El turismo extranjero gana presencia en Tarragona

Las fiestas atraen a muchos clientes que se hospedan en los campings, así como turistas de los municipios vecinos. Destaca especialmente la presencia de franceses

Tan solo hace falta caminar por el centro de Tarragona para darse cuenta de la elevada presencia de vehículos extranjeros. Sobre todo franceses, pero también italianos y holandeses, que este mes de agosto han desembarcado en masa en la ciudad, coincidiendo con las fiestas de Sant Roc y Sant Magí. «Hasta finales de verano no tendremos datos oficiales, pero todos hemos podido ver la afluencia de visitantes estos días, que ya es la tónica desde inicios de julio», indica el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales.

El Patronat Municipal de Turisme de Tarragona dará a conocer el balance de estos meses de verano en octubre. De momento, las sensaciones son buenas y la percepción es que las calles de Tarragona cada vez más son una torre de babel, con gente venida de todas partes. Algo que hace unos años tan solo pasaba en los días de lluvia, cuando venían todos los turistas de Salou y La Pineda que no podían ir a la playa. «Nos demuestra que Tarragona está muy bien posicionada como un destino atractivo por sus valores patrimoniales, el clima, las tradiciones como las fiestas de Sant Magí, la gastronomía y, por supuesto, nuestras playas», añade el máximo responsable municipal, quien defiende que «estamos en una buena línea y esto nos lo dicen los mismos visitantes».

Las pernoctaciones registradas durante los tres meses de verano del año pasado supusieron el 47 % del total, en un año en el que se superaron todas las estadísticas. Este 2024, los agentes del sector aseguran que «no ha cambiado demasiado y, aunque a día de hoy todavía no estamos en cifras récord, todavía falta septiembre y octubre, que son meses buenos». Así lo afirma el presidente de la Associació de Campings de Tarragona Ciutat, Roger Trillas, quien explica que en julio el cliente por excelencia es el francés, seguido del holandés y el alemán, un mercado que este último se ha recuperado respecto a los años anteriores. «En agosto aguanta el extranjero, pero es el mes de vacaciones de los españoles», indica.

Los datos de ocupación son similares al año pasado. Pese a ello, el presidente de la asociación de campings pone de manifiesto que, respecto a años anteriores, «quizás los clientes eran más sedentarios y, al haber más actividades, hace que se muevan más». Explica que en los últimos tiempos, desde el Patronat Municipal de Turisme de Tarragona, se está promocionando más lo que se hace en la ciudad, lo que atrae a muchos de estos turistas, que buscan conocer la esencia tarraconense.

Más movimiento

Tener la posibilidad de ver una diada castellera de gama extra, el Seguici durante la procesión de Sant Magí o disfrutar de las verbenas en la calle son vivencias que si uno se encuentra cuando está de vacaciones en un país extranjero garantizan una experiencia inigualable. Asimismo, Trillas pone en valor que «Tarragona tiene una restauración, con un producto de calidad y un muy buen servicio, lo que genera un efecto llamada».

El sector de la restauración está notando como el turismo extranjero está ganando protagonismo. «Se nota más movimiento, y no tan solo en julio y agosto, cuando la ciudad ya está llena, sino también en los meses de mayo y junio, que este año han sido muy buenos», manifiesta el presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Tarragona, Javier Escribano.

Escribano explica que los extranjeros que han podido verse estos días paseando por la ciudad «ya no son visitantes que vienen un día desde Salou o Cambrils, sino que se sientan a comer y hacen gasto en la ciudad». Aunque la opinión de los restauradores es variopinta. «La calidad es diferente y el turista de agosto no gasta tanto como puede ser el de octubre, noviembre o diciembre, que es de más calidad», indica Mabel, del Espai Vi, en la Plaça del Fòrum.

¿Pisos turísticos?

Esta empresaria lleva diecisiete años en el mundo de la restauración en uno de los espacios con más afluencia turística de la ciudad. Durante este tiempo ha visto y vivido las idas y venidas del turismo en Tarragona, así como los cambios que se han producido. «Muchos ya van con la bolsa de la compra, supongo porque se alojan en los pisos turísticos», añade.

Otro de los restaurantes de esta misma plaza también explica que «se nota más gente de paso, sobre todo los viernes, cuando llega el crucero, pero el año pasado había muchos días que teníamos cola y ahora no».

Xavier Mejuto, de la empresa Itinere Serveis Culturals, defiende que el verano en Tarragona es un «impaso» entre la primavera, cuando se disparan las visitas escolares, y otoño, cuando vuelve a reactivarse el periodo escolar y las visitas de empresa. «Nuestro caballo de batalla es ser una ciudad abierta todo el año, ya que ahora se trabaja y hay grupos, pero tampoco hay mucha gente que nos visite por una motivación a nivel cultural», argumenta.

El Instituto Municipal de Estadística (INE) daba a conocer a inicios de mes los datos de turistas extranjeros entre los meses de enero y junio. Según estos, la cifra en Catalunya fue de 9,1 millones, lo que representa un crecimiento del 12,4 % respecto al mismo periodo del año anterior.

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