La banalización de llevar armas blancas dispara los decomisos de los Mossos d’Esquadra

Las armas blancas están presentes en el 41% de las amenazas, casi igualando a la violencia verbal. Este año ya se han decomisado 409 piezas en la demarcación de Tarragona

El importante incremento de altercados e incluso agresiones –algunas calificadas como tentativas de homicidio– con utilización de armas blancas ha hecho saltar todas las alarmas. No es un fenómeno nuevo sino que año tras año la problemática se va incrementando.

Entre 2020 y 2023, en Catalunya el decomiso de este tipo de armas se incrementó un 65 por ciento. Antes, una amenaza solía hacerse de forma verbal. Ahora, en el 41 por ciento de los casos se usa un arma blanca, comenta al Diari la sargento responsable del Pla Daga, que se puso en marcha el año pasado precisamente ante el incremento de esta problemática.

Y es que llevar un arma blanca se ha banalizado y se ha generalizado. Algunos las llevan para agredir y otros por si son atacados, por una falsa sensación de seguridad. Sería una situación parecida a lo que ocurre en Estados Unidos con las armas de fuego.

Los datos

Durante el 2022 se registraron un total de 1.823 hechos relacionados con ilícitos penales en los que se intervino un arma blanca en Catalunya. Respecto al 2019, en el que los indicadores de seguridad no estaban afectados por la pandemia, estos hechos subieron un 44 %.

En cuanto a las multas por tenencia de armas, se interpusieron durante el 2022 6.267 denuncias administrativas en este ámbito. En relación a 2019, este indicador ha aumentado un 80 %, teniendo en cuenta que está relacionado directamente con la actividad policial que se realiza ya que cuantos más dispositivos y controles policiales mayor posibilidad de intervenir este tipo de armas e interponer las denuncias.

Para comprarse un arma blanca no hace falta ningún tipo de permiso. Uno puede ir a un establecimiento y adquirir por ejemplo un puñal de doble filo o un llavero con navaja. Esto es perfectamente legal. Pero este mismo objeto en determinados contextos puede suponer una infracción administrativa o incluso su uso puede comportar una detención y una pena de cárcel.

Un problema generalizado

El problema de las armas blancas es general. En España, las agresiones con arma blanca se dispararon un 35 por ciento en cuatro años. Según datos de 2022, cada día se producían diez agresiones con este tipo de objetos.

Este año, en el Camp de Tarragona se han contabilizado 74 hechos delictivos –homicidios o tentativas, lesiones y amenazas– con uso de armas blancas, frente a los 157 de todo el 2023. Por su parte, se han abierto 217 expedientes por faltas administrativas –en todo el año pasado fueron 525–.

Con el paso de los años, la tipología delincuencial ha cambiado. Si hace un tiempo la mayoría de los casos de amenazas eran verbales, actualmente casi en la mitad se utilizan armas blancas, lo que comporta la detención del sospechoso.

Pero el problema no solo son las amenazas –suponen el 43 %–. En el 25 por ciento están las lesiones y en el 12 de los robos con violencia e incluso los malos tratos en el ámbito doméstico. «Por eso, uno de los consejos que damos a las víctimas de violencia machista es que se alejen de la cocina», comenta al Diari la responsable del Pla Daga del Camp de Tarragona.

Principalmente por la tarde

Al contrario de lo que se pudiera pensar, casi la mitad de los casos –un 46 %– se dan en la franja horaria de tarde, entre las 15 y las 23 horas. Le sigue la noche –de 23 a 7 horas– con un 35 por ciento y finalmente la mañana –de 7 a 15 horas– con un 19. Donde sí está muy repartido la problemática es en el día de la semana. Hay un pico muy pequeño los sábados con un 16 %, un 15 los miércoles y viernes, un 14 los martes, jueves y domingo, y el lunes un 13 por ciento.

Armas blancas prohibidas.

En el año 2022, a nivel de Catalunya, comenzaron a detectarse peleas multitudinarias e incluso agresiones dentro del ámbito laboral en los que se utilizaban las armas blancas, lo que hacía incrementar la sensación de inseguridad, «y nos hizo plantear algún tipo de actuación», comenta la sargento. Ante ello, los Mossos d’Esquadra prepararon el Pla Draga, que se puso en marcha en febrero del año siguiente.

La entrada en vigor del plan respondía a la voluntad de incorporar todos los agentes sociales para ampliar el conocimiento en este ámbito de las armas blancas y establecer medidas de seguridad para reducir la incidencia de hechos delictivos relacionados con el uso de armas blancas.

Más dispositivos de seguridad

A partir de este momento se intensificaron los dispositivos en torno a zonas de riesgo, se realizaron charlas en centros educativos –se han detectado también un incremento de jóvenes con estas armas– y se establecieron contactos y sesiones informativas en empresas de ocio nocturno y personal de seguridad privada.

Precisamente, la coordinación institucional, policial y con vigilantes de seguridad privada era uno de los ejes del plan con el fin de conseguir espacios seguros a través de dispositivos y, de otras acciones, como mejorar la red de alumbrado y promover la instalación de cámaras para garantizar rutas seguras.

La sargento del Pla Draga del Camp de Tarragona destaca que por una parte se ha intensificado la prevención y por otra también la investigación. Todo ello porque dichas armas actualmente se están utilizando «de forma imprudente, negligente y temeraria».

Los decomisos

De hecho, los datos así lo demuestran. En 2020 se decomisaron en Catalunya 2.722 armas blancas, una cifra que en 2023 ascendió a 4.501. El año pasado, solo en el Camp de Tarragona se aprehendieron 683, lo que supone un 15,17 del total. De las diez regiones policiales que hay en Catalunya, la de Tarragona se sitúa en quinto lugar en número de decomisos, por detrás de Barcelona, las dos áreas metropolitanas (norte y sur) y Girona.

Respecto a las cifras del primer semestre de este año –donde no está el verano, un periodo de fuerte actividad–, en Catalunya se han cogido 4.545 armas blancas, de ellas 290 en el Camp de Tarragona (6,3 por ciento) y 119 en las Terres de l’Ebre –un 2,6%–.

La normativa

La normativa que regula la tenencia de armas blancas es la Ley de Seguridad Ciudadana de 2015 así como la Llei d’Espectacles Públics de 2009. Hay una serie de armas que, aunque se puedan comprar, está prohibido llevarlas encima –ver recuadro adjunto–. También está prohibido llevar una navaja o cuchillo de más de 11 centímetros de hoja.

Pero, como recalca la sargento, todo depende de la situación. Llevar una pequeña navaja encima a la hora de entrar en una discoteca es una infracción. O llevarla en el coche.

Incluso una barra de un metro de cable de cobre de grosor puede considerarse un arma en determinados contextos. En estos casos es el agente quien valora la situación y determina si se sanciona o no a la persona.

Tentativas de homicidio

El pasado mes de junio, los Mossos abrieron diligencias penales por varias tentativas de homicidios. En muchas de ellas, el arma utilizada en la agresión era una navaja o similar. El día 15, a las 5.41 horas, ingresó en un centro hospitalario de Tarragona una persona de 26 años cuyo pronóstico era grave. Presentaba una herida incisa en la espalda de unos 50 centímetros de largo. Las investigaciones averiguaron que se la había hecho él mismo después de una pelea con familiares suyos en Tarragona. Los agentes decomisaron el arma y detuvieron al herido por tentativa de homicidio.

Al día siguiente, sobre las seis de la mañana, ingresó un joven de 18 años en un hospital de Tarragona también en estado grave después de ser apuñalado en la ciudad. Tuvo que ser operado de urgencia. El día 25, los Mossos detuvieron a un hombre de 30 años como presunto autor de los hechos.

Pidiendo ayuda en Salou

El día se Sant Joan, en el Passeig Jaume I de Salou, había una patrulla de ARRO. Un joven de 24 años se acercó para pedir ayuda. Presentaba una herida sangrante en el pecho. Los policías se la taparon antes de ser evacuado al hospital. A las 6:25 horas, agentes del Grup de Delinqüència Urbana localizaban el arma utilizada muy cerca del vehículo policial y detenían al presunto autor, de 22 años.

Y el fin de semana de Sant Joan, en el municipio de Tarragona hubo cuatro agresiones con arma blanca, algunas calificadas como un delito de lesiones y otras como tentativa de homicidio: dos en Torreforta, una en el barrio de Sant Pere i Sant Pau y otra en el centro de la ciudad.