La Vall de l’Arrabassada acabará en el vial de acceso a la autovía con el nuevo POUM de Tarragona
Otra de las opciones, respecto a los nuevos sectores residenciales, será desclasificar el ARE de Sant Salvador y que Pou Boronat pase a ser considerado un plan parcial
El futuro POUM incluirá la culminación de la Vall de l’Arrabassada, con la urbanización de los terrenos entre el Nou Estadi-Costa Daurada y el vial de acceso a la autovía. Esta es una propuesta que, según el Ayuntamiento de Tarragona, se está trabajando a «nivel técnico» y que debe servir para acabar con el crecimiento de esta parte de la zona de Llevant, después que el polémico proyecto de La Budellera quiere aparcarse definitivamente.
«No es una propuesta que salga del equipo de gobierno sino de los técnicos, ya que con el PMU-34 las calles acaban sin una salida porque se esperaba el futuro desarrollo de La Budellera y, al no producirse este crecimiento, tenemos que buscar una solución», indica el concejal de Urbanisme, Nacho García. La iniciativa todavía se está trabajando a nivel interno, por lo que no está definida la superficie que ocupará ni la volumetría prevista.
Por el momento, el cuarto teniente de alcalde avanza que la idea es que sea un sector de crecimiento «muy pequeño», que busca «acabar de completar» la ciudad hacia este extremo.
Sin lugar a dudas, la principal apuesta por el crecimiento de la ciudad que incluirá el nuevo POUM que se está redactando pasa por la Vall del Llorito. Este es un plan que ya se incluía en el documento aprobado en 2013 y que cayó con la sentencia del Tribunal Supremo que anulaba este planeamiento, por lo que en las normas subsidiarias está catalogado como suelo rústico no urbanizable.
La apuesta, la Vall del Llorito
El gobierno del PSC ha decidido recuperarlo, ya que se ve una oportunidad para cohesionar la zona norte de la ciudad con el centro. No obstante, siempre se ha defendido que este sector debe «redimensionarse» acorde con los objetivos que se han marcado, lo que podría allanar el camino para que formaciones como ERC o ECP pudieran mostrarse favorables.
En su momento este ocupaba una superficie de 113 hectáreas en las que se preveía la construcción de hasta 6.830 viviendas, 804 más que en La Budellera que, por otro lado, abarcaba un total de 134 hectáreas.
García defiende que «no puede ser la misma mancha, porque no cumple con los estándares urbanísticos actuales». Esta es la directriz sobre la que trabaja el equipo redactor, que está elaborando una propuesta que a posteriori se presentará a los grupos municipales.
Sin el ARE de Sant Salvador
El plan también se pronunciará sobre las Àrees Residencials Estratègiques (ARE), que en su momento planificó la Generalitat. En este caso, la ciudad tenía delimitados dos sectores de crecimiento, como son el de Pou Boronat y el de Sant Salvador. En cuanto a este último, afectaba a una superficie de 23 hectáreas –a caballo entre el término municipal de Tarragona y Els Pallaresos– en los que se preveía la construcción de 1.145 viviendas.
Al respecto, el edil socialista afirma que «de momento, será suelo no urbanizable». Esta descatalogación viene después que «no hay un interés especial» para que pueda desarrollarse, aunque no se descarta que pudiera volver a considerarse si el sector se plantea de forma que permite «religar» la parte de Interblocs con el núcleo de Sant Ramon.
En cuanto al Pou Boronat, que afecta a los terrenos situados al costado derecho de la carretera de Valls, el Ayuntamiento ve con buenos ojos que siga adelante y, por tanto, se mantendrá. No obstante, la administración local solicitará su «descatalogación» como ARE, para que pueda tramitarse como un plan parcial más. «Es una figura que ya no tiene sentido, porque la Ley de Vivienda del Estado ya contempla unos porcentajes de vivienda de protección oficial y pública», argumenta el responsable de Urbanisme, quien recuerda que de la planificación que hizo en su momento la Generalitat «tan solo se ha desarrollado uno de estos sectores en toda Catalunya».
¿Y Mas d’en Sorder?
Esta modificación se plantea desde el punto de vista que «desligándolo» de los planes de la administración autonómica, la nueva urbanización pueda seguir adelante, ya sea a través de la vía de la cooperación o la de la colaboración. En este caso, la superficie afectada alcanzaba las 36 hectáreas, en las que se preveía la construcción de hasta 1.832 viviendas. Ahora se está estudiando si se mantendrán estas cifras o si se reducirá su abasto, teniendo en cuenta que se están replanteando las cargas urbanísticas asociadas a la construcción de un vial, que no daba acceso a la futura urbanización.
Donde no hay un consenso es alrededor de Mas d’en Sorder. En este caso, el ejecutivo de la Plaça de la Font tiene la intención de repescar un proyecto que cayó cuando estaba a punto de hacerse la aprobación definitiva, que permitía la construcción de 236 viviendas junto al campo de golf Costa Dorada y que incluía la rehabilitación de la antigua masía, como hotel de alto standing. «Cuando apostamos por el desarrollo de este sector urbanístico, no lo hacemos porque haya un pelotazo, sino para garantizar la preservación de un bien patrimonial, como es la cúpula modernista del antiguo mas», indica García.
La Generalitat no ve con buenos ojos esta iniciativa, mientras tanto sigue adelante la reclamación patrimonial por parte de los promotores.