Inflación, la invitada indeseada en la mesa de Nochebuena
Las familias tarraconenses ultiman los preparativos para la cena más especial del año, que se convertirá en la más cara de la historia reciente debido al fuerte incremento de los precios de los alimentos
Un tema estaba en boca de todas las personas que ayer buscaban en los mercados esos productos de última hora para preparar la cena de Nochebuena y la comida de Navidad: el elevado precio de los alimentos, que hará de estas Navidades las más caras de la historia. Y es que pese a que el IPC se ha moderado en los últimos meses, los productos de la cesta de la compra –que cuesta ya un 20% más que el año pasado– tienen unos precios desorbitados, que se han encarecido aún más, si cabe, a medida que se acercaban las fechas festivas.
Lo pudo comprobar en persona Laura, una mujer de 45 años que buscaba una merluza en el Mercat Central de Tarragona y se llevaba las manos a la cabeza por su precio. «Uf –suspiraba–. Está todo carísimo, mucho más que la semana pasada. Sí, ya sé que tenía que haber hecho las compras con antelación porque a medida que se acercan los días más fuertes de las fiestas todo sube, pero, qué quiere le diga; no me ha dado la vida. Vivo en una constante carrera y mira, el precio de tanto desbarajuste es que tengo que pagar más por la cena de Nochebuena».
Cerca de ella se hallaban Juan y Mercè, ambos de unos 70 años, un matrimonio que buscaba chuletillas de cordero porque llegaban sus hijos con sus nietos «y a los niños es lo que más les gusta comer». Iban por varios puestos comparando los precios, pero todos les parecían «carísimos». No obstante, estaban dispuestos a hacer un esfuerzo. «Es Navidad, un día es un día y tendremos a los niños en casa. Ya nos apretaremos el cinturón cuando pasen las fiestas. Pero sí, alguien debería hacer algo porque al final comer se va a poner imposible».
No les faltaba razón. En este sentido, cabe destacar que el precio de los alimentos ha aumentado un 15,3% en los últimos doce meses, según el Índice de Precios al Consumo (IPC) de noviembre, y todos los productos alimenticios de la cesta de la compra, sin excepción, han subido respecto al año pasado.
Mismo menú pero más caro
Con estos datos, la intención de buena parte de las familias es repetir el menú de cada año en la cena de Nochebuena o la comida de Navidad, aunque en esta ocasión para cumplir con la tradición habrá que rascarse algo más el bolsillo: el marisco ha subido un 9%; el pescado, un 10%, y quien coma en casa chuletón tendrá que pagar por él al menos un 13% más.
Así consta en los últimos datos publicados por el INE, que reflejan que la inflación ha hecho mella también en las bebidas: los vinos son un 9% más caros y las cervezas han subido aún más –un 10,6% la rubia, un 11,7% las especiales y casi el 13% las sin alcohol–. Eso sí, las bebidas espirituosas no se han encarecido tanto: un 4,4% de media.
Las frutas también han subido, sobre todo las que están en conserva (un 20% más), en tanto que las salsas y los condimentos son ahora un 30% más caro y quien ponga patatas de guarnición las tendrá que pagar un 20 por ciento más. Las carnes que más han subido son las de las aves –un 16,6%–; el cerdo y el vacuno son ahora un 13% más caros y sin embargo el cordero o el cabrito «solo» han subido un 5 por ciento.
Pero estos datos de noviembre –los últimos disponibles– se quedan cortos con respecto a los precios que marcaban ayer algunos de los productos más típicos de estas fechas. Así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advertía ayer de que los alimentos típicamente navideños han incrementado su precio un 8,2% en comparación con los precios que tenían a finales de noviembre. Se trata de la ya habitual subida de las fechas navideñas. Como en años anteriores, los mayores aumentos se centran en los mariscos y pescados y son más moderadas en las carnes, las frutas y las verduras.
La asociación de consumidores eleva el gasto navideño hasta los 735 euros (un 15% más que el año pasado). Las subidas son generalizadas en 11 de los 15 productos analizados, dando continuidad a las subidas de 2021, y más de un tercio de los productos que componen la cesta de Navidad se encuentran en máximos históricos.
En general, y como ya ha sucedido en otros años, las mayores subidas se concentran sobre todo en mariscos y pescados, mientras que las carnes presentan subidas más moderadas y tienden a bajar algunas verduras y frutas. Según la OCU, las almejas son el producto que más ha subido (19%) respecto a las fechas anteriores a la Navidad, seguido del jamón ibérico (10%), el besugo (7%) y los percebes (6%).
Aunque las ventas de pescado han aumentado y se ha notado en los precios, las patronales de las pescaderías (Fedepesca) y fuentes del comercio mayorista aseguran que «ha habido un esfuerzo de contención» para que los productos del mar y de la acuicultura no se encarezcan tanto para los ciudadanos.
Las especies más consumidas son las características de las fechas navideñas, como merluza, salmón, rape, y los mariscos; el incremento de precios ha sido dispar según el pescado, pues algunos se han mantenido en los mismos niveles que las Navidades del año pasado.
¿Menos postres dulces?
La excusa para reducir la ingesta de dulces navideños no podría ser mejor: este año costarán un 10% más por el alza de las materias primas (el azúcar ha subido un 50%, según el INE), pero a pesar de ello no faltarán en la cena de esta Nochebuena.
A los tradicionales polvorones y al roscón de Reyes le va haciendo la competencia en los últimos años el «panettone», cuyas ventas se han multiplicado por diez desde 2014, según la Confederación Española de Artesanos de Pastelería (CEEAP).
Esta organización estima que las ventas de dulces navideños artesanales aumenten entre un 3 y un 5%, pese a que productos como el turrón se venden un 10% más caros que la campaña anterior.
En cuanto a los mantecados y polvorones, también muy típicos de estas fechas, el presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Mantecados y Polvorones de Estepa (Sevilla), José María Fernández, confirma que serán alrededor de un 30% más caros que el año anterior.
También están al alza las ventas de dulces navideños asociados a la moda «healthy», con menos azúcar, aptos para personas con intolerancias alimentarias, veganos o sin gluten.
Ganas de disfrutar
No obstante, como reconocía el matrimonio formado por Juan y Mercè, en pleno festival de subidas de precios y un bolsillo cada vez más resentido, aún hay motivos para pensar que las ventas de Navidad no serán más austeras que otros años. Parece que, después de dos años con las Navidades muy restringidas por culpa de la pandemia de Covid-19, pueden más las ganas de dejar atrás esa tristeza que el dolor en el bolsillo por los altos precios.
A esta idea se abona también Maruja, una señora de mediana edad que hace las compras de última hora en un supermercado de Tarragona: «Sí, está todo carísimo –dice mientras va llenando su cesta de langostinos, almejas y jamón, entre otros productos–, pero, ¿qué vamos a hacer? Llevo dos años sin poder preparar una cena de Nochebuena para mis hijos, que están fuera, así que ahora que vienen lo celebraremos como se merece, y ya haremos frente después de las fiestas a la resaca que tenga que venir. Y es que si algo nos ha enseñado esta pandemia es que tenemos que disfrutar, que luego no sabemos qué puede venir».