La ciudad de Tarragona quiere un POUM de ‘motos’
Las motocicletas son un vehículo cada vez más prolífico y de uso masivo y jamás se ha pensado en la oportunidad verdadera de disponer de aparcamientos íntegros o locales de pupilaje o guardia.
Hacer un Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) no es ponerse a hacer de Ferran Adrià para crear algo nuevo y salir en programas de cocina. Tampoco son genialidades para recibir aplausos en congresos internacionales de urbanismo, ni tampoco pretender utopías. Ni se trata tampoco de satisfacer paladares públicos ni privados. Se trata de ser capaz de ver, analizar y resolver problemas endémicos de la ciudad. Organizar su estructura de crecimiento, sus interrelaciones entre barrios y, en definitiva, implementar actuaciones de aumenten la calidad de vida y ambiental.
Otra de las muchísimas funciones de un POUM es dar soluciones a corto para reactivar zonas y barrios con conflictos como la movilidad, el aparcamiento y la ordenación del paisaje urbano. O de desertización o de excesiva densificación. A mi modo de ver, un POUM es la confesión de una ciudad sobre sus pecados y sus honestos sueños a futuro.
Hoy les hablo de las motocicletas y el POUM. Las motocicletas son un vehículo cada vez más prolífico y de uso masivo. Fuente importante de ruido y de sobreocupación de calles. Y jamás se ha pensado en la oportunidad verdadera de disponer de aparcamientos íntegros o locales de pupilaje o guardia nocturna y diurna. El lema ha sido: motocicletas en la calle, pero con grandes dificultades de cabida y sin ningún plan de futuro.
De todos los POUM municipales que por mi trabajo me ha tocado leer y conocer hasta ahora, en el 95% de los casos solo se ha implementado una regulación de las actividades de aparcamiento pensando en coches, pensando en sótanos y en anchas rampas, olvidándose de las motos, que son otra historia.
Hay ayuntamientos, como el de Vilanova i la Geltrú que ha sido sumamente inteligentes y han adoptado hace años (1994) ordenanzas específicas para aparcamiento que consideran la posibilidad de incluir motocicletas equiparando a razón de 4 motos = 1 coche. Otros planeamientos lo hacen a razón de 5 a 1.
Ello permite pensar en la posibilidad de una redensificación de negocios destinados a aparcamiento y mayores rentabilidades. Y también permite la puesta en marcha de otros negocios destinados a ello en mejora del paisaje urbano. Y ello permite forzosamente conduce a pensar en la necesidad de aparcamientos especializados en motocicletas.
Solo hacen falta anchos de rampas de 2 metros o incluso algo menos en sótanos. O se abre la posibilidad de que estos aparcamientos se implanten en locales a pie de calle. Ello permite colocar en el marcado locales que, sin esta ordenanza son inservibles como aparcamientos de coches, bien por anchura de rampa o pendientes o por espacios de maniobra en el interior del local.
De lo que se trata en este POUM es de corregir y mejorar y no empezar desde cero siempre. Y por ello, la implementación de estos aspectos es solo cuestión de escuchar y tener ganas de implementar ideas de terceros. Es demasiado resabido que en urbanismo los egos son la perdición de algunos y el lema destructor de los otros.
Tarragona dispone hoy, por desgracia, de centenares de locales en planta baja en zonas céntricas o de gran densidad de tráfico que deberían ser locales de uso abierto y alternado. Comodines de usos libres y evitar lo que en urbanismo se llama la desertización de las plantas bajas o desertización comercial de barrios. O lo que se llama repetición sistemática de actividades clonadas. Por ejemplo, cuatro panaderías en línea.
Además, en la ciudad de Tarragona hay muchísimos locales en planta sótano con enormes dificultades o con la imposibilidad material de ser aparcamiento de coches y podrían servir perfectamente para aparcamientos de motocicletas, bien en rotaciones o bien en permanencia. Ello es equiparable para vehículos de escasas dimensiones que podrían encajar perfectamente en estas consideraciones y liberar espacio público de una forma casi inmediata. Se llama mejora del paisaje urbano y de la movilidad.
¿Pagar para aparcar motos? No ¿Un impuesto a la moto? No. Se trata de tener claro que no todo cabe en la calle al mismo tiempo ni a la misma hora y hay que liberar poco a poco espacio destinado a las 4 ruedas o a las 2 ruedas para hacer las ciudades mas amables, menos pavimentadas y más verdes de verdad.