Laura Vilagrà: «Hard Rock puede caer sin el informe ambiental positivo o con muchos condicionantes»
Entrevista a la vicepresidenta del Govern y consellera de Presidència de la Generalitat de Catalunya
Laura Vilagrà Pons (Santpedor, 1976) es la vicepresidenta del Govern y consellera de la Presidència de la Generalitat de Catalunya. Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, cuenta con una dilatada trayectoria política. Fue alcaldesa de su localidad entre 2003 y 2015, diputada en el Parlament entre 2006 y 2011 y delegada del Govern en Catalunya Central entre 2016 y 2017. En mayo de 2021 fue designada como consellera de Presidència y, desde el pasado mes de enero, también ejerce como Vicepresidenta de Pere Aragonès (ERC).
Los Comuns piden ahora subir los impuestos a Hard Rock del 10 al 55%. ¿Qué le parece?
Es una propuesta fiscal que no hemos visto y que no entrará de inmediato en el Parlament en forma de proposición de ley. La tramitación será larga, y ya le digo que no la veremos en las próximas semanas, e incluso ni en los próximos meses.
Pero, de entrada, ¿qué les parece la idea general?
Cuando la recibamos, la estudiaremos. Evaluaremos su viabilidad y sus consecuencias para decidir nuestro voto en el Parlament, no en el Govern.
Esta rebaja fiscal al 10% se aprobó en 2014 con los votos de Convergència i Unió y PSC. Esquerra se opuso. ¿Ahora en teoría deberían avalar la propuesta de ECP, no?
Probablemente con estos números no sé si ahora tendría viabilidad la aprobación de esta proposición de ley. Deberemos ver las mayorías y la posterior negociación de ajuste. No le puedo avanzar nada.
¿Puede ser la vía para desbloquear la negociación con los Comuns para el presupuesto?
Lo que le puedo decir es que es absolutamente necesario que tengamos presupuestos. Llevamos tres años con cuentas, y ahora ya tenemos 66 diputados a favor.
Les faltan dos.
Estamos muy cerca de la mayoría, seguro que habrá luz verde. Negociamos intensamente, pero un solo tema no puede condicionar unas cuentas de 49.000 millones para subir un 10% en Educación e incrementar en 800 millones el presupuesto de Sanidad, atención primaria...
Como el año pasado, este proyecto decantará la balanza.
Es una iniciativa privada en la que no hay ni un solo euro en el presupuesto. Emplazamos a todo el mundo a ser responsable.
El President Aragonès dice que «este año no habrá ni una piedra» del proyecto.
En un plan como este, lo primero es que haya un acuerdo entre privados, que de momento no se ha suscrito. Estamos hablando de un proyecto de futuro, con una perspectiva a varios años vista. Ni hay dinero en el presupuesto ni habrá un desarrollo rápido. De hecho, la tramitación urbanística y ambiental es importante. El PDU del 2016 se tuvo que ajustar por una sentencia, así como el planeamiento. Nosotros hemos hecho lo que debíamos.
Si todo va bien, ¿cuándo podrían empezar las obras del complejo turístico?
Es que es un tema que depende de los privados, no de la parte pública...
Hay informes que sí dependen de la administración autonómica: el ambiental y el PDU.
Son estudios absolutamente reglados. Si se cumplen las condiciones, se dan las licencias. Ahora queda la parte ambiental de Acció Climàtica.
El conseller Mascort dice que este informe estará listo «en pocas semanas».
Correcto, se está ultimando. Seguimos el proceso que toca. Los que hemos sido alcaldes y hemos tramitado licencias urbanísticas y ambientales sabemos que no es una cuestión política, sino técnica. Y es lo que estamos haciendo.
Esta semana, Salvador Illa (PSC) ha abierto por primera vez la puerta a renunciar al proyecto «si hay un informe ambiental en contra». ¿Le sorprendieron estas declaraciones?
Es evidente que si los informes ambientales no son positivos, o tienen muchos condicionantes, podría ser que cayera por este lado.
¿El informe de Acció Climàtica será determinante para el futuro de Hard Rock?
Siempre lo es. Todos los informes preceptivos deben ser positivos. Y en este caso también debe serlo.
¿El informe al que hace referencia Mascort será determinante para el futuro de Hard Rock?
Será determinante para seguir el procedimiento.
En «las próximas semanas» se decidirá la viabilidad del plan.
Sí. Acció Climàtica trabaja en muchos informes, pero este es más complejo por el impacto territorial. En las próximas semanas, o meses, se hará público.
Defiende que en el presupuesto no hay ni un euro para Hard Rock, pero el año pasado tampoco lo había pero fue clave, junto a la B40 y el Aeroport del Prat, mediante un acuerdo político. ¿Este año el acuerdo puede ser una moratoria mientras haya emergencia por sequía?
El acuerdo con el PSC ya lo conocen, se ha firmado esta misma semana. A diferencia del año pasado, es un texto presupuestario, sin anexos. Y esto es lo que cumpliremos, aquí nos quedamos. Son las cuentas más altas de la historia, no entenderíamos que quedaran embarrancadas por un tema extra presupuestario y que no debería condicionar en ningún caso. Nos jugamos demasiado, como el plan de desarrollo industrial del Camp de Tarragona más ambicioso del conjunto del país, la Vall de l’Hidrogen o los proyectos de descarbonización.
Aragonès dice que no hay mayoría en el Parlament para tirar atrás el proyecto. ¿Si la hubiera, ERC qué haría?
Debemos recordar que se impulsó con una ley, y el Parlament es soberano para modificarla. El recorrido desde entonces ha sido largo, pero solo una mayoría parlamentaria podría tirarlo atrás.
Tiene licencia de casino desde el 2018. ¿Puede caducar este permiso si no se avanza?
Sobre la tramitación exacta no le puedo dar detalles, pero en todo caso deberá estar todo bien para que tenga luz verde. Y esto incluye las licencias urbanísticas, ambientales y de actividad.
Junts per Catalunya sí que quiere Hard Rock, pero les exige suprimir el impuesto de sucesiones. Es un carrerón sin salida.
Junts tiene unas propuestas muy liberales, mucho más que cuando estaba en el Govern, que era mucho más social. Añoramos aquel Junts que impulsaba proyectos transformadores. Ahora tienen un perfil liberal y de oposición, y proponen una cosa inédita entre los países europeos. Todos lo tienen, es para redistribuir la riqueza.
Lo descartan.
Significaría ingresar unos 1.200 millones de euros menos. Que nos expliquen de dónde recortarían: de educación, salud, transporte, carreteras... Las propuestas deben ser razonables y posibles.
¿Apostaría que habrá cuentas?
Sí, seguro. Si no las hay perderíamos mucho, no podemos dejar pasar esta oportunidad.
Los alcaldes de Tarragona y Reus impulsan el Àrea Metropolitana de Tarragona. ¿Lo ve viable?
Nos parece bien una vertebración territorial de esta área. Es bueno que los municipios colaboren en movilidad, residuos, urbanismo... Es cierto que los proyectos no entienden de fronteras, no tiene sentido mirar solo la línea de nuestro término municipal. Ayudaremos en todo lo que podamos para este tipo de ente.
Ha hablado del ‘qué’, ¿pero y el ‘cómo’? ¿Debe ser una nueva capa administrativa a sumar a los consejos comarcales, diputaciones...?
Debemos colaborar mucho más, esta es la línea. De hecho, internamente ya estamos repensando cosas a nivel de la estructura administrativa de la Generalitat. Catalunya tiene diversas capas que entendemos que deben ser más permeables.
Uno de los grandes proyectos territoriales será el tranvía. ¿Cuándo arrancará de nuevo el proceso?
Nuestra apuesta es clara, este año hay 19 millones de euros para el tramo Cambrils-Vila-seca con el proyecto ejecutivo sobre la mesa. La licitación de los trenes no salió bien, pero ahora la hemos reformulado y la sacaremos de forma ágil durante este primer trimestre. Somos imparables, hay dinero ya para los próximos años.
¿Es el medio de transporte del futuro para la movilidad territorial?
Es el que menos contamina y el que más descarboniza. La apuesta es clarísima.
El alcalde de Salou, Pere Granados (PSC), pide que se paralice el proyecto e incluso no descarta la vía judicial.
Encontraremos el mecanismo para hacerlo con el mínimo impacto sobre las poblaciones. Es un gran proyecto.
¿Es compatible apostar a la vez por el tranvía y los cruceros?
Todos los puertos están en un proceso de electrificación para ser más sostenibles. No estamos en la excelencia, pero tanto en Barcelona como en Tarragona ya se está trabajando en estas acciones más transformadoras. Tampoco estamos en el más coherente de los mundos, seguro que hay cuestiones que aún podemos hacer mejor en sostenibilidad (ríe).
El despoblamiento es evidente en Tarragona. ¿Cómo se frenará?
Todos buscamos soluciones. Apostamos por el Estatut de Municipis Rurals, que prevé incentivos fiscales en adquisición, alquiler o la transmisión de viviendas. Aquí entrarían 680 poblaciones, que suman 300.000 personas. También actuaremos en 503 pequeñas localidades que no tienen ningún servicio financiero. Lo llevaremos al Parlament entre marzo y abril, es urgente. No podemos esperar más.
Payeses y pescadores exigen menos burocracia y el pago de las ayudas. ¿La solución pasa por cambiar el nombre de la Conselleria? Parece aquello de ‘cambiarlo todo para que todo siga igual’...
No, esto es una cuestión simbólica. Haremos acciones con mucha profundidad. En la pesca impulsamos proyectos para facilitar la compra de embarcaciones y hacemos de interlocutores con el Estado para defender sus intereses ante Europa. Y con los payeses es necesario actuar en la línea de flotación de su supervivencia: la ley de la cadena alimentaria, los precios. Y en Europa debemos batallar en la política agraria comuna y el dinero que reciben.
¿Y la Generalitat qué hará?
Ya estamos ultimando la ventanilla única, no añadiremos más burocracia y, en breve, cobrarán las ayudas pendientes por la sequía: 160 millones.
¿La solución a la sequía pasa por desalinizar y depurar agua?
Exacto. Ya funciona en los regadíos y el ámbito industrial. En Tarragona se impulsará la desalinizadora de Cunit para que esté en marcha en 2029 con 30 hectómetros adicionales. También apostamos por la recuperación de pozos y la mejora de canalizaciones.
¿Estamos así porque en 2008 llovió y no se actuó?
Sí que se ha actuado. En ese momento se proyectó y ejecutó la desalinizadora del Prat. Se han hecho muchas depuradoras, mejorado canalizaciones... Ahora vamos a por la del Foix y la Tordera.
¿Qué le parece la propuesta de los ingenieros por construir una tubería de 65 kilómetros para llevar agua del Ebre a BCN?
No la contemplamos, la sequía la tenemos ahora y debemos encontrar soluciones. Apostamos por desalinizadoras, como la del Foix, que supondrá una inversión de 180 millones para no depender de los embalses.