La estación de alta velocidad ha duplicado el efecto llamada sobre la Costa Daurada
La liberalización del sector ha comportado un cambio en los usuarios, mientras que la mejora del servicio de autobús con las principales ciudades ha aumentado su utilización hasta el 39%
El 27% de los viajeros que llegan a la estación de alta velocidad de Camp de Tarragona para pasar sus vacaciones en la Costa Daurada lo hacen como consecuencia directa de la existencia de esta estación. Este es uno de los datos más relevantes del estudio realizado por el Grup de Recerca d’Anàlisi Territorial i Estudis Turístics (Gratet) de la URV, el cual pone de manifiesto que el efecto llamada que ha supuesto esta terminal se ha duplicado respecto a 2014, cuando esta cifra era del 14%.
«Lo que nos dice es que cuando la oferta de transporte público es atractiva el tren genera una demanda turística, que en el caso de los servicios low-cost incluso es muy superior, aumentando hasta el 42%», afirma Aaron Gutiérrez, líder del Gratet. Este investigador presentó ayer algunos de los datos que se recogieron en verano del año pasado, a partir de 1.454 encuestas a usuarios que habían visitado la Costa Daurada por motivos de turismo y ocio.
Un ejercicio que permitía comparar las informaciones obtenidas respecto a 2014, cuando este mismo grupo había hecho una primera encuesta de características similares. Y las diferencias son notorias.
En primer lugar, porque durante este periodo se han producido cambios no menores, como son las nuevas conexiones del Corredor del Mediterrani. Asimismo, en primavera de 2021 se producía la irrupción de nuevos operadores por la liberalización del sector, lo que ha comportado la entrada de la compañía low-cost Ouigo y un cambio en las políticas tarifarias de Renfe.
Y, aunque el verano de 2022 todavía fue un año anómalo en el sector turístico como consecuencia de la pandemia –con un 60% de turistas nacionales– en verano puede hablarse de un nuevo perfil de usuarios que llega a esta estación.
Público familiar
Si en 2014 el 50% eran personas que viajaban solas y que se alojaban en casas de familiares o amigos (40%) o en la segunda residencia (22%), esto ha cambiado. Ahora principalmente estamos hablando de grupos de familias con hijos (30%) o adultos (28%) que se hospedan en un hotel (41%) o un apartamento turístico (31%), y que en el 31% de los casos visitan por primera vez la Costa Daurada.
La encuesta también preguntaba sobre cómo llegaban estas personas hasta la estación, teniendo en cuenta que las comunicaciones siempre han sido un elemento crítico de esta infraestructura. Y, al respecto, también puede apreciarse como la utilización del transporte público, es decir el autobús, se ha incrementado exponencialmente hasta un 39%. «La mejora de las frecuencias de autobuses con las principales destinaciones también le suma atractivo», afirmaba Gutiérrez.
A partir de 2018, Tarragona pasó de 57 a 93 conexiones diarias, mientras que en el caso de Reus este incremento fue de 17 a 52. La cifra es similar a la de Salou, que en verano tiene 56 servicios diarios directos, mientras que en el caso de Cambrils, PortAventura y La Pineda el número de frecuencias llega a 28. «Si se aumentan las conexiones con transporte público, la demanda responde», añadía.
Precisamente estos municipios que presentan unas mejores conexiones son las principales destinaciones en las que pasan sus vacaciones estos usuarios del tren. Así, puede verse como cuatro de cada diez pasajeros hicieron su estancia en Salou, mientras que la segunda ciudad con más demanda es Tarragona (21%). Cambrils ocupaba la tercera posición (15%), mientras que la influencia que tiene la estación para los municipios del Tarragonès norte y el Baix Penedès es muy minoritaria.
Esto llevaba al alcalde de La Secuita en funciones, Eudald Roca, a hacer un nuevo llamamiento para mejorar los accesos, a través de la carretera de El Catllar, ampliando el radio de influencia del alta velocidad también para los municipios de la zona del Baix Gaià.
En esta reivindicación Roca va de la mano con su homólogo en Perafort, Joan Martí Pla, y de la presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé, quien ayer ejercía de anfitriona en la presentación de los resultados del estudio, en el marco del Bon dia Tarragona.
Gutiérrez apuntaba que «las mejoras comportan un efecto claro de retorno, que en el caso de Altafulla y Torredembarra no se ven, porque no tienen tan buenas conexiones».