La Diputació inicia los trabajos previos en el edificio de la antigua Caixa Tarragona
A la espera de empezar las obras van a hacerse un conjunto de actuaciones para adecentar el emblemático edificio de la Imperial Tarraco, que está en un avanzado estado de abandono
La Diputació de Tarragona llevará a cabo un conjunto de mejoras para adecentar el antiguo edificio de Caixa Tarragona, propiedad del ente supramunicipal desde finales del pasado mes de abril. De momento, tan solo son unos trabajos previos de limpieza, que deben permitir dignificar el inmueble, a la espera de iniciarse la reforma definitiva del edificio que permitirá ampliar el espacio de oficinas de cara a 2027.
Una de las actuaciones consistirá en volver a poner en marcha el reloj de la fachada principal, parado a las 4.35 horas desde hace muchísimos años. El aparato, que prácticamente puede afirmarse que forma parte del skyline de la ciudad, volverá a ponerse en funcionamiento en las próximas semanas, cuando se haya instalado la nueva maquinaria procedente de Bélgica.
Fuentes del organismo supramunicipal aseguran que «a inicios de agosto» el reloj de la Imperial Tarraco volverá a marcar las horas. Su reparación coincidirá con una actuación de limpieza de las fachadas, que debe servir para revertir el estado de abandono generalizado en el que está el inmueble desde hace años.
Por un lado, la operación consistirá en eliminar toda la cartelería de la antigua entrada principal y del lateral, mientras que por el otro también se eliminarán los excrementos de paloma que han acentuado el deterioro del edificio, que nació como sede del poder financiero de las comarcas tarraconenses y que cerró definitivamente sus puertas el 16 de febrero del año 2020.
Aprovechando estos trabajos de limpieza se instalarán tres redes para evitar que las palomas vuelvan a adueñarse del inmueble. Una de estas, de 440 metros cuadrados, se instalará en las ventanas de la fachada, mientras que también se protegerá la cubierta superior y los laterales para evitar que estas aves se continúen colando al interior del edificio.
La previsión es que este mismo mes de agosto acabe esta primera fase de intervenciones, presupuestadas en 56.662 euros.
Fuentes de la corporación del Passeig de Sant Antoni explican que esta intervención en el inmueble de la Imperial Tarraco se pone en marcha en el momento en el que se está haciendo un estudio preliminar para la redacción de los pliegues de la licitación del proyecto de obras. Esto debe facilitar el proceso, en el momento en el que se active la cuenta atrás para iniciar la reforma.
El comienzo de las obras se sitúa en 2026, teniendo en cuenta que el traslado se fijó de cara a finales del actual mandato, que acaba en 2027. En un principio, no se prevé que haya grandes complicaciones, ya que estructuralmente el edificio no presenta problemas y tan solo tendrán que adaptarse las instalaciones.
La Diputació de Tarragona pagó 4,5 millones para la compraventa del edificio, que era propiedad del BBVA. Junto a esta cantidad, el organismo que preside Noemí Llauradó habilitó una partida de 5,5 millones de euros para los trabajos de recuperación de las dependencias.
Con esta ampliación, el organismo supramunicipal dispondrá de 17.900 metros cuadrados de oficina en el corazón de la ciudad, lo que permitirá ganar espacio tanto a los servicios del edificio Síntesis como a los del Palau de la Diputació. Secretaria, intervención o protocolo son algunos de los departamentos que se trasladarán a las nuevas dependencias, mientras que en la sede central tan solo se quedarán los diputados y asesores. En total son unos 364 los trabajadores que se verán afectados por el traslado.