En marcha las excavaciones de lo que será en un futuro el Museu Diocesà
Los trabajos arqueológicos permitirán conocer la evolución histórica de la Catedral durante veinte siglos de historia
Hace tan solo dos semanas que empezaron los trabajos de excavación en la Catedral de Tarragona, y ya hay unas primeras evidencias que permitirán en un futuro documentar las diferentes épocas históricas que se vivieron en este recinto. Estos trabajos arqueológicos se están desarrollando, desde mediados de marzo, en la sala de la exedra romana del claustro de la Catedral, justo fuera del muro del recinto imperial de la época romana. Se prevé que la excavación se alargue un mes más, y la intención es que este espacio, de casi 4.000 metros cuadrados, se convierta en el nuevo Museu Diocesà de Tarragona.
El proyecto nace de la mano del Institut Català de l’Arqueologia Clàssica (ICAC) y del Museu Diocesà de Tarragona, y cuenta con la financiación de la Generalitat de Catalunya, del Ayuntamiento de Tarragona, de Repsol y de la Fundació Privada Mútua Catalana.
El espacio donde se está realizando la excavación forma parte de las antiguas dependencias de los canónigos agustinianos de la Catedral, situadas al exterior de un muro romano del siglo I y enmarcadas en la época medieval. En el interior de esta sala también se encuentra la capilla renacentista de Santa Magdalena. «Estos trabajos nos permitirán dar información de la evolución histórica de este espacio entre el siglo XI y el XVI y, además, podremos descubrir la gran pared de la plaza sacra, que contaba con dos hectáreas de superficie, que enmarcaba la acrópolis de la Part Alta y que dio sentido a la disposición urbanística del complejo de la Catedral», explicaba ayer Josep Maria Macias, investigador del ICAC.
Esta primera actuación es la continuación de los trabajos que se llevaron a cabo en 2013 y 2014, y asentará lo que deben ser las bases de la planta baja del futuro Museu Diocesà de Tarragona, que contará con una superficie de 4.000 metros cuadrados.
«El proyecto apuesta por una puesta en valor, tanto de los objetos que representan nuestra cultura cristiana de 20 siglos de historia, como de lo que representan las estructuras monumentales que nos ofrece este espacio», explica Andreu Muñoz Melgar, director del Museu Diocesà de Tarragona. La idea es que este recinto pueda funcionar como centro de interpretación de la evolución diacrónica de la acrópolis de Tarragona.
«Pretendemos que este museo sea un viaje a lo largo de veinte siglos de historia de la iglesia tarraconense y del territorio», explica Muñoz, quien añade que «de conseguirlo, podemos estar seguros de que este museo se convertirá en el más importante de toda la península ibérica, a lo que arte sacro se refiere». Y es que, tanto los objetos propios del Museu Diocesà como las estructuras que se están descubriendo, son únicas.
También tiene un papel importante en este proyecto el Capítulo de la Catedral. «Apoyaremos todo aquello que apueste por desentrañar lo que se hizo en la época romana y medieval en la Catedral. Es un proyecto que enriquecerá el patrimonio de la ciudad», decía ayer el canónigo responsable de Patrimonio Artístico de la Catedral, Antonio Pedro Martínez Subías.
El calendario
El calendario, según los responsables, dependerá de la implicación de las administraciones, quienes serán los que deberán apostar por el espacio. No obstante, Muñoz aseguró que el objetivo es tener el proyecto estratégico museográfico listo a finales de este año. «A partir de aquí ya podremos crear la mesa de trabajo para concretar la manera de obtener los recursos económicos necesarios», explica el director del Museu Diocesà. Estaríamos hablando de unos 4 o 5 millones de euros.
Los hallazgos
Un equipo de arqueólogos trabaja sobre el terreno y, en cuestión de dos semanas, ya ha mostrado las primeras evidencias. Un ejemplo son los grandes ventanales cuadrados que hay por todo el recinto, y un muro que, con casi total seguridad, pertenece a la época medieval y que se ubica cerca de la parte exterior de la capilla de Santa Magdalena. También se han hallado elementos decorativos, como una moldura de mármol.