El Port plantea un espacio marítimo como banco de pruebas para renovables
Es una de las alternativas que se ha planteado en la comisión bilateral para estudiar
las posibilidades que ofrece la eólica marítima, las corrientes y el oleaje
El Port de Tarragona se ha puesto en la cabeza para liderar la transición energética y encima de la mesa se acumulan los proyectos e ideas para abordar los diferentes flancos que exige el momento. Una de las propuestas que se está acabando de estudiar es la cesión de un espacio a la Universitat Rovira i Virgili (URV), como banco de pruebas en materia de energías renovables.
«Estamos acabando de concretarlo, pero la idea es que sea un ámbito totalmente dedicado a la investigación en el que puedan hacer pruebas y recoger datos sobre el terreno», explica el presidente de la Autoritat Portuària de Tarragona, Saül Garreta.
La propuesta ha surgido a raíz de la comisión bilateral entre ambas administraciones, en la que quiere facilitarse la transferencia del conocimiento generado desde los laboratorios de la universidad. «No es para producir energía, sino para que puedan ensayar nuevas tecnologías y ver la viabilidad», indica Garreta.
En el Dic de Llevant
El espacio en cuestión sobre el que se ha hablado está en el Dic de Llevant, a la altura del Moll de Balears. Se trata de una zona a mar abierto en el que podrían hacerse pruebas tanto con aerogeneradores marinos, como para la producción energética a partir de las corrientes y utilizando la fuerza del oleaje.
«Es un tema que ha despertado mucho interés y que ahora debemos estudiar tanto a nivel logístico como de financiación, mientras la universidad estudia de forma interna los grupos que podrían verse afectados», explica la responsable de Medi Ambient del organismo portuario, Cristina Miret.
Desde la universidad se ve con buenos ojos el trabajo que se está plantando y que arrancó hace aproximadamente un año, con la entrada de Garreta como nuevo presidente. «Vemos que el puerto no es uno de los principales actores en esta transformación energética, pero ha decidido hacer una apuesta firme y lo está catalizando», indica el director del Departament d’Enginyeria Química de la URV, Ricard Garcia Valls.
La apuesta para acoger la sede de la Vall de l’Hidrogen, el trabajo con Apport para crear una comunidad energética y la creación de un cluster que atraiga a empresas e ideas de negocio relacionadas con la descarbonización y la economía azul son una muestra de las iniciativas.
Algunas de estas cuestiones las está tratando el puerto de forma interna. Es el caso del proyecto de electrificación de los muelles o la utilización de nuevas fuentes de combustión no contaminantes, tanto para las grúas como para las locomotoras de ferrocarril a nivel interno. Otras, se están planteando en colaboración con los agentes del territorio, tanto a nivel de investigación y desarrollo como con los sectores que pueden verse más implicados, como puede ser el Químico.
Una planta desalinizadora
Con todo, Garcia Valls asegura que «se están sentando las bases de una especie de cluster muy interesante, ya que pueden surgir sinergias que acaben ofreciendo nuevas oportunidades de negocio». Este pone en valor que la institución portuaria «está poniendo las cosas fáciles» en cuanto a la cesión de espacios, lo que permite que «muchas cosas puedan seguir adelante». «El Port puede impulsar que Tarragona tenga el peso y la importancia que debe tener en todo este ámbito, teniendo en cuenta que vamos demasiado lentos», afirma.
La obtención de hidrógeno verde, a partir de aguas residuales, tan solo es uno de los ámbitos de trabajo desde este departamento de la Universitat Rovira i Virgili.
Desde la Autoritat Portuària de Tarragona se asegura que también se está trabajando de forma embrionaria en la construcción de una planta desalinizadora, dentro del dominio público portuario. Asimismo se plantea un proyecto de geotermia, para aprovechar el calor existente en el interior de la tierra.