La nueva fase de excavaciones en la Catedral de Tarragona se centrará en la zona norte
El proyecto, que se prolongará por un periodo de cuatro años, quiere buscar elementos que permitan conocer la basílica visigoda y si había un segundo templo de culto
La Catedral de Tarragona iniciará en los próximos días una nueva fase de excavaciones, que en esta ocasión se centrarán en el ámbito norte-occidental del recinto y que están vinculadas al proyecto del nuevo Museu Diocesà de Tarragona. La intervención es ambiciosa y ha conseguido entrar en las convocatorias cuadrienales de la Generalitat, de forma que se prolongará hasta 2025, ascendiendo la inversión total a los 360.000 euros.
El Museu Bíblic i el Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) lideran este proyecto que persigue un doble objetivo. Por un lado, seguir avanzando en la ampliación del conocimiento arqueológico de la Catedral e ir resolviendo los interrogantes en la sedimentación histórica que presenta este recinto, desde la época romana hasta nuestros días. Y, por el otro, que estas intervenciones arqueológicas y por tanto los contenidos puedan incorporarse al discurso museográfico del futuro museo.
Según el cronograma, esta nueva fase de excavaciones arrancará para Santa Llucia con nuevas pruebas geofísicas, que se espera que aporten información sobre la catedral visigoda y la presencia de un segundo recinto de culto, en este caso de carácter pagano. Este estaría ubicado en lo que actualmente se denomina la Sala Axial, aunque los muros perimetrales podrían llegar hasta el Seminari. Estos límites son los que van a intentar dibujarse ahora con este proyecto, centrando la actividad prevista para el año 2024. Previamente se abordará la parte exterior del claustro, mientras que la última fase de excavaciones se centrará en la zona de los jardines de la capilla de Santa Tecla la Vella, que está en fase de restauración.
Precisamente la Sala Axial es donde hizo sus excavaciones mosén Serra Vilaró en 1933, las primeras que se hicieron en el recinto de la Catedral y cuyos estudios y conclusiones podrán revisarse ahora cuando están a punto de cumplirse cien años de estos trabajos. Así lo explicó el director arqueológico del proyecto, Josep Maria Macias, quien puso en valor el carácter «pluridisciplinar» de una intervención en el que, además de arqueólogos y geólogos, también intervendrán topógrafos y una amplia variedad de especialistas, que deben permitir obtener una secuencia diacrónica que explique la transformación de todo este espacio.
Socializar el conocimiento
Macias explicó que el objetivo de esta intervención es que el recinto de la Catedral sea «un complemento artístico y turístico para la Part Alta de Tarragona». Y, en este sentido, el director del Museu Diocesà, Andreu Muñoz, insistió en que «tanto las intervenciones como los contenidos puedan incorporarse al discurso museográfico del futuro Museu».
El nuevo proyecto tiene una clara orientación hacia la transferencia de resultados, con el objetivo de contribuir a la socialización del conocimiento científico y ciudadano. Y, en este sentido, los resultados esperados incluirán la creación de recursos permanentes con exposiciones y jornadas de puertas abiertas que contribuyan a su divulgación.
Este será el tercer programa de excavaciones en el recinto de la Catedral, las cuales deben permitir profundizar sobre un yacimiento en el que en 2007 ya se hicieron las primeras prospecciones geofísicas que, a continuación, derivaron en levantar el subsuelo de la basílica donde se hallaron las estructuras arquitectónicas del Temple d’August.
Este es un proyecto en el que además del Museu Diocesà y el ICAC también participan la Generalitat, la URV y el Ayuntamiento de Tarragona, además de la Fundació Mutua Catalana y Repsol. Durante su presentación se puso en valor este trabajo en equipo entre las diferentes instituciones.