La fachada del ayuntamiento de Tarragona recupera las campanas

Volverán a sonar tras diez años de silencio

Las campanas del Ayuntamiento de Tarragona volverán a sonar a partir de mañana miércoles. Después de diez años en silencio, la fachada ha recuperado esta mañana estos dos elementos históricos que datan de 1862 y que se retiraron por culpa del mal estado de las cubiertas.

Durante estos diez años han estado guardadas en un almacén de la Tabacalera y este martes por la mañana una empresa especializada las ha instalado de nuevo en lo alto de la fachada. Mañana dejarán a punto el mecanismo para que puedan empezar a sonar.

A partir de mañana volverán a sonar cada cuarto de hora y a las horas en punto desde las 8:00 hasta las 22:00 horas. A partir de esa hora solo tocarán cada hora, como sucedía antiguamente. La instalación de las campanas se realiza una vez que la fachada principal se ha liberado del andamio y mientras se finaliza la colocación del nuevo sistema de iluminación.

La nueva iluminación ornamental permitirá una mejor interpretación de los aspectos más relevantes de la fachada del edificio. También se podrá iluminar la fachada en varios colores de manera alterna, ya que se está instalando una iluminación de tipo LED con sistema RGB y control de blancos. El número total de luminarias será de 140 unidades y el consumo previsto será de 2.425W, lo que permitirá una mejora considerable de la iluminación, debido principalmente a un aumento del número total de unidades, pero manteniendo un consumo eléctrico reducido.

La iluminación de la fachada estará lista a finales de mes, aunque no comenzará a funcionar hasta Santa Tecla, porque es necesario realizar pruebas para que todo el nuevo sistema funcione con normalidad. Solo entonces la fachada del Ayuntamiento estará completamente terminada y rehabilitada.

La recuperación del color original es el elemento más relevante de la fachada del edificio consistorial, ya que se ha logrado encontrar el pigmento original y dejarla con el aspecto original, que es el de las casas señoriales de la época, como la Casa Castellarnau o el Institut Català d’Arqueologia Clàssica.