La capacidad hospitalaria se reducirá por las vacaciones
El Hospital Joan XXIII tiene previsto cerrar 66 de sus camas hospitalarias, lo que representaría el 17% de su totalidad, según ha publicado el sindicato de la función pública CSIF esta semana
El verano es una estación del año muy característica. Sol, playa, arena, chiringuito... en definitiva, vacaciones. Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de ellas, pero hay sectores en las que su impacto es más visible que en otros. Demasiado, quizás. Uno de ellos es la Sanidad. Allí la falta de personal se hace patente y eso provoca que muchas camas de los hospitales cierren.
Es la medida obligada que tienen que adoptar los hospitales para paliar las deficiencias del sistema sanitario. Lógicamente, en la demarcación esto también sucede. El sindicato de la función pública CSIF ha dado a conocer esta semana unas cifras que alertan, asegurando que el 20% de las camas de los hospitales de Catalunya se van a cerrar, o lo que es lo mismo, 4.300 en total. Son cifras muy altas y que también tienen impacto local. Según ha publicado el propio sindicato, el Hospital Joan XXIII tiene previsto cerrar 66 de sus camas hospitalarias, lo que representaría el 17% de su totalidad.
Las reacciones no se han hecho esperar. El propio CSIF denuncia firmemente esta situación y manda un mensaje directo a la clase política: «Es el pez que se muerde la cola. Se cierran camas, se reducen citas médicas, se cierran centros de salud por las tardes y al mismo tiempo se elevan las listas de espera y las colas en urgencias y consultorios. Los políticos deben entender que la gente se sigue poniendo mala en verano y que necesitamos un plan de contingencia ante la falta de profesionales, necesitamos refuerzo de personal de inmediato. La Sanidad no puede dejarse a la improvisación, hay que tomar medidas ya». También se ha mostrado muy contundente en este asunto el Defensor del Paciente, otro sindicato que asegura que esta situación «pondrá, irremediablemente, en peligro a los ciudadanos que necesiten asistencia».
Unas medidas irremediables
Marina Roig, delegada de la junta de personal del Hospital Joan XXIII por el sindicato CATAC-CTS/IAC, se muestra muy contundente con este cierre de camas aunque antes de ello recuerda que no es novedad: «Es una pena que se tengan que cerrar camas, pero es que tenemos que garantizar que los enfermos tengan siempre un cuidado asistencial de calidad. Si se mantiene una planta entera abierta, pero no hay personal... ¿Quién atenderá a los pacientes?».
Para Roig, el factor principal de esta situación no es otro que la falta de personal sanitario. «Antes había profesionales, pero no había dinero. Ahora hay dinero, pero no hay profesionales. Somos personas, tenemos familia y tenemos derecho a tener vacaciones. No somos héroes con capa blanca, tenemos nuestros derechos laborales», explica la delegada.
Su reflexión va más allá y deja claro que esta problemática afecta al verano, pero durante todo el año. Hay una solución en el horizonte, pero que parece encallada. Se trata de la Proposición de Ley para equilibrar los ratios de enfermeros y enfermeras de España que todavía no se ha aprobado: «Se recomienda que como mucho cada enfermera/o tenga 12 pacientes y en la UCI como máximo dos. Si queremos mantener esa media, hay que cerrar camas».
Eso sí llama a la calma respecto a la hora de asegurar que todo el mundo va a tener una buena asistencia médica: «Ahora mismo en urgencias estamos teniendo en Joan XXIII una media de 2-3 ingresos diarios. Por lo que presión asistencial es baja y lejos de tiempos en los que había hasta 12 ingresos diarios de media».
Para Roig, una de las soluciones para esta problemática pasa por contratar mayor personal sanitario y sobre todo por darle un vuelco a la entrada a éste, totalmente marcado por las altas notas de corte: «En Catalunya se sigue pidiendo una burrada en las notas de corte para entrar a estudiar medicina. Luego además un facultativo especialista tarda en formarse hasta 11 años. Lo que estamos teniendo que hacer es contratar médicos extracomunitarios para paliar este déficit. Lo que se tiene que hacer es abrir más plazas comunitarias porque el problema va a ser más grave en los próximos años».
Falta de personal sanitario
Anda en lo cierto, los datos que maneja el Col·legi de Metges de Tarragona (COMT) estiman que que en el próximo lustro se van a jubilar más de 450 médicos y la cifra va a superar los 800 de aquí a 10 años. Si ahora ya hay problemas de personal sanitario durante el año que se agravan durante el estío. ¿Cómo va a ser la situación dentro de unos años? La pregunta queda en el aire. De momento hay que ir al presente.
Las consecuencias de esta falta de personal sanitario y en consecuencia de estos cierres de camas son claras porque la experiencia de años anteriores así lo refleja. «Disminuir el número de las visitas a consultas externas, reducir las intervenciones quirúrgicas no urgentes y el número de pruebas diagnósticas, medidas que vienen a engrosar las listas de espera» son algunos de los efectos negativos que tendrá este cierre de camas y que ennumera CSIF.
Por ello, el Defensor del Paciente ha pedido, a través de un comunicado, al Fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres Santos, que intervenga, para parar la «locura que va a poner en marcha el gobierno de Catalunya».
A lo que añade con un claro tono denunciante: «Si ya hay un déficit de camas y de personal sanitario, con esto se agrava la situación de intervenciones, de consultas, de lista de espera etc. Es una locura, con una intención clara de no contratar personal, y derivación de pacientes a la privada».