La URV propone generar tres reservas marinas en la costa de Tarragona
El objetivo es que sean espacios regulados que propicien la biodiversidad, lo que en un futuro puede convertirse en un atractivo tanto para el turismo como para la pesca
Recuperar la biodiversidad marina es una asignatura pendiente para una ciudad con casi 15 kilómetros de costa, que tiene en el litoral uno de sus principales activos. Las iniciativas que se han llevado a cabo se centran exclusivamente en la playa del Miracle, donde hace tres años se inició la primera experiencia, sumergiendo biótopos experimentales. Y los resultados han sido «mucho mejores de lo esperado». «A pesar de que es una zona portuaria, se ha detectado la presencia de más de 280 especies, entre las que se encuentran pulpos y huevos de calamar», asegura Jaume Folch, del grupo de investigación TecnATox, de la URV.
¿Qué pasaría si esto pudiera hacerse también en otros espacios, regulando los usos? Es la pregunta que se ha hecho este equipo, que propone ir «más allá», generando diferentes ámbitos protegidos que faciliten la «regeneración» de especies.
La filosofía parte del proyecto que se impulsó en la playa de El Regueral de Cambrils, donde se estableció una franja de 80 metros en la que se hizo una reserva de posidonia. «Al final, después de cuatro años consiguió cambiarse el concepto de un espacio que se estaba degradando a otro de muy valioso, porque se solicitó un proyecto europeo para gestionar el litoral que daba mucho valor a la pradera», indica Folch. Desde las escuelas a los nadadores en aguas abiertas y los pescadores han acabado implicándose en un proyecto, que podría catalogarse como ‘excepcional’ en el litoral del sur de Catalunya.
Tres espacios
Partiendo de este mismo modelo, el grupo TecnATox propone generar tres «cajones» de unos 200 ó 250 metros de longitud, de forma que todo el espacio desde la línea de costa hasta pasada la zona de boyas quedaría incluido. El objetivo es que en este ámbito se establezca una regulación, que impida la pesca deportiva, así como el amarre de embarcaciones, unas limitaciones que, por otro lado, irían acompañadas con un plan de acciones para la recuperación de este ecosistema marítimo con importantes síntomas de «degradación», según los expertos.
En concreto, la propuesta que se hace para ubicar estos ‘cajones’ o ámbitos de protección son la playa del Miracle, los Morrots de la Savinosa y la zona del Bosc de la Marquesa, desde el final de la Platja Llarga a la Punta de la Móra. La selección se ha hecho teniendo en cuenta que son tres espacios con un importante valor ambiental o en el que deben pasar cosas en los próximos años. En el caso del Miracle, por ejemplo, se ha tenido en cuenta que aquí el Ayuntamiento ha ganado una subvención para el desmontaje de la plataforma de hormigón, que debe dar paso a renaturalización de todo este entorno. «Sería muy interesante que pudiera aprovecharse todo esto para continuar también con la recuperación de la parte marítima», indica Folch. Asimismo, la posibilidad de incrementar la presencia de biótopos se ve como una oportunidad para la estabilización de los sedimentos, teniendo en cuenta que esta es una playa en la que cada año tienen que hacerse aportaciones de arena.
Gestión del espacio marítimo
La Savinosa también está de actualidad, después que, de nuevo, se ha puesto el foco en la recuperación del antiguo preventorio. «Se está hablando mucho de la parte terrestre de los morrots, pero no de la marina, y si se hace todo lo que se ha dicho, también debería haber algún tipo de protección del espacio natural submarino», argumenta Folch. En cuanto a la zona del Bosc de la Marquesa, este entorno forma parte de la Xarxa Natura 2000, sin embargo, nunca se ha definido una estrategia de gestión, a pesar de que tres cuartas partes de la superficie protegida forman parte del ámbito acuático. Y esto está pasando factura. Sobre todo, durante los meses de verano, cuando durante los fines de semana se registra una «sobrefrecuentación» de embarcaciones deportivas. «Es una cosa que debería regularse con boyas de fondeo, porque cada vez que tiras un muerto va degradándose el fondo marino», señala Folch.
Por el momento, la propuesta se ha presentado en el marco del Consell Municipal de Medi Ambient, el foro liderado por el Ayuntamiento de Tarragona, en el que las instituciones y entidades ecologistas debaten las propuestas que afectan a este ámbito. El objetivo es que buscar dinero en las instituciones europeas que ayuden a financiarlo. Pese a ello, si quiere tirarse adelante una «regulación» que permita revertir algunas de las malas prácticas existentes, la responsabilidad recae sobre la administración local y aquí hace falta «mucha pedagogía» y que tanto la ciudadanía como la pesca o el turismo vean «puede aportar importantes beneficios para todos».