Las plazas de aparcamiento del Serrallo serán de zona verde a partir del verano
Los vecinos del barrio tendrán preferencia a la hora de aparcar y, dejar el coche en las calles Lepant, Salou y Sant Joan, será más barato para ellos que para el resto de tarraconenses
Las plazas de aparcamiento en el Serrallo serán, a partir de este verano, zona verde, lo que significa que los vecinos del barrio tendrán preferencia a la hora de dejar su vehículo estacionado respecto al resto de tarraconenses. «La finalidad es regular el aparcamiento, y que el lugar deje de ser una especie de cementerio de coches. El Serrallo es un barrio, no un parking disuasorio al servicio del resto de la ciudad», asegura Xavi Puig, concejal de Territori i Mobilitat del Ayuntamiento de Tarragona.
Los vecinos llevan tiempo denunciando la utilización del barrio como aparcamiento municipal, teniendo en cuenta que la totalidad de las plazas son de zona blanca, es decir, gratuita. «La gente que vive a las afueras de Tarragona deja el coche aquí a primera hora de la mañana. Se va andando hacia la zona centro a su trabajo. Por la tarde, cuando acaban, sobre las ocho o así, lo recogen», explica el presidente de la Associació de Veïns del Serrallo, David Martín, quien añade que «de esta manera, no hay rotación de vehículos y los residentes en el barrio no encuentran nunca sitio». Otro vecino, Justo Velilla, explica que «yo me levanto sobre las cuatro de la madrugada y siempre hay plazas libres. A las nueve y media de la mañana ya está todo lleno. El Serrallo es el parking de los que viven fuera de Tarragona. Estamos hartos», dice.
Cansados de esta situación, la entidad vecinal celebró hace unos días una asamblea con los socios para conocer su opinión. La propuesta, que fue apoyada por una amplia mayoría, es convertir las plazas de aparcamiento del barrio en zona verde, lo que dará preferencia a los vecinos a la hora de aparcar. Los residentes pagarán 0,40 euros por día y, además, para darse de alta abonarán 15 euros, que solo deberá renovar en caso de cambiarse de coche. Por otro lado, los no residentes pagarán como si fuera zona azul: dos horas, cuatro euros, y la primera media hora, a veinte céntimos. Domingos y festivos, gratuito.
Los vecinos hicieron la petición al Ayuntamiento el pasado viernes, y la propuesta fue muy bien recibida por el gobierno. «Lo haremos. Solo queríamos asegurarnos de que había cierto consenso en el barrio. Tomamos el encargo y, en los próximos días, lo trasladaremos a la empresa municipal de Aparcaments», dice Xavi Puig, concejal de Territori i Mobilitat. El calendario todavía no se conoce al detalle, pero el Consistorio prevé que pueda implantarse el cambio durante los meses de verano.
«El Ayuntamiento es sensible a todo aquello que les pedimos. Es de agradecer», comenta Martín, quien añade que «creemos que esta medida que proponemos es la única manera que tenemos para conseguir cambiar esta costumbre».
Mireia es una vecina del Serrallo que explica así su experiencia. «Salgo de trabajar a las dos y tengo solo una hora para comer. Nunca encuentro aparcamiento en el barrio y me veo obligada a dejar el coche en el parking disuasorio de delante de la Tabacalera. Entre que aparco y llego a casa, tardo un cuarto de hora. Como super rápido, en veinte minutos. Es un rollo», explica Mireia. Pero lo de las plazas de zona verde tampoco le acaba de convencer. «La gente que venga a comer a los restaurantes seguirá aparcando y todavía mejor, ya que les saldrá más barato que dejar el coche en el parking del Moll de Costa», dice Mireia, quien añade que «también os lo digo: Si me garantizan que podré aparcar, pagaré encantada».
Por su parte, los restauradores también ven con buenos ojos la iniciativa. «Estoy de acuerdo con la medida. Creo que, personalmente, me va a beneficiar ya que mejorará el tema del aparcamiento y, no nos engañemos, los clientes que vienen a un restaurante a comer o a cenar, no les importa pagar una zona verde o azul», opina Xavier Veciana, del restaurante Xaloc.
Históricamente, los restauradores del Serrallo han sido muy críticos con la falta de aparcamiento en el barrio. Las alternativas son el parking disuasorio de delante de la Tabacalera –que en breve doblará su capacidad–, o el parking subterráneo del Moll de Costa, que cuesta 3,05 euros la hora.
En marcha la pacificación
La aplicación de la zona verde solo afectará a las calles Sant Joan, Lepant y Salou. Para las calles Gravina y Sant Pere, el Ayuntamiento tiene previsto la pacificación. Es decir, eliminar todas las plazas de aparcamiento y convertir la vía en una plataforma única, con preferencia para los peatones. De hecho, este es uno de los grandes proyectos de esta legislatura para el gobierno del alcalde Pau Ricomà: la peatonalización del Serrallo.
El proyecto, elaborado por la ingeniería Ambitec, está prácticamente acabado. «En los próximos días, el alcalde se reunirá con los vecinos para explicarlo», asegura Puig, quien añade que «será entonces cuando se añadirán algunos cambios, si son convenientes, antes de mandarlo a contratación». El proyecto, finalmente, ascenderá a 600.000 euros, casi el doble de lo que estaba previsto en un primer momento. «Las calles Gravina y Sant Pere se pacificarán, a través de una plataforma única, parecida a la calle Espinach –la paralela–», explica Puig, quien añade que «el proyecto también contempla soterrar y ordenar el cableado aéreo, que en la actualidad va de un edificio al otro». Se trata de dos reivindicaciones vecinales históricas que, por fin, antes de acabar esta legislatura –en mayo de 2023– serán una realidad.
El único contratiempo con el que se encuentra el plan es que todavía no está asegurada parte de la financiación. «Sacaremos el dinero de donde sea. Si conviene lo retiraremos de otra partida que no esté tan avanzada», asegura el concejal, quien tampoco descarta que se consigan fondos europeos para la causa. Finalmente, Puig concluye que «será un cambio muy importante para el barrio. Una idea transformadora que, seguramente, servirá como modelo para otras ciudades turísticas como es el caso de Tarragona».