El túnel de luces atrae a todo el mundo y divide opiniones

Centenares de personas vivieron ayer el estreno de la gran novedad en la decoración navideña. Una apuesta que gustó mucho a algunos y que no convenció a otros pero que sirvió para completar los actos previos a la Navidad

Tarragona ya ha activado por completo la Navidad. Ayer, más de dos semanas después del acto central de encendido de las luces navideñas de la ciudad, los tarraconenses volvieron a juntarse en la Rambla para asistir a un acto nuevo con toda la expectación. El encendido del ‘túnel de la Rambla’ sirvió para despachar el puente de diciembre y, ahora ya sí, concentrar todas las atenciones en las fechas navideñas.

Ayer por la tarde tocaba estar en el tramo marítimo de la Rambla Nova para recibir la nueva adquisición navideña de la ciudad: un inmenso túnel de luces que atrae toda la atención de los visitantes y paseantes.

El nuevo cilindro de luz hace 34 metros de longitud, 6 metros de ancho y casi 5 metros de alto, una auténtica atracción al aire libre que viene de haber estado en Reus el año pasado pero que no había visitado nunca Tarragona. En total, unos 200 metros cuadrados de luces, música y espectáculo en directo.

El túnel cuenta con iluminación led con todos los colores y cambios de luz y movimiento que se sincronizan con la música en el momento del espectáculo. Aunque el túnel está encendido en los mismos horarios que el resto de iluminación navideña, habrá tres pases diarios (a las 18:30h, a las 19:30h y a las 20:30h) que empezaron ayer y que se repetirán cada día.

Pero como ya nos tiene acostumbrados en Tarragona, la realidad nunca es blanca o negra y el estreno del túnel de la Rambla Nova tuvo, jugando con las palabras, luces y sombras.

En el estreno de ayer, en los distintos pases, pasaron centenares de personas, sobre todo en familias o en pareja, atraídas por la novedad y preparadas con los móviles para inmortalizarlo: al principio casi había más dispositivos grabando que gente viendo el espectáculo.

Entre los que salían contentos y satisfechos, Montse y Ramón aseguraban que les había gustado mucho «porque es una novedad y hace que mucha gente se acerque a la Rambla», que es el mejor espacio porque «permite verse de todos lados, esto hace que haya mucho ambiente en el centro y anima las fiestas», aseguraba la pareja.

Para Marcos, que venía con la familia y las expectativas muy altas, era «una iniciativa muy buena para la ciudad y una gran innovación», auque apuntaba que si el túnel fuera más grande «cabría más gente o habría menos aglomeración». La opinión mayoritaria era positiva, se notaba en el ambiente y la gente aprovechaba entre pase y pase para tomarse fotos o vídeos que, seguramente, pronto estarán en TikTok.

Para Dani, Susana y el pequeño Eidan las luces eran «la magia de la Navidad» y servían para arrancar las fiestas. «La decoración de la ciudad es un poco escasa pero la Rambla se salva, el túnel ha sido espectacular y va a hacer que salgamos mucho a comprar», aseguraban. «Entre el árbol y el túnel, no sé qué me gusta más», se preguntaba Samuel, hijo de Anna, que habían aprovechado para ir de compras.

En la otra parte del abanico de opiniones, los que no lo vieron con buenos ojos también se hacían oír. Con el recuerdo del fiasco de los drones todavía en la retina, a muchos les sorprendió la «corta duración» del espectáculo (de 9 minutos, frente a los 12 que se habían anunciado) y otros se fueron con un «sin más, en la línea de lo que se hace aquí».

Para Carolina y sus hijos, por ejemplo, aunque les había gustado el espectáculo, se quejaban de «la gente que se quedaba dentro del túnel y no nos dejaba entrar, así que si la música se repitiera todo el rato sería mejor». Otra de las críticas era el idioma: de los siete villancicos de las canciones, cuatro son en castellano, dos en inglés y solo uno en catalán. «El ‘Fum, fum, fum’ suena apenas veinte segundos, mientras que en castellano suena todo el rato: ¿para quién lo hacen?», se quejaba Gemma. Otros visitantes se fijaban en la ubicación: «¿Hacia dónde va el túnel? Empieza y acaba en ninguna parte. Hubiera sido mejor ponerlo en la calle Canyelles y habría más gente», apuntaban.

Con el túnel de la Rambla ya está todo en marcha en Tarragona para recibir la Navidad: se han preparado más de 150 actos hasta principios de enero que estarán centrados en la ciudadanía, que ‘será la estrella’, como reza el lema de esta Navidad. Destaca como novedad la recuperación de la Festa de Cap d’Any en la plaça Corsini y el refuerzo de las fiestas en los barrios, además de los actos habituales de estas fechas: el Parc Infantil, el Home dels Nassos, la Cursa de Sant Silvestre, las representaciones de Els Pastorets o el Magatzem Reial. La programación navideña acabará con la Cabalgata de los Reyes Magos, el 5 de enero.

La duración del espectáculo es de 12 minutos y cabe recordar que las medidas del túnel son de 33,6 metros de longitud, 6 de anchura y 4,65 de altura.