para parar el fuerte incremento de precios, no colapsar la economía y evitar la especulación en los precios de la energía».
La OCU pidió ayer al Gobierno que rebaje temporalmente al cero por ciento el IVA de los alimentos de primera necesidad con un perfil nutricional más saludable: frutas, verduras, legumbres, arroz, pasta, carne, pescado, leche, huevos y pan. En un comunicado, recuerda que la subida del 0,5% del precio de los alimentos en noviembre sitúa el IPC de esta partida en el 15,3% interanual, la segunda más alta desde el comienzo de la serie en enero de 1994 (solo superada por el 15,4% de octubre).