Esta es la carta desesperada de un barrio de Tarragona que agoniza «Estamos cansados de buenas palabras»
La presidenta de la entidad vecinal manda una grito de socorro a los partidos políticos del Ayuntamiento
Desesperación. Este es el sentimiento que se desprende de la carta que la presidenta de la asociación de vecinos del Barri del Port, Mari Carmen Puig, ha hecho llegar a los partidos políticos del Ayuntamiento de Tarragona. Un escrito que describe la situación límite que está viviendo el barrio. Una carta de socorro. Un grito de ayuda. «Pedimos ayuda por un barrio que agoniza», decía Puig, solo al inicio del texto.
Y es que la situación en la Part Baixa de Tarragona es insostenible. «Los vecinos tenemos miedo por la inseguridad que sufrimos, asco por la falta de limpieza y temor por las inundaciones», dice Puig. Según la carta, el barrio está mal comunicado, con barreras y dificultades para moverse a pie. Prueba de ello es el paso soterrado que une la Plaça dels Carros con la zona de los Tinglados. Las escaleras mecánicas y los ascensores están siempre averiados.
«El que siempre ha sido un barrio amable y familiar, ahora está muriéndose poco a poco», asegura Puig. En la carta se pueden leer muchas frases chocantes, que demuestran la situación límite de los vecinos. El principal problema que hay actualmente en el barrio es la falta de seguridad. La calle Orosi, cercana a la estación de trenes, es el foco más importante. «Cada día y a cada hora hay peleas, delincuencia y un incivismo impune que provoca la marcha de muchos vecinos. Otros no quieren ni venir a vivir aquí», asegura Puig.
También denuncia que hay mucha ocupación y que hay supermercados que venden alcohol después de las diez de la noche, cosa que está prohibido. El consumo de drogas, gente meando y practicando sexo en plena calle, y la falta de limpieza, son otras de las preocupaciones vecinales.
«Hay un incremento de indigencia en nuestras calles, debido a la gran concentración de servicios sociales en el barrio», explica Puig, quien, en cambio, destaca que la asociación de vecinos no tiene ni un local social donde poder reunirse. «Lo cerraron porque estaba deteriorado y nadie nos ha dado ninguna alternativa», añade.
Toda esta tormenta perfecta, explican desde la asociación, perjudica gravemente al comercio local. «Cada vez están cerrando más tiendas y cada vez hay más locales vacíos y abandonados», dice la carta.
La presidenta de la entidad vecinal asegura que «estamos más que cansados de buenas palabras y de ser el centro de atención y prioridad para los políticos en tiempos de elecciones, y en cambio, después caigamos en el olvido», y añade que se sienten «ahogados y desamparados». Finalmente, Puig explica que la carta está escrita «con un sentido sentimiento de desesperación e impregnada del clamor de los vecinos».
Puig mandó la carta a los grupos municipales para que mañana sea leída en el plenario. El objetivo es que el gobierno se ponga a trabajar para poner soluciones a la problemática del barri del Port.
Medidas insuficientes
La situación lleva meses arrastrándose. Tanto es así que el alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales, se ha reunido en varias ocasiones con los vecinos para abordar el tema. El gobierno ya ha puesto en marcha algunas medidas, como por ejemplo el aumento de presencia policial en el lugar, pero no han sido suficiente. El alcalde ha anunciado que se está estudiando la prohibición de los supermercados 24 horas siempre que generen un problema de convivencia y, por otro lado, también se ha comprometido a valorar la puesta en marcha de una comisaría en el Palau de Congressos.