Las inspecciones de embarcaciones recreativas en Tarragona: una de cada cinco tiene irregularidades
La Guardia Civil prevé una temporada de verano con una «gran afluencia» de motos de agua, yates y lanchas. En 2023 realizaron 350 actuaciones
La Guardia Civil de Tarragona realizó 350 inspecciones a embarcaciones recreativas en el año 2023. El 20 % de estas resultaron en infracciones administrativas, aunque no todas terminaron en sanción, ya que se corrigieron posteriormente tras entregar la documentación requerida durante la inspección.
De hecho, desde la Benemérita destacan que muchas de las infracciones se deben a la falta de seguro a bordo, así como el permiso de navegación o el título para el gobierno de la embarcación.
Desde principios de año, ya se han tramitado unas ochenta infracciones administrativas. La campaña de verano comenzó el 15 de junio y se extenderá hasta mediados de septiembre. Prevén una «gran afluencia» de lanchas, yates o motos de agua en la costa de la demarcación.
El servicio marítimo de la Guardia Civil de Tarragona ya está en pleno rendimiento patrullando la costa tarraconense y del río Ebre para informar sobre las medidas de seguridad que deben cumplir las embarcaciones recreativas y para verificar que tienen toda la documentación necesaria. Durante los primeros quince días de la campaña, las tres embarcaciones de la unidad -la Río Francolí, la Río Martín y la S 30- ya han recorrido las zonas «más concurridas», como son las playas de Salou. «Es el municipio más turístico y donde hay más afluencia, también donde suelen haber más incidencias», indica el sargento primero del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Tarragona, Carlos Fernández.
El agente explica que se dedican a inspeccionar explotaciones situadas en las playas y en los puertos, así como los yates o las motos de agua. «Verificamos que se cumplan las medidas de seguridad y que tengan toda la documentación en regla», comenta el policía. También subraya que realizan controles en zonas de fondeo y baño porque estas últimas son una área «sagrada», donde no pueden entrar las embarcaciones porque suponen un «peligro» para los bañistas.
Según el sargento, el perfil de las personas sancionadas son mayoritariamente propietarios de embarcaciones recreativas que carecen de documentación. También hay aquellas personas que alquilan los vehículos marítimos, ya sea porque incumplen alguna normativa de seguridad -entonces recae en la explotación- o porque se encuentran en una zona de baño o fondean en una área prohibida. «También hay personas que no usan el chaleco salvavidas cuando navegan con una moto de agua o que lo hacen fuera de los horarios permitidos», añade Fernández.
Asimismo, detalla que al inicio de la temporada hay personas que no están «acostumbradas» al uso de las embarcaciones o que no les han hecho el mantenimiento «adecuado» durante el año. Por lo cual, indica, puede faltar algún tipo de documentación, como el seguro o que tengan el permiso de navegación caducado, así como los chalecos salvavidas. «En la primera quincena de la campaña de verano nos dedicamos a incidir en estos aspectos para que lo corrijan y puedan navegar con absoluta seguridad, sin tener ningún problema en el mar», destaca. A partir de julio, comenzarán a sancionar.
Infracciones administrativas
El año pasado, la unidad de salvamento marítimo realizó 350 inspecciones. De estas, unas 75 resultaron en infracciones administrativas, la mayoría de las cuales (50) se impusieron porque faltaba documentación.
Las 25 restantes fueron por el incumplimiento de medidas de seguridad, como por ejemplo, navegar en una zona ilegal o sin llevar el chaleco salvavidas. «Estas personas no son delincuentes, nuestro objetivo no es sancionar sino verificar que se cumplen las medidas de seguridad y que puedan disfrutar con tranquilidad, sin ningún incidente», sostiene.
Previsión: «más trabajo»
Fernández prevé que este año tendrán «más trabajo» de carácter administrativo, ya que augura que habrá una «gran afluencia» de yates, motos de agua y otros tipos de embarcaciones en el mar debido a que la previsión es que sea un verano «cálido». «Nos gustaría tener el don de la ubicuidad y estar en todas las playas de la demarcación de Tarragona, pero desgraciadamente solo podemos estar en una zona concreta y, a veces, las incidencias ocurren en la otra punta del territorio», concluye.