El Plaseqta aterriza en el territorio con ocho nuevos técnicos de Protecció Civil
Se trata de una acción prevista en el plan e históricamente reivindicada por la sociedad tarraconense. Su función será aplicar los protocolos en caso de emergencia
La explosión de Iqoxe representó un antes y un después para Tarragona. Una de las primeras decisiones que se tomaron a raíz de quel accidente fue territorializar el plan para convertirlo en el Plaseqta. Es decir, trasladar al territorio la gestión de cualquier emergencia que tuviera lugar en tierras tarraconenses. Los responsables entendieron que in situ la resolución al conflicto sería mejor. Poco a poco se ha ido materializando esta idea, con algunas medidas, como la instalación de los sensores o de las sirenas, por ejemplo. Ahora, la Generalitat quiere que el plan siga aterrizando en el territorio a través de recursos humanos, tal como prometieron en 2020.
Así, pues, en breve, la sala del CECAT de Tarragona –ubicada en el edificio 112 de Reus– contará, por primera vez, con la figura de un técnico de Protecció Civil. Actualmente este puesto de trabajo solo estaba activo en la sala de Barcelona. En Tarragona solo había dos operadores que cumplían con las decisiones que llegaban desde la capital catalana. Por lo tanto, a partir de ahora, las actuaciones serán lideradas desde el territorio. Para que nos entendamos, la función del operador es ejecutar aquello que el técnico decide, como por ejemplo, avisar a los municipios en un caso de emergencia o redactar los comunicados de sala. El técnico lo supervisa y se encarga de la parte más estratégica.
Para poder cubrir las guardias durante las 24 horas del día, este nuevo puesto de trabajo de técnico requiere de un total de ocho efectivos, que recibirán una formación especializada de 25 horas en los próximos meses. Se trata de un curso que imparte el Institut de Seguretat Pública, y que termina con un examen. «Hay que pensar que el técnico de Protecció Civil debe estar las 24 horas operativo, por lo tanto se necesitan de dos a tres turnos, además de cubrir vacaciones y posibles bajas. De ahí a que se pongan a disposición ocho efectivos», explica Eli Llombart, directora de los Serveis Territorials d’Interior de Tarragona.
Entre algunas de las funciones de esta nueva figura están la de aplicar los protocolos en caso de emergencia, activar las sirenas, evaluar los niveles de riesgo y detectar las situaciones complejas que impliquen poner en marcha alguno de los planes de Protecció Civil. «Con un técnico en Tarragona podremos detectar estas circunstancias más pronto y con más exactitud, gracias al contacto directo con los municipios», dice Llombart. Además, también se deberá encargar de realizar las acciones de información a la población y de coordinar cualquier caso de emergencia grave. El técnico se encontrará físicamente en la sala de guardia del edificio 112.
«El objetivo de esta acción es llevar el Plaseqta a Tarragona, territorializar todas las actuaciones, no solo a nivel institucional, también a nivel técnico y de recursos humanos», explica Llombart, quien añade que «nuestro técnico conocerá mejor las industrias de la demarcación, las personalidades de los municipios y la manera de hacer de todos los implicados, como policías, otros técnicos o voluntarios. Tendrá información del territorio y eso nos interesa y lo queremos fomentar».
Llombart asegura que, pese a la gran profesionalidad de los técnicos de Barcelona, en alguna ocasión ha habido ciertas confusiones por un tema de desconocimiento territorial. De hecho, esta figura es una de las más reivindicadas por las asociaciones de vecinos de la ciudad.
Actualmente se está acabando de configurar cuál debe ser el perfil de estos técnicos. El único requisito, por el momento, es que sea licenciado –no importa la especialidad– y que conozca el territorio. La implantación de esta figura está prevista este año.
Otra novedad
En esta línea de aterrizar el plan y de dotarlo de recursos, el Departament d’Interior ha creado otra figura en la demarcación de Tarragona. Se trata del responsable de riesgo químico, que debe encargarse de velar constantemente por el Plaseqta. «Es el enlace entre los operativos, las instituciones y los vecinos, y el Plaseqta», dice Llombart, quien añade que «esta figura debe procurar que el plan esté constantemente vivo y que se pueda ir revisando a medida que se lleven a cabo los simulacros».
Entre algunas de las funciones, el responsable de riesgo químico se encargará de redactar, actualizar y revisar los planes de Protecció Civil, de ejecutar las tareas de implantación de estos planes y de asesorar a los ayuntamientos del territorio para procurar que cumplan con sus funciones. «Y es que los municipios tienen un papel muy importante de responsabilidad en riesgo químico. Y deben ejercerlo como tal. Tener a alguien de referencia era imprescindible», añade Llombart. Por último, esta figura debe llevar a cabo acciones para prevenir el riesgo químico. «Es importante que tenga una visión global del territorio que le permita detectar cualquier situación de riesgo», dice la directora.
Al igual que el técnico, se trata de un nuevo puesto de trabajo, que solo cuenta con un efectivo y que es único en toda Catalunya. De hecho, esta figura ya está activada desde el pasado 1 de marzo y la ocupa una mujer que lleva 14 años trabajando en el ámbito.
El Centre de Coordinació Operativa de Catalunya, el CECAT, es el centro superior de coordinación e información de la estructura de Protecció Civil de Catalunya. Vela por la buena gestión de las emergencias a través de la coordinación de los diferentes cuerpos operativos, organismos e instituciones involucradas en la resolución de situaciones en las que sea necesaria la activación de un plan de emergencias. Tiene como última finalidad la seguridad de las personas, de sus bienes y derechos, y también la previsión y la minimización de los efectos que pueden sufrir en caso de emergencia. Es en este centro, ubicado físicamente en el edificio 112 de Reus, donde se incorporarán los nuevos ocho técnicos.
El CECAT dispone de herramientas para hacer frente a las situaciones de riesgo potencial, como predicción de nevadas, aludes, lluvias, vendavales, etc., y a las situaciones de riesgo real, como inundaciones, accidentes químicos, ferroviarios o aeronáuticos, entre otros.