El contrato de la basura de Tarragona apunta a las municipales

El anuncio de huelga solo un mes antes del 28M llega tras una polémica grabación en la que el comité de empresa pide el voto para el PSC

La polémica por la renovación del contrato de la basura sube de tono y ya apunta a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. El anuncio de este pasado jueves del comité de empresa de la compañía que gestiona el servicio –FCC– de convocar una huelga justo un mes antes de los comicios ha dinamitado definitivamente un puente de diálogo que, desde hace meses, ya solo se aguantaba con parches. Y el jueves cayó. Definitivamente.

Y es que el proceso para actualizar la mayor concesión municipal, que asciende a más de 20 millones de euros anuales y que hace veinte años que no se saca a concurso público, ya hace tiempo que se arrastra. Primero fue por un recurso contra la licitación para externalizar la redacción del pliego de condiciones. La alegación paralizó el concurso y, en ese momento, el gobierno municipal (ERC-Junts per Tarragona-CUP) decidió realizar el trabajo con medios propios.

El segundo episodio se dio hace pocos meses, cuando contra todo pronóstico quedó desierta la licitación para poder actualizar la contrata antes del próximo 23 de abril, que es el día en el que acaba la actual concesión firmada en 2003. Ya es seguro que antes de esa fecha no se podrá renovar un servicio pensado en el siglo XX.

Este enero, el pleno volvió a aprobar la estructura de costes de la nueva licitación, que se espera que pueda pasar por el pleno del próximo mes de abril. Esta circunstancia ha echado más gasolina al fuego, hasta el punto de que anteayer el comité de empresa anunció una huelga preventiva de cara a la próxima Semana Santa. ¿Por qué? Porque entienden que el nuevo contrato les hará perder un 30% de ingresos. Lo curioso del caso es que se trata de una huelga preventiva, ya que antes de la primera semana de abril el pliego de condiciones no habrá pasado aún ni por la comisión informativa ni por el Saló de Plens, por lo que administrativamente aún será una incógnita su contenido.

¿Politización?

Con todo ello, el pasado 3 de febrero el comité de empresa y gran parte de los trabajadores del servicio de saneamiento urbano se reunieron con el alcaldable del PSC, Rubén Viñuales. Al día siguiente, el candidato socialista escribió en las redes sociales: «Ayer pudimos compartir un rato con los trabajadores y trabajadoras de limpieza. Me trasladaron su inquietud por el hecho de que el contrato haya quedado desierto. Mi compromiso está con ellos y con ellas, para hacer de Tarragona una ciudad mejor.»

En ese encuentro se grabó una polémica aseveración por parte de los representantes de los empleados en la que se indicaba, en referencia a la cita con las urnas del próximo 28 de mayo, que «es muy importante que votemos, y que lo hagamos por el cambio. Si Rubén es el próximo alcalde los primeros que ganaremos seremos nosotros, porque es uno más, es gent del barri. Gobernará pensando en nosotros» y dejando de lado «la incompetencia de Ricomà y Fortuny. Vamos a desenmascarar su farsa», se escucha en el audio. Fuentes socialistas restan trascendencia a estas palabras y recuerdan que en el pasado la UGT ya dio su apoyo a Ballesteros «y antes a Nadal».

Ayer, representantes de los trabajadores volvieron a estar presentes en el pleno municipal, que se llevó a cabo en el Palau de Congressos. Los empleados mostraron pancartas en las que se leía «alcalde, estamos hartos de mentiras». Se trata del tercer pleno consecutivo en el que aparecen.

Cs apoya a Ricomà

Sobre la situación actual, ERC se muestra contundente. «El contrato de la basura es evidente que no funciona, después de 20 años está obsoleto. Y la prueba es que la gente percibe que la ciudad no está lo suficientemente limpia, algo que compartimos. La solución es, precisamente, un nuevo contrato, cuyas condiciones renovadas incluyan una buena supervisión y pagar por trabajo realizado. Esto, para nosotros, es irrenunciable» afirma el portavoz de la formación republicana, Xavier Puig, quien apunta directamente al comité de empresa: «Es muy raro que quieran interferir o impedir el concurso, cuando esto solo beneficia a la empresa y perjudica claramente a los trabajadores y a la ciudad». Puig añade que «con la estructura de costes aprobada se garantiza la subrogación, que habrá más trabajadores adscritos a Tarragona y que tendrán un incremento salarial garantizado en todos los años del contrato, incluidos los dos primeros años».

Por su parte, el PSC se posiciona a favor de los trabajadores y reclama que el ejecutivo de la Plaça de la Font «empiece a negociar para evitar que se convoque la huelga», según indicó ayer la portavoz socialista, Sandra Ramos, quien reivindica que «nunca en cuarenta años de democracia ha habido una huelga en Tarragona del servicio de la limpieza». En este sentido, el principal partido de la oposición valora que «el personal de la limpieza, ante la inflación de este año, hace uso de sus derechos y reclama lo que es justo».

Cabe destacar que Cs se posiciona a favor del ejecutivo soberanista. «No entendemos la reivindicación sindical, cuando los derechos laborales de los trabajadores están garantizados, con una subida salarial del 8% pactada recientemente», indica la portavoz liberal, Lorena de la Fuente. La CUP, por su parte, se pregunta si el posicionamiento del PSC «¿quiere beneficiar a los trabajadores o a la empresa?». Pasan los meses y las polémicas pero cada día queda más clara una cosa: de la basura, lo más limpio son los residuos.