Jugar a la orilla del Mediterráneo

Crónica

El frente portuario fue el epicentro ayer del Festival Tarraco Viva, donde los más pequeños jugaban como los romanos o se podía asistir a una clase magistral de los oficios de hace 2.000 años relacionados con el puerto

¿Sabían que el tres en raya ya lo jugaban los niños romanos? ¿Cómo se hace una excavación arqueológica? ¿Conocen que puede jugar al Garum, un juego de mesa que les llevará a la antigua Roma? Son solo algunas de las propuestas que este fin de semana pueden encontrar los más pequeños y las familias en los diferentes recintos del Moll de Costa dentro de las actividades de Tarraco Viva, y que el próximo fin de semana se trasladarán a los jardines del Camp de Mart.

Ha sido la gran novedad de este año haber utilizado los espacios entre tinglados para proponer actividades, y más en un día radiante como el de este sábado. Quizás por estar en el frente marítimo, la procedencia de los visitantes era muy variada: desde Amposta a Girona, pasando por Zaragoza y Lleida. Jugar al lado del Mediterráneo, el mar que da nombre al lema de este año del festival: «El Mediterrani a l’antiguitat. Un mar de cultures, trobades i conflictes».

Los niños seguían atentamente las explicaciones de una de las guías de Itinere Turisme i Cultura. Una decena de aprendices de arqueología conocían cómo realizar una excavación. «Haremos de científicos y llegaremos a una conclusión», comentaba la monitora. Los participantes tenían una ficha por rellenar, una minienciclopedia de campo (una chuleta)  y un campo de tierra donde encontrar su tesoro.

Encestar una nuez

A pocos metros, un grupo de guías de turismo de la Generalitat, bajo el nombre de A Priori Cultural, había recopilado decenas de juegos con los que los pequeños romanos pasaban el tiempo. Y uno de ellos era el tres en raya. O el de encestar una nuez en una maceta, además de una peonza de madera, pares y nones o estirar la cuerda. Muchos de ellos todavía siguen en la actualidad practicándose.

Y para los más avistados, había una fotografía del mosaico de la medusa y tenían que adivinar qué peces salían en él. Hace miles de años ya existían calamares, gambas, rapes o merluza. Allí estaba Mireia, al lado de sus padres, a la que le costaba adivinar qué peces se escondían entre aquellas piedrecitas.

Y lleno estaba ya a las cuatro y media de la tarde la zona de los juegos de estrategia y simulación sobre la antigüedad. Los participantes tenían a su disposición más de 30 juegos diferentes, que proponía Ass TGN Jocs.

La gran novedad de este año es Garum, donde los participantes tenían que fabricar y exportar esta salsa para ganar prosperidad del pueblo de Roma. Y para enseñar –o sumarse a la partida si faltaban jugadores– está Marta. Esta joven de nueve años es toda una experta –juega con su madre y su tía–.

Otro juego con mucho éxito –es muy fácil de jugar y explicar– es Imhotep, el famoso constructor egipcio. Y para los que tienen más tiempo –horas– hay Jerusalem, con Jesucristo y los doce apóstoles.

Los oficios del puerto

Aunque en la zona portuaria ya no quedan vestigios romanos a la luz –se encontraron restos de barcos cuando se construyó el paso subterráneo de la Plaça dels Carros–, era un punto con mucha actividad y también con gran variedad de oficios, que ayer se pudieron conocer a través de una narración acompañada de una representación teatral.

Los buzos, que recibían el 20 % del valor de las piezas que rescataban –o un 50% si bajaban por debajo de los 15 metros de profundidad–; pescatis, la mujer que vendía pescado, como salmonetes, merluza o rape; el tabernero, que daba de comer y beber a los navegantes de medio mundo que llegaban, y que también proporcionaba prostitutas; el gobernato, el capitán de barco, o la mujer –pequeña empresaria– que se dedicaba al sector del lino, de gran importancia en aquella época.

Los que este sábado se perdieron estas actividades, se volverán a hacer este domingo por la mañana en el mismo espacio.

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