El proyecto del nuevo barrio del Col·legi Sant Pau arranca su tramitación administrativa

La Associació de Propietaris del PMU-14 ha entrado toda la documentación al Ayuntamiento, con la voluntad de que la aprobación inicial sea este primer semestre y poder iniciar obras

El Pla de Millora Urbana (PMU)-14 ya ha iniciado la fase de tramitación urbanística. El pasado 12 de enero la Associació de Propietaris entró definitivamente el proyecto al Ayuntamiento de Tarragona, que deben permitir que se pongan en marcha las obras que afectan a los terrenos entre la autovía y el Col·legi Sant Pau Apòstol.

Este es un plan que debe impulsarse por cooperación –es decir, que el Ayuntamiento tendrá la iniciativa– y que es de interés por parte de la administración local, ya que encaja con los criterios de cohesión del Gobierno y la voluntad de arreglar las entradas de la ciudad. Por este motivo, ambas partes llevan meses hablando para que el proyecto que se ha presentado ya incorpore parte de los requerimientos técnicos a los que deberá ajustarse para obtener luz verde definitiva y seguir adelante. «Respecto a la primera redacción, cuando ya se hizo una presentación previa, se han consensuado un montón de elementos con los técnicos, bomberos y los diferentes agentes implicados», asegura el presidente de la Associació de Propietaris, Carlos Segarra.

Algunos de estos cambios hacen referencia a la distribución de los edificios y volumetrías de estos para evitar que la futura urbanización afecte a la visual de la muralla. Y es que, la voluntad es empezar obras «tan pronto como podamos». Por este motivo, la Associació de Propietaris del PMU-14 quiere que la aprobación inicial del plan pueda hacerse «antes de las elecciones municipales». Esto significa que deberá tener el visto bueno tanto del Ayuntamiento, como por parte de la Comissió Territorial d’Urbanisme del Camp de Tarragona. «Entendemos que les hemos dado las herramientas necesarias para que pueda aprobarse en los próximos meses y que pueda hacerse de forma rápida», añade Segarra.

El plan afecta a una superficie de diez hectáreas de terreno entre la autovía y el Passeig Torroja, bordeando la finca que ocupa el depósito de vehículos –que queda excluida– hasta la zona del cementerio municipal. Se trata de un ámbito de antiguas fincas agrícolas en el que se mantienen algunas viviendas, huertos y chabolas, y en el que se prevé la construcción de 334 pisos. Estos se distribuirán en 25 bloques con un impacto progresivo, de forma que los de más altura, con una planta baja más cinco alturas, se concentrarán en la zona más próxima al Royal Tarraco. El resto serán bloques de planta baja más dos o tres pisos como mucho. «También hay una zona de planta baja más uno que es donde están ubicadas las viviendas, que intentaremos preservar al máximo», añade Segarra.

La futura urbanización quiere ajustarse a los nuevos tiempos, siendo el primer proyecto de estas características que se impulsa en la ciudad. Y, en este sentido, destaca que se hace una importante apuesta por la autosuficiencia energética. Al respecto, la zona de equipamientos incluye un parking disuasorio con unos 11.600 metros cuadrados de superficie y una capacidad para unos 500 turismos, que estará cubierto por una pérgola con placas fotovoltaicas en la cubierta. Esto, además de proteger a los vehículos, permitirá instalar una cifra aproximada de unos 3.000 paneles, que garantizarán la producción de unos 1.200 kW de energía.

Zona comercial

El proyecto también incluye una zona de unos 1.500 metros cuadrados cerca de la autovía destinados a superficie comercial, para un supermercado de tamaño medio. Asimismo, habrá es espacio para una gasolinera «de última generación» que estará adaptada tanto para la recarga de vehículos eléctricos, como para utilizar otros combustibles, como puede ser el hidrógeno.

La idea es que la urbanización se haga en una única fase, teniendo en cuenta que el desarrollo de este sector debe permitir la mejora de las conexiones entre la Vall de l’Arrabassada, y por extensión de todas las urbanizaciones de Llevant, con el centro de la ciudad. Y es que, uno de los aspectos que se ha tenido en cuenta ha sido que se generará una continuidad con la calle Internet, lo que «permitirá llegar en cinco minutos de la Vall de l’Arrabassada a la Avinguda Catalunya», descongestionando de vehículos la Via Augusta y la Rambla Vella.

En cuanto a la movilidad, los redactores del proyecto apuestan por potenciar el antiguo Camí de l’Ermita de la Salut como eje peatonal y para bicicletas, lo que debe permitir que los vecinos de Llevant puedan ir al Col·legi Sant Pau Apòstol sin necesidad de coger el coche. El objetivo es que este carril bici tenga una continuidad a través de la carretera del Cementiri.

Segarra destaca que «será una zona muy agradable» y a modo de ejemplo expone que «en diez hectáreas habrá las mismas viviendas que el edificio que han construido delante de Torres Jordi». Y es que los propietarios de los terrenos hace más de seis años que empezaron a trabajar para poner en marcha este proyecto, que ahora acaba de entrar al Ayuntamiento para su tramitación administrativa.

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