Inyección de 830.000 euros en TGN para dejar a punto cuatro equipamientos culturales
El Ayuntamiento prepara un plan de choque para hacer frente a las carencias que tienen el Teatre Tarragona, el Teatre Metropol, el Auditori del Camp de Mart y la Casa de la Festa
No hay un solo equipamiento cultural en la ciudad que no presente alguna carencia. Cuando no son las humedades, es la falta de accesibilidad o el mal estado del techo. La cuestión es que, desde hace unos años, las únicas inversiones económicas que se llevan a cabo en estos recintos sirven para ir solventando imprevistos. Sin ir más lejos, el último capítulo de este culebrón fue protagonizado por el Teatre Metropol. Un informe descubría que el edificio ubicado encima del teatro se encontraba «en estado de ruina». Se puso en marcha de inmediato la maquinaria para limpiar, apuntalar y hacer un estudio del espacio. Pero esto no es un caso aislado. Hace poco más de un año, nos despertábamos con la noticia de que el falso techo del vestíbulo del Teatre Tarragona se había caído. La historia acabó con el teatro cerrado durante unos meses y la reubicación de los espectáculos. A esta lista se añaden el Auditori del Camp de Mart y la Casa de la Festa, equipamiento que actualmente está en obras, con el objetivo de poner fin a las filtraciones de agua que hay desde que se inauguró, en el 2007.
Con este panorama, el gobierno municipal ha puesto en marcha un plan para poner a punto los cuatro equipamientos culturales más importantes de la ciudad. Para ello, prevén inyectar unos 830.000 euros entre el Teatre Tarragona, el Metropol, el Auditori del Camp de Mart y la Casa de la Festa. Los técnicos, liderados por la concejala de Cultura i Festes, Inés Solé, han elaborado una especie de inventario de todas las carencias, con el fin de priorizar los trabajos. «Entendemos que es en estos espacios donde debe brotar la cultura. Si no están al servicio de la ciudadanía y de las entidades, estamos perdidos», explica Solé. Para la concejala cupaire, lo más importante para llevar a cabo este plan es que las partidas presupuestarias tengan nombre y apellido. «Los equipamientos llevan muchos años sin mantenimiento. El motivo es que, cuando gobernaba el PSC, las partidas destinadas a estas instalaciones siempre estaban sujetas a la venta de patrimonio. Al final, no se hacía nada. Ahora, por fin, pese a la situación económica por la que pasa el Ayuntamiento, las partidas tienen dueño», comenta la concejala, quien reconoce que tiene «una obsesión por dejar los teatros y auditorios a punto».
A continuación, detallaremos cuáles son las actuaciones que ya se han hecho y las que se harán a corto plazo en estos cuatro equipamiento.
Un ascensor en el Teatre Tarragona
El Teatre Tarragona es el principal talón de Aquiles de esta ciudad. Así lo define Solé: «Es el teatro desastre. Un teatro vacío, en el que levantar la persiana cuesta un dineral. Está mal hecho y se cae». El equipamiento ha sufrido ya dos intervenciones de urgencia, pese a inaugurarse hace apenas nueve años. Después de arreglar el techo del vestíbulo, ahora, el Ayuntamiento trabaja para que, antes de finales de año, esté instalado el ascensor del escenario. Hasta ahora, nadie en silla de ruedas podía acceder al tablado. La actuación costará 43.000 euros y la tramitación está casi lista.
Otras de las cosas que van a revisarse serán el montacargas y el vestíbulo del teatro. «Buscamos una mirada distinta, un cambio de concepto, aprovechando que el año que viene el equipamiento cumple diez años», explica Toni Martí, responsable de la gestión cultural del Ayuntamiento de Tarragona. Para esto, hay una partida comprometida de 170.000 euros. Además, por primera vez, el consistorio cuenta con una bolsa de dinero para cualquiera emergencia que haya en el recinto.
Como novedad, en los últimos meses, ya se han instalado en el Teatre Tarragona los despachos de los técnicos municipales de Arts Escèniques. Se han mudado de la Antiga Audiència a la Rambla Nova.
Un BCIN que necesita
un lavado de cara
El tema estrella de este verano ha sido el Teatre Metropol. La concejalía de Cultura ha asumido los trabajos y costes del último problema. El edificio que hay encima del equipamiento está en estado ruinoso, lo que ha significado que se ha tenido que apuntalar y desinfectar todo el inmueble. Cabe recordar que el actual Ayuntamiento apuesta por instalar en los pisos de arriba la Escola Municipal de Teatre.
Pese a que hace unos días, el gobierno de la Generalitat otorgaba al Metropol la más alta catalogación como monumento –fue considerado Bé Cultural d’Interès Nacional (BCIN)–, lo cierto es que urge, según la concejala, una actuación en su interior. Así que el Ayuntamiento cuenta con una partida de 260.000 euros para rehabilitar vidrieras, ventanas, el pasillo y otros puntos del equipamiento. «Iremos haciendo poco a poco porque deben convivir las obras con la actividad habitual», apunta Solé.
Otra de las cosas que urge y que no cuenta con financiación reservada es la puerta al Metropol por la calle Armanyà. No es accesible y, actualmente, es la única que da entrada al recinto, ya que la de la Rambla Nova ha quedado inutilizada porque el vestíbulo también ha sido apuntalado.
El 2023, año de revisión
de la carpa del Auditori
El año que viene, seguramente, será el año del Auditori del Camp de Mart. «Después de haberlo redescubierto durante la pandemia –en él se celebraron la mayoría de conciertos y actos–, vimos que el recinto tenía muchas carencias», dice Solé. Lo primero que se hizo fue una puesta a punto –aunque simple, asegura la concejala– de los lavabos, los camerinos y la señalización. «Lo del auditorio es un problema que viene de atrás, de humedades desde hace años. Por eso, los arreglos no duran mucho tiempo», apunta Martí, responsable de la gestión cultural, quien asegura que, a la larga, se tendrá que llevar a cabo una intervención profunda.
Por el momento, las dos actuaciones previstas por el Ayuntamiento son, de un lado, la construcción de una pasarela que permita que personas con movilidad reducida puedan acceder al escenario y a las primeras filas del auditorio. El equipamiento es ahora parcialmente accesible. Además, esta pasarela servirá para poder trasladar al escenario el equipo de sonido. Hasta ahora, cada vez que se celebra un concierto, el Ayuntamiento se ve obligado a alquilar una rampa. «No se puede seguir así», dice Solé.
Pero lo que en cierto modo preocupa al consistorio es que el año que viene toca revisión de la carpa, tal como lo indicaban los últimos informes. Por ello hay una partida reservada de 40.000 euros. ¿Y si la revisión concluye en que debe ser sustituida? «Sacaremos el dinero de donde sea, lo primero es lo primero», apunta Solé.
Acceso a la Casa de la Festa por la puerta lateral
La Casa de la Festa tampoco se salva de esta tónica. De hecho, ya hace meses que en el interior de este equipamiento se está trabajando para poner fin a las humedades y para mejorar la ventilación en el recinto. La previsión era poder abrir antes de las Festes de Sant Magí. Pero las obras todavía no han terminado, lo que significa que la puerta de entrada no está habilitada. Durante estos días, se accederá al equipamiento por la puerta lateral –donde hay la rampa–, y solo se podrá visitar la sala de balls y castells, y la principal, donde están los elementos. La sala de los Gegants queda inutilizada.
«Más que la Casa de la Festa es la casa de los horrores. No puede ser que la insignia de la cultura popular de la ciudad esté así», explica Solé. La previsión es que los trabajos terminen antes de Santa Tecla y que, pasadas fiestas, se cambien los lavabos de sitio. «Queremos que se pueda acceder al servicio desde la calle. De esta manera, podemos revitalizar la actividad en los Jardins de la Reconciliació», dice la concejala. En total, se destinarán 69.000 euros.