El nuevo barrio de Tarragona da su primer paso
El Ayuntamiento de Tarragona aprueba inicialmente el proyecto. La nueva zona residencial permitirá la edificación máxima de 525 viviendas, de las cuales 162 serán de protección pública
La junta de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona aprobó inicialmente en la sesión de ayer el Pla de Millora Urbana (PMU)-34, que corresponde a los terrenos junto al Nou Estadi-Costa Daurada. Esto supone un primer paso de cara al desarrollo de un sector de crecimiento, largamente esperado tanto por el club grana como por la administración local, y que dará una continuidad a la Vall de l’Arrabassada.
Este trámite se producía después que a nivel técnico se ha valorado que el proyecto cumple los estándares de movilidad y medioambientales, que son dos de los aspectos que quedaban pendientes.
El ámbito afecta a una superficie aproximada de 124.000 metros cuadrados, entre la rotonda de acceso a la autovía y el estadio de fútbol. El extremo inferior concentrará una parte de la nueva vialidad, para garantizar la movilidad tanto del nuevo barrio como de la parte oriental de la Vall de l’Arrabassada.
En cuanto a las nuevas edificaciones, estas se concentrarán en la zona norte del sector, comprendiendo parte de la superficie que quedó desafectada por el desmantelamiento de la antigua carretera nacional, además del campo de tierra que ahora se utiliza como aparcamiento en los días de partido y las zonas de entrenamiento.
La edificabilidad máxima del nuevo sector es de 525 viviendas, de las cuales 363 serán de promoción libre. Estas se concentrarán en seis islas, cuatro de las cuales con una cifra máxima de 46 pisos, mientras que la más grande podría alcanzar los 94.
Vivienda pública en Llevant
En cuanto a las 162 viviendas restantes, estas serán en régimen de protección pública y se concentrarán en dos islas de 81 pisos. Este ha sido uno de los principales motivos que ha hecho que desde el Ayuntamiento de Tarragona siempre haya habido un especial interés para tirar adelante este plan, ya que permitirá incrementar la dotación de vivienda pública también en esta parte de la ciudad. Además, el consistorio –que tiene en propiedad el 45% de los terrenos– espera que con la venta de alguna de las parcelas podrá sacar unos ingresos adicionales muy necesarios.
Una burbuja de oxígeno en forma de ingresos que también espera el Nàstic, que tiene en propiedad el otro 45% de los terrenos. El 10% restante corresponde a pequeños propietarios.
Próxima estación: la Comissió d’Urbanisme
Tras esta aprobación inicial por parte del ejecutivo, el proyecto deberá seguir su curso y el siguiente paso será la Comissió Territorial de Urbanisme de la Generalitat, que deberá valorar tanto el plan como los informes sectoriales preceptivos.
Con todo, para que entren a trabajar las máquinas todavía faltará una segunda aprobación, la definitiva, así como los proyectos de urbanización y reparcelación. No obstante, esta aprobación inicial constituye un paso significativo para un plan que ha pasado por todo tipo de vicisitudes.
De hecho, en febrero de 2020 este ya fue aprobado inicialmente por parte del Ayuntamiento, sin embargo, desde Urbanisme de la Generalitat se hicieron varias observaciones en cuanto a la movilidad y la recogida de aguas, que obligaron a introducir cambios significativos. También porque una parque de las edificaciones no tenía en cuenta el trazado del desvío ferroviario por el interior, que recogía el POUM de 2013.
Cuando estos aspectos pudieron enmendarse, llegó la sentencia del Tribunal Supremo que tumbó el plan general, por lo que el proyecto tuvo que adaptarse a las normas subsidiarias urbanísticas. Finalmente, también tuvieron que introducirse cambios cuando se aparcó definitivamente el proyecto de la Budellera, ya que inicialmente el PMU-34 se diseñó pensando en el desarrollo futuro de esta macrourbanización.
Una Budellera de ‘mínimos’
La aprobación inicial del PMU-34 llega cuando ya tienen luz verde definitiva los proyectos de urbanización y reparcelación de las Parcel·les Iborra, que es como se conoce la zona de la Ermita de la Salut y su entorno. En este caso, ahora tan solo falta acabar de resolver las alegaciones para que pueda procederse a licitarse las obras, que permitirán urbanizar esta zona, dignificando las condiciones de vida de sus vecinos.
Con estos dos proyectos la Vall de l’Arrabassada prácticamente quedará completa, con todos los ‘agujeros’ llenos. Tan solo quedará un sector –el PMU-13-b– que es el que afecta a la parte del bar del Nàstic y su entorno. En este caso falta ver cómo acaba de concretarse el futuro de esta zona, ya que es un ámbito en la que hay vecinos.
Finalmente, el Gobierno socialista quiere establecer el límite de esta parte de la ciudad en el vial de acceso a la A-7 desde la rotonda de la Savinosa. Una ‘Budellera de mínimos’ que es la que quiere incluirse en el nuevo POUM que ahora se está redactando.