La temperatura a partir de la que sube la mortalidad por calor en Tarragona

No todos los territorios son iguales. El Ministerio ha actualizado el umbral que marca cuándo el calor es una amenaza para la salud. En la provincia son los 35,5ºC

No son lo mismo 30ºC en Palencia que en Girona, ni tampoco en Granada o en A Coruña. Cada provincia tiene una temperatura máxima indicativa. A partir de ella el calor se vuelve una seria amenaza. Son las llamadas temperaturas umbrales de referencia de impacto en salud. Es un dato que varía en función del lugar y que el Ministerio de Sanidad ha actualizado este año.

En Tarragona, la cifra se sitúa en 35,5ºC. Todo lo que supera esa marca hace que aumente la mortalidad de forma significativa y que, por tanto, las altas temperaturas se empiecen a traducir en un agravamiento de la salud y en un aumento de los fallecimientos, tal y como pasó el año pasado, excepcional, sobre todo en cuanto a duración. Sanidad extrae ese dato del Observatorio de Referencia de la Agencia Estatal de Meteorología, ubicado en el aeropuerto de Reus.

Diferencias territoriales

Es el número límite a partir del que se deben activar los protocolos y no es el mismo en todos los sitios: en Barcelona es el 31ºC, en Lleida es 37,9ºC y en Girona 33,5ºC. En Madrid la cifra de riesgo son los 36 grados, en Asturias se queda en 26 y en Valencia en 34,5.

Todo ello forma parte del Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la salud, activado por Sanidad el 15 de mayo y que se alarga todo el verano.

El Ministerio admite que «el territorio español presenta una importante variabilidad geográfica que es necesario tener en cuenta a la hora de proponer y aplicar las medidas de control y de protección de la salud».

El objetivo es «mitigar los efectos negativos que el calor puede tener sobre la salud de la ciudadanía, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, como personas mayores, mujeres gestantes, menores y enfermos crónicos, así como en aquellos colectivos que desempeñan su trabajo o realizan esfuerzos al aire libre».

Sanidad, en su plan nacional, establece que «el riesgo de mortalidad atribuible a las altas temperaturas crece entre un 9,1% y un 10,7% por cada grado que la temperatura ambiente asciende por encima del umbral de impacto en la salud por temperaturas excesivas en las provincias de España».

El exceso de mortalidad se ha asociado a tramos de tres o más días consecutivos de temperaturas altas y no habituales. Sus efectos se pueden observar durante dichos periodos o con un retraso de hasta tres días.

Más datos para calibrar las consecuencias: por cada día que hay un episodio de calor extremo, la mortalidad se incrementa, de media, en tres defunciones al día.

Obviamente, el marco de fondo que ha llevado a actualizar estos planes es el cambio climático y el calentamiento global, como reconoce Sanidad, que apunta: «A la luz del conocimiento científico actual, las previsiones indican un aumento en la frecuencia y la intensidad de los episodios de calor intenso».

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