«Es de justicia que por fin se piense en Sant Salvador»
Más proporción de jóvenes, más inmigración, más pobreza... Por qué el barrio ha sido elegido para ‘Barris amb futur’
«Es de justicia y muy necesario que por fin se piense en Sant Salvador. El nivel de crispación y el sentimiento de abandono son grandes; se lo dirá cualquiera del barrio a quien le pregunte», dice Nani Blasco, gestor de la Associació Juvenil Cultural Ariadna y activista del barrio.
Blasco se refiere a la decisión del Ayuntamiento de Tarragona de proponer a Sant Salvador como el barrio de la ciudad que participará en el programa piloto ‘Barris amb futur’ de la Generalitat de Catalunya .
Se trata de un plan en el que se ha seleccionado 15 barrios de diferentes puntos de Catalunya (10 de entornos urbanos y 5 rurales) con «indicadores de riesgo social».
Y en el caso de Sant Salvador los indicadores son elocuentes. Así lo muestran los datos elaborados por el equipo de acción comunitaria del Institut Municipal de Serveis Socials, IMSST y el CAP:
En el barrio se encuentran algunas de las zonas con renta más baja de Catalunya. De hecho la zona de interbloques es la tercera por la cola (los dos primeros lugares los ocupan zonas de Campclar) de la ciudad, con una media anual de 6.994 euros. La cifra no llega ni a la mitad del global de Tarragona (14.515€).
Los datos demuestran, no obstante, que se trata de un barrio de contrastes. En Sant Ramón, la zona de chalets, la renta es de 14.554€; lo que la sitúa un poco por encima de la media de la ciudad.
Otra de las peculiaridades es que se trata del barrio con la estructura de edad más joven de la ciudad. Tiene, además, mayor proporción de población extranjera. De hecho aquí los vecinos nacidos fuera de España son el 33,5% frente al 26,1% del conjunto de Tarragona.
El 14% de la población del barrio es atendida en Serveis Socials (en Tarragona es el 10%).
En el ámbito de la salud destaca el hecho de que el 20,8% de la población de 20 a 74 años tiene obesidad, igual que el 8,6% de la población de menos de 15 años. Asimismo, los niños y niñas de primer curso de la escuela del barrio tienen la prevalencia de caries más alta de las escuelas de la ciudad.
Comparada con otras áreas básicas de salud, en la que corresponde a Sant Salvador la prevalencia de consumo de cannabis y cocaína es mayor. Además, los indicadores relacionados con el malestar emocional también son llamativos. Entre 2015 y 2021 se multiplicaron por doce las visitas a urgencias hospitalarias por intentos de suicidio (de 2 a 26 intentos).
El detonante
Cecilia Mangini, concejala de Serveis Socials del Ayuntamiento de Tarragona explica que todos estos datos objetivos son los que motivaron la decisión de proponer a Sant Salvador cuando desde la Generalitat se les informó de que se incluiría un barrio de Tarragona en el programa.
Reconoce, no obstante, que el detonante fueron los importantes actos vandálicos que se produjeron en diciembre pasado en distintos equipamientos deportivos, en la escuela y en el Centre Cívic donde incluso prendieron fuego. Aquello motivó una reunión con el alcalde, fuerzas de seguridad, vecinos y entidades. Fue una llamada de atención porque en todos los casos se trataba de equipamientos donde se atiende directamente a los vecinos, señala.
No quiere decir, aclara, que sea el único barrio que necesita una intervención, pero recuerda que en el caso de Campclar ya habrá una inversión de 6,7 millones de euros para rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética, y en el de la Part Baixa hay un plan integral aprobado. «El único barrio que no tenía nada era Sant Salvador», dice.
Destaca además la gran proporción de población joven del barrio lo que, asegura, es una oportunidad para hacer un trabajo preventivo.
Una foto panorámica
Los datos que ya manejan Serveis Socials y el CAP son una especie de foto fija y forman parte de una diagnosis más amplia en la que el Ayuntamiento contará también con la participación de los vecinos y las entidades y con el apoyo de técnicos de la Generalitat.
El proyecto es un piloto, y de lo que trata es de hacer un buen retrato de la situación del barrio y de elaborar una hoja de ruta de las acciones que hay que realizar y el orden de prioridades para que cuando se despliegue la ley de barrios. En resumen, que estén preparados los proyectos para poder presentarlos a la Generalitat y obtener financiación. La previsión es que toda esta información sea presentada en noviembre de este año.
Los 15 barrios o áreas deberán promover acciones en tres grandes ejes: espacio de sociabilidad (equipamientos, espacio público); condiciones de vida (vivienda, ocupación) e igualdad de oportunidades (educación, cultura, salud, equidad de género...)
Meritxell Vilella, presidenta de la asociación de vecinos, considera que es una buena oportunidad para el barrio porque «tenemos un potencial enrome, un entorno natural muy bueno; instalaciones y muchas entidades deportivas y de todo tipo, pero estamos dejados de la mano de Dios».
... Y la foto a pie de calle
Cuando se le pregunta por las prioridades habla de un barrio donde es frecuente ver a niños sin compañía de ningún adulto y a adolescentes que con 16 o 17 años que ya no estudian. Recuerda que en el instituto no hay bachillerato y la oferta de otros estudios es limitada.
Cree que una buena idea sería pensar en un taller de oficios, y en alguna formación relacionada con el deporte, teniendo en cuenta que el Club de Handbol es toda una potencia en el barrio.
En este sentido Blasco reconoce que la visión que tienen los jóvenes suele ser pesimista. «Piense que la capacidad de una persona vulnerable de desplazarse fuera del barrio es mucho más limitada, no solo por sus recursos económicos sino por su mapa mental. Muchos no se ven con oportunidades de acceder a según qué cosas. A lo mejor a alguien con más recursos le resulta normal estudiar en un sitio, ir a hacer yoga en otro...». A otros, solo salir del barrio, se les hace un mundo.
Escasean, además, las oportunidades de empleo. «Queda poco comercio y necesitamos reactivarlo», clama Vilella quien dice, además que no ayuda el hecho de que el barrio esté aislado. «Somos el último barrio por el norte, nos cruza la autopista y tenemos un serio problema de transporte público... Cada vez nos encontramos a gente a pie que no tiene oportunidad ni recursos para bajar al centro», reclama Vilella. Se trata, además, de un distanciamiento emocional, insiste Blasco.
Vilella suelta más ideas: volver a hacer juegos en la calle; abrir los patios de la escuela; que los delitos menores no queden impunes...
Pero tanto ella como Blasco destacan que el barrio tiene a favor una gran tradición de asociacionismo y una Taula d’Entitats que se reúne periódicamente.
Hay, además, entidades como Ariadna que hacen cultura a pie de calle, como muestra la imagen que ilustra este reportaje. La foto fue realizada por los alumnos de la Escola de Sant Salvador en un taller de fotografía analógica. En el revelado y escaneo participaron jóvenes del barrio.
Habrá dos integradores a pie de calle
Actualmente en el barrio de Sant Salvador la plantilla se Serveis Socials dependiente del Ayuntamiento está conformada por una coordinadora a media jornada, una auxiliar administrativa, dos trabajadores sociales, dos educadores sociales, un educador de intervención socioeducativa, una trabajadora social a media jornada especializada en temas de vivienda y una psicóloga, también a media jornada.
La Llei de Serveis Socials de Catalunya dice expresamente que «las áreas básicas de servicios sociales deben tener una dotación de tres diplomados en trabajo social y dos diplomados en educación social por cada quince mil habitantes».
Así, Sant Salvador, con 7.685 habitantes está por muy por encima de lo que dice la ley pese a no tener el apoyo financiero de la Generalitat, apuntan desde el IMSST. Con todo, los recursos humanos con los que cuentan, señalan, son insuficientes para atender toda la problemática.
Pero más allá de la acción de Serveis Socials, Cecilia Mangini quien también es concejala de Ciutadania, explica que esta área contratará en breve a tres integradores sociales que trabajarán a pie de calle por las tardes, dos en Sant Salvador y uno en Campclar.
«Hay que salir a la calle. Los trabajadores sociales están en su horario atendiendo a las familias y estos integradores estarán sobre el terreno haciendo un trabajo directo con los jóvenes. Queremos ir más allá con este trabajo directo», explica.
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