La Tabacalera universitaria de Tarragona abrirá en 2026 y tendrá 120 alumnos de grado deportivo
Euses, con presencia en las otras tres capitales de provincia catalanas, es la única empresa que ha presentado oferta. El objetivo es que, como en el Ebre, sea un centro adscrito a la URV
La Tabacalera universitaria será una realidad en dos años y, en cinco, ya contará con 120 alumnos. Este es, a día de hoy, el calendario que maneja la única empresa que se ha presentado al concurso público para construir y gestionar durante 40 años el almacén 5 del histórico complejo de la Part Baixa: la Escola Universitària de la Salut i l’Esport (Euses), que lleva 12 años consolidada en las Terres de l’Ebre, con un total de 450 estudiantes.
La firma ha presentado la documentación y, en estos momentos, los técnicos municipales la están validando. Se han abierto ya los primeros sobres, referentes a los requisitos administrativos y el proyecto, y falta todavía analizar la propuesta económica, que será de 4,6 millones de euros.
Al ser la única aspirante, si no hay ningún error formal todo parece indicar que la adjudicación y formalización podría ser solo cuestión de semanas.
«Es un espacio fantástico»
El centro, que tiene presencia en las otras tres capitales de provincia catalanas, ve en la opción de la Tabacalera un emplazamiento «fantástico» para «complementar» su campus de las Terres de l’Ebre, donde en la actualidad imparte los grados en Grau en Ciències de l’Activitat Física i de l’Esport (CAFE) y Fisioteràpia, además del que comporta la doble titulación. También oferta posgrados.
«La Tabacalera es un espacio emblemático, perfecto para ser el edificio docente. Tiene un buen acceso y una óptima ocupabilidad», indica el director académico de Euses Terres de l’Ebre, Xavier Nadal, quien conoce bien el recinto y la ciudad porque estuvo vinculado a la organización de los Juegos del Mediterráneo de Tarragona del año 2018.
«Tarragona ha apostado por el deporte. Tiene muy buenos equipamientos en el Anillo Mediterráneo de Campclar, como el remodelado estadio de atletismo o la piscina de 50 metros», indica Nadal, quien no confirma si los futuros estudiantes usarán las instalaciones del barrio de Ponent. «De momento, nos centramos en el edificio docente. El resto ya se verá en base a conversaciones posteriores», indica el director académico, quien también valora la «proximidad» entre la Tabacalera y «las instalaciones deportivas de la ciudad».
Empezará con 30 universitarios
El planning de Euses es, inicialmente, proponer en Tarragona el grado en Ciències de l’Activitat Física i de l’Esport, además de ciclos formativos de FP que todavía no se han determinado. Por lo que se refiere al grado deportivo, este contará con una oferta de 30 plazas por curso. Esto se traduce en el hecho de que en 2026 la Tabacalera contará con 30 estudiantes universitarios, mientras que en 2027 tendrá 60; en 2028 habrá 90; y, en 2029, ya albergará a los 120 previstos.
La cifra total de estudiantes del centro se conocerá cuando se confirmen los ciclos formativos que el Departament d’Ensenyament de la Generalitat apruebe para el proyecto tarraconense. En todo caso, la oferta también será de 30 plazas por curso y ciclo.
Como en las Terres de l’Ebre, la idea de Euses es convertirse en Tarragona en un centro adscrito de la Universitat Rovira i Virgili (URV). «Estamos en contacto con la universidad. Tenemos muy buena relación con el rector y diferentes vice rectores. Siempre nos han apoyado en todo lo que han podido», detalla Nadal, quien destaca que en el Ebre, «realizamos actividades conjuntas».
Carencia de dos décadas
Desde el Ayuntamiento de Tarragona, el concejal de Esports –Berni Álvarez (PSC)– destaca que el gobierno municipal «tiene grandes expectativas» en el hecho de que «la vertiente educativa sea el motor de la reapertura de la Tabacalera». En conjunto, el consistorio saca a gestión externa el uso del almacén 5 del recinto, que cuenta con una superficie de 2.864 metros cuadrados. La propuesta contempla que el periodo de concesión del espacio sea para cuarenta años, así como que la inversión necesaria para adecuar el inmueble –4,6 millones– la asuma el concesionario.
El futuro gestor contará con una carencia de 20 años para empezar a pagar el canon al Ayuntamiento, ya que este es el periodo de tiempo que se considera necesario para que la compañía pueda amortizar la inversión inicial. Por ello, a partir del año 21 de concesión se empezará a abonar un pago anual de 212.209 euros al consistorio, a raíz de unos 17.784 al mes.