La fase de alerta del ACA, la prealerta del CAT: el galimatías del plan de sequía en Tarragona
El Consorci d’Aigües de Tarragona entra en fase prealerta, lo que significa que mantiene su cabal de agua a sus consorciados (69 ayuntamientos y 25 industrias). Pero aquellos municipios del que tienen otras fuentes de abastecimiento, además del Ebre, sí deben hacer restricciones
El comité de emergencia por sequía del Consorci d’Aigües de Tarragona (la institución sin ánimo de lucro que capta, tracta y distribuye el agua potable del río Ebre) ha pasado de fase de normalidad por la fase de prealerta a causa del bajo nivel del pantano de Mequinensa sostenido en el tiempo. Esta fase del plan no prevé restricciones obligatorias por parte del CAT a sus consorciados: 69 ayuntamientos y 25 empresas).
La fase del CAT depende de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y decide las fases de la sequía independientemente de las decisiones que tome la Generalitat en este aspecto. Así, en los ayuntamientos de Tarragona que están consorciados con el CAT, pero también tienen suministro de agua de otras cuencas están en fase de alerta y las restricciones que conllevan. Los municipios de la provincia que son socios del CAT, sin otros recursos hídricos siguen fuera del plan de restricciones que ayer anunció el Govern.
En la reunión de este miércoles en el CAT, celebrada telemáticamente, se ha informado que la situación actual vuelve a ser de prealerta, tal y como ya sucedió a finales de septiembre del año 2022.
Los niveles del pantano de Mequinensa continúan manteniendo un bajo volumen de almacenamiento, inferior a los umbrales marcados en el plan durante dos meses y de manera sostenida, motivo por el cual lo CAT tiene que cambiar la fase actual de normalidad de su plan de emergencia por sequía a fase de prealerta. Esto comporta una evaluación y análisis más exhaustivo de los indicadores hidrológicos, así como continuar dando a conocer la situación a las instituciones a través de campañas sensibilizadoras e informativas. Por otro lado, también se continuarán comprobando posibles recursos alternativos en caso de necesidad.
En cuanto a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), que ha decretado el estado del alerta a la unidad de explotación del CAT, informará en dos sesiones dirigidas en los ayuntamientos afectados previstas por hoy miércoles y mañana jueves, sobre las limitaciones de usos que tendrán que aplicar los municipios a sus recursos de abastecimiento.
El CAT, pero, no prevé aplicar restricciones a su distribución de agua en alta a sus consorciados puesto que por parte de la CHE los suministros están garantizados y son prioritarios.
El presidente del CAT, Joan Alginet, ha explicado que la activación del plan en esta fase «no contempla restricciones a los usuarios ni tiene ninguna afectación en la explotación y el servicio que ofrece el Consorcio». Añade que en “la situación actual es de prealerta, tenemos que estar atentos a los indicadores hidrológicos y a su evolución. Los niveles del pantano de Mequinensa registran por esta época del año, mínimos históricos, a pesar de que el suministro del CAT a sus consorciados está garantizado, la situación es inédita».
Los consorciados consumieron 76,6 hectómetros cúbicos en 2022 y se desconoce si la cantidad de este año será igual. Fuentes del CAT explican que cada uno de los socios tiene una cantidad de agua contratada y otra de reserva, que en caso de usarse incrementa el precio de la tarifa.