La Generalitat arranca el plan para medir el ruido de la industria tarraconense
Acció Climàtica pretende instalar catorce sensores de sonido en las poblaciones cercanas a los polígonos químicos norte y sur durante el primer trimestre del siguiente año
El departamento de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat ha adjudicado la compra de 14 sensores de monitorización de sonido para instalarlos en torno a los polígonos químicos norte y sur del Camp de Tarragona. De esta manera arranca un plan pionero en Catalunya que permitirá conocer con exactitud la contaminación acústica que procede esta actividad.
Estos equipos, junto a tres sonómetros que permitirán monitorizar los resultados de los sensores, han de medir el impacto acústico que genera cada empresa de la industria química. Carles López, responsable de evaluación y gestión de contaminación acústica del departamento, explica que estos datos no eran hasta ahora accesibles.
Si bien hay estudios similares en otras zonas de Europa, el abaratamiento de los costes de estos equipos permitirá hacerlo por primera vez en el territorio.
El proyecto se encuentra ahora en una fase embrionaria, se prevé que el material técnico llegará durante este mes de diciembre. Ahora el departamento iniciará una rueda de reuniones con los diferentes ayuntamientos cercanos a la Química, quienes deben en última instancia aceptar la instalación de estos equipos.
Los puntos están aún por concretar, pero se imaginan poblaciones como Tarragona, Vilaseca, la Canonja o el Morell, con quien se estudiarán conjuntamente las mejores opciones, siempre junto a zonas con cierta densidad de población.
Una vez pasados estos trámites, la Generalitat asignará el personal técnico necesario para el proyecto, todo con el objetivo de que los equipos puedan estar instalados entre febrero y marzo del año que viene. En el polígono sur se ha realizado una primera prueba piloto para testear los equipos.
El estudio cuenta también con el apoyo de la Associació Empresarial Química de Tarragona. La información que se pueda obtener del proyecto será expuesta en un Mapa Estratégic de Soroll (MES), estas son herramientas con las que cuenta la Generalitat para evaluar la exposición de la población al ruido en zonas determinadas.
Estos se vinculan a actividades como las infraestructuras o zonas de ocio, en este caso, será la primera vez que se exponen resultados de una zona industrial con actividad continua. La Generalitat espera poder ofrecer los primeros detalles en una conferencia en abril de 2024.
Impacto en la población
Esta iniciativa responde a las quejas que han mostrado en alguna ocasión diferentes habitantes del entorno químico. Fuentes vecinales de Sant Salvador aseguran que «en ocasiones han notado vibrar los cristales por la actividad industrial nocturna».
No obstante, cabe destacar que estas molestias no son compartidas por todos los vecinos por igual, ya que otros residentes cercanos aseguran no escuchar nada.
Carles López explica que estos datos podrán servir como aportación para otros estudios, como el realizado por la URV sobre el impacto del ruido en la salud mental. El responsable asegura que esta información persigue «descubrir el impacto directo del ruido en la población».