Llegó la hora de ponerse en forma
Hábitos. Enero es el mes fuerte para los gimnasios que ven como la gente se apunta con los propósitos del nuevo año
Con el final de la Navidad no solo llegan las rebajas. Es el momento de centrarse en los propósitos del nuevo año y dejar atrás las cosas malas del 2018. En muchos casos se apuesta por un cambio físico, siempre a mejor, entendiendo los cánones de belleza que predominan. Quizá por ello, enero es el agosto de los gimnasios, el momento del año en que más personas se apuntan, ya sea como propósito, con vistas al verano o simplemente para romper la rutina. Eso sí, ir al gimnasio requiere un esfuerzo físico y psicológico para no aparcarlo tras las primeras agujetas.
Para alguien que lleva tiempo sin hacer ejercicio o sin ir al gimnasio no resulta un cambio sencillo. Comporta encontrar un par de huecos en la agenda semanal, vencer a la pereza que nos engancha al sofá como un imán o tener paciencia para obtener resultados, además de una inversión económica.
También conlleva sus aportaciones positivas como sentirse mejor consigo mismo, tanto en salud como de ánimo, verse mejor ante el espejo, sociabilizarse con gente que comparte ese esfuerzo en común y tener una vía de escape para olvidar lo que haga falta durante un rato. Como todo en la vida, es una balanza de pros y contras. La decisión final para decantarla a un lado u otro solo la tiene uno mismo.
Daniel Figuerola, director del Viding Sant Jordi de Tarragona, explica que «enero es el mes que más gente se apunta. Después de fiestas la gente quiere bajar de peso y también se animan por los propósitos de año nuevo». «Ya sea para quemar los excesos de Navidad o tener una vida más saludable -prosigue Figuerola-, intentamos marcar objetivos por trimestres, para que el cliente pueda valorar sus avances y encuentre los ejercicios que más le gusten».
Para que los clientes de enero eviten tirar la toalla a las primeras de cambio, el director del Viding Sant Jordi comenta que «es importante que se encuentren a gusto, que se genere un clima de club y familia. La idea es que, tanto si nunca han estado en un gimnasio o se reincorporan, estén en el centro por un periodo largo de tiempo».
En esta fórmula entra una variante importante, la paciencia: «Está ligada con la consecución de resultados. Para hacerla más plácida es clave que la gente se sienta a gusto y motivado. Si se siguen los consejos de los instructores y se es constante, los resultados llegarán». Por otro lado, Ricardo Oliveros, propietario del Snap Fitness, con centros en Reus y Tarragona, afirma que «cuando llega esta época, la gente se plantea un objetivo, normalmente relacionado con verse bien de cara al verano, por lo que son clientes que suelen aguantar bastante».
No solo se trata de estar bien físicamente, la gente también valora cada vez más tener buena salud. «Lo entienden como una inversión en salud. Ha cambiado los últimos años. Ahora la gente prefiere ir a clases dirigidas o coger un entrenador personal antes que hacerse un masaje reductor», cuenta Oliveros.
Para que la gente no se desanime, Oliveros también da importancia al trato personal: «Hay que saber cuál es el objetivo, valorar si es realista y hacer un seguimiento. Ya prefieran ir a su aire o seguir una rutina, hay que darles una atención especial para que sigan motivados». «La comparación debe ser con uno mismo -remarca Oliveros-. Trabajamos con objetivos próximos y alcanzables. Si es una persona que hace tiempo que no hace ejercicio, recomendamos que vengan dos o tres días a la semana. Hay que combinarlo con la vida privada y si no está acostumbrado es mejor que vaya de menos a más que no de más a menos».
Valorar edad y forma física
Acerca de las personas que llevan tiempo sin hacer ejercicio y se proponen ponerse en forma, la profesora de Ciencias de la Salud de la UOC, Alicia Aguilar, asegura que es importante personalizar los objetivos porque «hay que valorar la edad y la forma física. «Hay recomendaciones generales, como las de la Organización Mundial de la Salud (OMS)», explica, «pero para personalizar estas recomendaciones es importante acudir a un profesional y valorar cada caso de manera específica».
Por su parte, el profesor de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, Manuel Armayones, recomienda no plantearse un objetivo demasiado ambicioso: «No podemos pretender correr treinta minutos si antes no hacíamos nada. Por qué no empezamos con cinco minutos? Bajamos del autobús una parada antes y andamos un rato».