La Móra reactivará en otoño el proceso para descentralizarse de Tarragona
Los vecinos recogerán firmas tras el verano, pero el gobierno local apuesta por un plan para «solucionar demandas históricas». ERC y Junts abren la puerta a apoyar la EMD
La Móra vuelve a acelerar para ser una Entidad Municipal Descentralizada (EMD) de Tarragona. Tras años de gestiones y negociaciones con el Ayuntamiento, la Associació de Veïns tiene previsto reactivar este otoño el proceso para lograr una mayor independencia de la capital. Así lo confirma al Diari el presidente de la entidad que representa a los 2.000 residentes del barrio de Llevant, Albert Franquès, quien anuncia que su organización iniciará una recogida de firmas en las próximas semanas.
«Queremos seguir hacia adelante, por esto me puse al frente. Volveremos a retomarlo tras el verano. Repasaremos todo lo que se ha hecho y avanzaremos para acercar la administración a los vecinos. La EMD es la única solución», indica el dirigente vecinal.
El gran reto para los vecinos será recoger el 50% de firmas del censo, formado por unas 2.000 personas, si bien lógicamente hay menores. «El objetivo es lograr 800 firmas, así seguro que pasamos del 50% que nos exigen, ya que no sabemos cuántos de los vecinos tienen más de 18 años», recalca el presidente vecinal.
¿Medio millón de superávit?
¿Por qué La Móra sigue en pie de guerra para ser una EMD? Franquès lo tiene claro. «Aquí faltan muchas cosas. No tenemos CAP ni ambulatorio, no tenemos guardería y ni siquiera la policía pasa con la frecuencia que debería. Muchos pueblos con menos población tienen todos estos servicios. No podemos aflojar», dice el Franquès.
De hecho, la Associació de Veïns incluso ha elaborado un presupuesto de lo que sería la gestión económica de La Móra en caso de ser una EMD. «Lo hicimos con técnicos especialistas después de que el Ayuntamiento, después de mucho insistir, nos diera los números. Tendríamos medio millón de superávit al año para poder destinarlo a inversiones para el barrio», recalca el presidente de la entidad.
En concreto, el análisis indica que la futura EMD ingresaría 3,2 millones de euros al año, con unos gastos anuales de 2,7. Esto se debería a los dos mil habitantes y al tejido empresarial que tributa en la zona, que pagarían más de dos millones de euros al año en impuestos: 1,7 de IBI; 325.000 de la tasa de la basura; 122.000 euros de vehículos; y 106.000 de plusvalía, se indica en el estudio mientras que las compañías aportarían otros 95.000 en base al Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
Asimismo, el estudio contempla también recibir 700.000 euros al año por parte de administraciones superiores, en base a subvenciones o por la participación proporcional de los tributos estatales y autonómicos por población: 500.000 del Gobierno Central; 125.000 de la Generalitat; y 75.000 de la Diputació. En total, pues, más de 3,2 millones de euros al año en ingresos.
Por lo que se refiere a los gastos, estos se situarían en los 2,7 millones anuales. La mayor parte de estos –2.094.000 euros– corresponderían a «bienes y servicios». En el informe se detallan gastos anuales como 300.000 euros en transporte –que no sería la EMT, sino un privado, además del servicio escolar del Consell Comarcal–; 225.000 en suministros; 20.000 en comunicaciones; y 11.000 en material de oficina. Asimismo, también se prevén 500.000 euros al año en gasto de personal.
«No es la solución»
El gobierno municipal, sin embargo, considera que la EMD «no es la solución para los vecinos de La Móra», según indica la concejal responsable de la zona de Llevant, Isabel Mascaró (PSC). «Hay proyectos para La Móra, y estamos solucionando demandas históricas», recalca la edil socialista. «Sabemos que la gente de La Móra es y quiere seguir siendo parte esencial del Tarragona, porque para este gobierno lo es. En la reunión que mantuvimos hace muy pocos meses con vecinos así nos lo trasladaron al alcalde y a mí», añade.
Asimismo, Mascaró destaca que, entre las principales inversiones previstas en el barrio de Llevant, destacan el depósito para almacenar mil metros cúbicos de agua, con una ayuda Next Generation de 1,5 millones de euros, así como la ampliación de la estación de bombeo y la renaturalización del canal, incluida en el proyecto Greenbelt.
ERC: «viabilidad y firmas»
Entre las formaciones de la oposición, Esquerra y Junts abren la puerta a apoyar la reclamación vecinal, esto sí, con matices y exigencias. «La Móra necesita tener a un Ayuntamiento que se preocupe por el barrio, que lo pise y que priorice tirar hacia adelante todo lo que el gobierno republicano dejó proyectado», indica la portavoz de ERC, Maria Roig, quien cita también «el carril bici hasta Altafulla y Tarragona, las mejoras en el aparcamiento y las pistas deportivas».
Roig, eso sí, abre la puerta a la EMD de La Móra «si los vecinos recogen las firmas suficientes y se aprueba la viabilidad económica por las dos partes». En caso de darse este último escenario, Roig afirma que «sería necesario respetar la demanda y mirar cómo materializarla».
De manera parecida se expresa Jordi Sendra (Junts). «Siempre hemos dicho que la mejor solución es acabar con la desinversión de La Móra. Por esto pactamos con el PSC la remodelación del paseo, el alumbrado en las pistas deportivas y avanzar en la renaturalización del canal», indica el portavoz juntaire, quien avanza que «si todo esto no se ejecuta apoyaremos la petición» de EMD.
Desde el PP, Maria Mercè Martorell considera que «si La Móra estuviera bien tratada por el Ayuntamiento nadie hablaría de este tema», y denuncia que «el gobierno del PSC ha abandonado este barrio y a la ciudad de Tarragona en general».
Finalmente, Jordi Collado (ECP) tiene claro que «las EMD no son una solución por sí solas: requieren de capacidad presupuestaria suficiente, cosa que La Móra no tiene». El edil de los Comuns recalca que el barrio de Llevant «no tendría capacidad de inversión», y considera que «cuando estuviera controlada por el partido del gobierno tendría poca capacidad de influencia», mientras que cuando estuviera liderada por la oposición «sería una punta de lanza sin capacidad de negociación».