La plantilla de Correos en Tarragona i el Ebre finaliza siete días de huelga sin haber llegado a un acuerdo

CGT exige que se cubran las plazas vacantes para frenar el aumento de trabajo, el estrés y el malestar de los trabajadores

La plantilla de Correos en el Camp de Tarragona y en las Terres de l’Ebre ha finalizado este viernes siete días de huelga sin haber llegado a un acuerdo con la empresa. Desde el pasado 15 de junio, cientos de trabajadores -un 25% del total- han secundado la acción impulsada por CGT que consistía en paros parciales de dos horas en cada turno.

Lo han hecho para exigir que se cubran las plazas vacantes, sobre todo «ahora en verano que todo es un caos». «Hay gente que está entrando antes a trabajar porque no puede asumir la carga de trabajo que se le está dando», han denunciado desde el sindicato, que reconocen que esto afecta a los ciudadanos, quienes reciben notificaciones importantes fuera de plazo. Por todo ello, no descartan convocar nuevas movilizaciones.

Una veintena de trabajadores se han concentrado este viernes al mediodía a las puertas de la oficina de Correos en la plaza Corsini de Tarragona para denunciar que, después de cinco días de huelga, no han llegado a un acuerdo para solucionar la situación de sobrecarga que vive la plantilla. «Hay bajas, hay vacaciones, hay excedencias...», ha denunciado el secretario general de CGT Correos en la demarcación de Tarragona, Pau Pastor, que ha recordado que se trata de una plantilla «bastante envejecida».

Además, ha reconocido que el malestar y el estrés que viven los trabajadores afectan, directamente, a la ciudadanía. «Hay gente que tenía citas de médico que les han llegado caducadas u otras que tenían notificaciones de tráfico con el período de bonificación caducado», lamentó Pastor.

Más allá de la ampliación de personal, el sindicato CGT también exige «recuperar el poder adquisitivo perdido en el kilometraje, puesto que se está pagando a 0,19 euros, aunque según un real decreto del año pasado se debería pagar a 0,26 euros». «Eso significa que un repartidor que tenga una zona de 50 kilómetros está dejando de ingresar unos 70 euros al mes, aproximadamente», han denunciado.

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