Las multas de tráfico por exceso de velocidad se disparan este 2024 en Tarragona

El Ayuntamiento atribuye este aumento al incremento de controles. En 10 meses de este año ya se ha superado en un 20% a todo el 2023 en cuanto a sanciones de este tipo se refiere

El año 2024 ha marcado un aumento más que considerable en las sanciones por exceso de velocidad en Tarragona. Hasta el mes de octubre, la Guardia Urbana ha registrado 2.138 multas, un 20% más que en todo el año 2023, cuando se contabilizaron 1.776. Este incremento, según el intendente de la Guardia Urbana, Manel Vázquez, se debe principalmente a la intensificación de los controles, pero también pone de manifiesto que muchos conductores aún no respetan los límites de velocidad establecidos.

Desde la puesta en marcha de Tarragona Ciutat 30 en septiembre de 2020, la ciudad ha intentado fomentar una movilidad más «segura y sostenible», limitando la velocidad máxima en la mayoría de las calles a 30 km/h. Sin embargo, las cifras de sanciones sugieren que la medida, aunque impuesta con la mejor de las intenciones, todavía encuentra resistencia entre ciertos sectores de la población.

Más controles

Manel Vázquez señala que el notable aumento de las sanciones está relacionado con una mayor frecuencia de controles de velocidad en puntos estratégicos de la ciudad, que incluyen zonas residenciales, polígonos industriales y otras áreas donde los vecinos han denunciado problemas de tráfico.

«No se trata solo de sancionar, sino de garantizar un tráfico más seguro para todos: conductores, peatones, ciclistas y usuarios de vehículos de movilidad personal», explica Vázquez. Sin embargo, el aumento en el número de multas plantea interrogantes sobre la efectividad de las campañas de concienciación y si los conductores entienden por qué hay que circular a 30 por hora.

La llegada de la ‘Ciutat 30’

Cuando en 2020 se implementó Tarragona Ciutat 30, el objetivo era reducir los accidentes graves, proteger a los peatones y ciclistas, y avanzar hacia una movilidad sostenible. Durante el primer año de la medida, la pandemia de Covid y los confinamientos redujeron drásticamente la movilidad y los controles, lo que dificultó medir su impacto inicial. Ahora, cuatro años después, los datos muestran que aunque la velocidad en general se ha reducido, todavía hay muchos conductores que no respetan la norma. «Reducir la velocidad es clave para prevenir accidentes. Circular a 30 km/h permite reaccionar con más rapidez ante imprevistos y evita daños graves en caso de colisión», insiste Vázquez.

Además de los controles en puntos estratégicos, la Guardia Urbana ha intensificado su presencia en áreas señaladas por los vecinos como problemáticas. Estas zonas suelen incluir calles con alta densidad de peatones y tráfico, donde el exceso de velocidad supone un riesgo evidente.

«Hay zonas donde los conductores, a pesar de la señalización, siguen superando los límites de velocidad y poniendo en peligro a los demás. Escuchamos a los vecinos y actuamos para mejorar la seguridad», añade el intendente.

El aumento de las multas plantea dudas sobre si las campañas de educación vial han sido lo suficientemente efectivas. Aunque las sanciones tienen un efecto disuasorio, el hecho de que las infracciones hayan crecido en lugar de disminuir sugiere que aún queda trabajo por hacer en la sensibilización de los conductores. En este contexto, el Ayuntamiento tiene un reto doble: reforzar los controles y, al mismo tiempo, intensificar iniciativas para que los conductores comprendan que respetar los límites no es solo una obligación , sino una medida que salva vidas.

Las sanciones

El sistema de sanciones penaliza el exceso de velocidad en función de la gravedad de la infracción: entre 38 y 50 km/h en una vía de 30 km/h: multa de 100 euros, sin pérdida de puntos; entre 51 y 60 km/h: multa de 300 euros y retirada de dos puntos del carné; más de 60 km/h: multas que pueden superar los 500 euros y pérdida de más puntos.