La ampliación del Moll de Balears y el Contradic de Ponent marcarán el futuro del Port de Tarragona

Sumando la aportación pública y privada, entre 2024 y 2028 se prevé un ciclo inversor de casi 480 millones de euros. Las empresas aportarán el 14% del total

El exsubdelegado del Gobierno Central en Tarragona, Santiago Castellà (PSC), cogía esta semana el timón del Port de Tarragona, tras formalizarse el cese de Saül Garreta (ERC) al frente de la institución que ha liderado los últimos dos años. Las políticas de descarbonización han marcado la agenda durante este periodo. Al respecto, Castellà se encontrará encima de la mesa múltiples proyectos, en diferentes fases de tramitación y concreción, y que ahora tendrá que verse si mantienen el mismo nivel de prioridad.

Más allá, el dirigente socialista hereda las riendas de una institución con un rumbo claramente marcado, en el que los proyectos estratégicos de futuro ya están definidos.

Según datos de la Autoritat Portuària de Tarragona, en el horizonte de 2024 a 2028 este organismo contempla una inversión económica de 412 millones de euros. La cifra se reparte en diferentes anualidades, de forma que las actuaciones previstas para este ejercicio superan los 35,5 millones de euros. Una suma que de cara al año que viene se doblará, superando los 88 millones de euros, y que se mantendrá en las dos siguientes anualidades (84 y 75 millones de euros, respectivamente), disparándose notablemente de cara a 2028, cuando esta inyección alcanzará los 128,7 millones.

El Port de Tarragona mantiene un proceso de crecimiento de sus instalaciones y su actividad. foto: Marc Bosch

Estas inversiones deben permitir acometer proyectos importantes que definirán el Port de Tarragona del futuro, como es el caso del Contradic de Ponent, un proyecto largamente esperado que permitirá prolongar y recrecer el espigón existente, marcando los nuevos límites del puerto en este costado sur.

Según el calendario, el inicio de obras está fijado para 2026, después de que en estos momentos está en fase de tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que arrancó en 2023. Este es un paso clave para la construcción de la nueva infraestructura, que consistirá en un nuevo contradique de 1.600 metros de longitud total, además de un muelle con una explanada de 40.000 metros cuadrados para la recepción de cruceros y una función polivalente, de forma que pueda albergar también carga general.

Los nuevos crecimientos pivotan sobre el área de La Pineda, donde también se están ejecutando las obras de la futura Zona d’Activitats Logístiques, a la espera de que pueda concretarse cómo quedará este proyecto si finalmente acaba materializándose la llegada de alguna inversión vinculada al sector de la industria de la automoción.

En paralelo, desde el Port de Tarragona ya se está trabajando en la redacción del proyecto para abordar la segunda fase del Moll de Balears. En este caso, la inversión supera los 71,7 millones de euros, sumándole los 60,5 millones que comporta la construcción de la nueva infraestructura y los 11,250 millones para su electrificación.

En paralelo, se calcula que las empresas del sector invertirán 67,5 millones en la ampliación y mejora de instalaciones portuarias. Principalmente, aquí se incluye la construcción de nuevas naves para el depósito y almacenamiento de mercancías, que afectarán a los muelles de Castella y Aragó. Con todo, la inversión prevista en el Port de Tarragona prácticamente alcanza los 480 millones de euros.