El pacto por la aministía logra el deshielo entre ERC y PSC en Tarragona
Socialistas y Esquerra sellan un acuerdo para la aprobación del presupuesto del 2024. Los republicanos reconocen que las protestas de PP y Vox en Madrid han facilitado el diálogo con los socialistas, que ya solo necesitan la abstención de Junts
Lo que parecía imposible hace solo unos meses hoy ya es una realidad: Esquerra Republicana facilitará que el PSC de Rubén Viñuales apruebe el presupuesto municipal de Tarragona del 2024. Después de dos mandatos en los que la pésima relación entre los exalcaldes Josep Fèlix Ballesteros (PSC) y Pau Ricomà (ERC) rompiera todos los puentes entre ambas formaciones, ahora la normalización del diálogo y el contexto estatal han hecho posible –una década después– el acercamiento entre socialistas y republicanos en la Plaça de la Font, que ya gobernaron juntos en Tarragona entre 2007 y 2011.
Tras dos reuniones presenciales la pasada semana y numerosas llamadas y whatsapps este sábado y domingo, finalmente este lunes Esquerra ha anunciado que se abstendrá en la votación del presupuesto de la próxima semana, una vez que el ejecutivo del PSC ha aceptado incluir en las cuentas el paquete inversor de 4,2 millones de euros propuesto por ERC.
En concreto, la oferta del grupo liderado por Maria Roig y Xavier Puig solicitaba 1,2 millones de euros para impulsar cinco centros cívicos (Ciutat de Repòs de Llevant, Santiyán en el Port, Avinguda Catalunya, Lletres y Parc del Francolí); 1,1 millones para la urbanización del polígono Francolí y definir el proyecto de reforma del eje Unió-Apodaca-Plaça del Prim; y un millón para la compra de vivienda para destinar a alquiler social.
Asimismo, el plan de Esquerra, ya aceptado por el PSC, contempla 400.000 euros para el mantenimiento de escuelas, 300.000 para mejorar locales de asociaciones de vecinos, 200.000 para un plan de accesibilidad y 50.000 para el nuevo local de los Xiquets en la actual sede del ICAT.
«No votaremos que sí porque el gobierno municipal no nos acepta la única petición que no cuesta dinero: los carriles bici de Prat de la Riba y Avinguda Andorra, que servirían para conectar con los actuales», indicaba ayer la portavoz de ERC, Maria Roig, quien resalta que la «oposición responsable» de su formación servirá para «dar continuidad a los cuatro años de gestión del gobierno republicano».
Tras la etapa negra de los últimos tiempos, el deshielo al fin ha llegado a Tarragona entre ERC y PSC. Dos han sido las claves para ello. Por una parte, la buena sintonía entre las comisiones negociadoras –lideradas por Isabel Mascaró y Pau Pérez por parte del PSC y por Maria Roig y Xavier Puig en ERC–, así como por el contexto estatal generado por el pacto del PSOE con Junts y Esquerra por la Ley de Amnistía.
«Las manifestaciones en Madrid de PP y Vox contra el acuerdo de investidura está claro que han propiciado una cierta complicidad», recalca el edil Xavier Puig, quien niega que el OK a las cuentas se traduzca en un acuerdo para entrar en el gobierno.
JxCAT exige la oficina del catalán
Tras el pacto con ERC, ahora a Rubén Viñuales solo le falta una abstención de Junts para asegurar las cuentas de 2024. Los de Jordi Sendra ponen sobre la mesa la necesidad de «reabrir la Oficina de Promoció del Català», que «cerró el PSC y que ERC no volvió a abrir», según indica el portavoz juntaire. Otra de las prioridades será «la apuesta por La Móra» para frenar «su anhelo de segregación», según indica el líder de los sobieranistas, quien también exige un plan «para recuperar el Camí de la Fonteta» y priorizar el mantenimiento «en las calles del centro como Pere Martell, Prat de la Riba o la Rambla». A las puertas de Black Friday, el alcalde Viñuales ya acaricia su primer presupuesto.