El modernismo se viste a la moda en Els Pallaresos
Jornades Modernistes. Vestidos de 1900 son los que lucirán hoy y mañana, confeccionados por los mismos figurantes. Hay más de 60 actividades donde elegir
Hoy y mañana, la mirada de Els Pallaresos está puesta en la época modernista, de principios del siglo XX, mientras las miradas de cuantos visiten el evento, inevitablemente, se centrarán en la riqueza del vestuario que lucirán los hombres y mujeres que participan, como recreadores, en los pasacalles, espectáculos de pequeño formato y visitas teatralizadas en las Jornades Modernistes.
Durante muchos días, meses, sobre todo las mujeres se han desvivido para confeccionar sus vestidos y trajes a la usanza de la época. «Al finalizar las jornadas, al día siguiente ya empezamos a planificar los vestidos para la siguiente edición», explica ilusionada Pepi Fernández, la presidenta de la Associació Afer de la Dona de Els Pallaresos, la entidad que cada año organiza los talleres de corte y confección, que dirige la ‘modista modernista’, como es conocida popularmente, la reusense Ana de la Cruz.
La mayoría de mujeres que acuden a los talleres de confección son buenas costureras «pero el vestuario modernista requiere de un proceso distinto y delicado», admite Ana de la Cruz. Y es que, como bien explica la experta, «la costura se realiza en base a como se cosía en la época evocada, a máquina, pero con las costuras por dentro, es decir escondidas».
En el Centre Jujol
Los talleres han reunido a una veintena de mujeres en el Centre Jujol de Els Pallaresos, todos los viernes de cinco a siete de la tarde, durante los meses de marzo, abril y mayo. «Nos lo pasamos de maravilla; compartimos el trabajo, la charla y el buen humor», comenta Gertrudis Baduell, una de las recreadoras. Allí, se hacen con los patrones base, facilitados por Ana de la Cruz, para hilvanar luego en casa. Este es el motivo por el cual muchas mujeres no desvelan cómo será su vestido «para dar el pego», dice Angelina Guspí, otra de las atareadas costureras.
Resulta que el precio de un vestido modernista, de los pertenecientes a la burguesía del momento, comprado en una tienda especializada, puede oscilar entre los 800 y 4.000 euros (los más fastuosos). En cambio, «hechos en casa, bajo el patronaje de Ana de la Cruz, pueden salir por 50 ó 60 euros», añade Gertrudis Baduell, incluyendo sombrerería y todo, algo obligado en las mujeres al salir a la calle en la sociedad de 1900.
Asimismo, el asesoramiento de la instructora va dirigido al empleo de telas adecuadas, cuyo precio no sea desorbitado, haciendo así posible la renovación anual del vestuario. Otros aspectos a considerar son «definir la estampación, para que no sea inadecuada; la utilización de ganchitos de sujeción, en vez de cremalleras; y la confección de la ropa interior pertinente, como la chamise, el corsé, las enaguas, los pololos (calzones), además de guantes y medias», revela De la Cruz.
El uso de la ropa interior apropiada para la ocasión «es opcional, o para cuando el vestido a lucir lo requiera», dice Angelina Guspí, mientras Pepi Fernández le prueba la chaqueta y Maria Àngels Buch permanece absorta en dar las últimas puntadas a un puñado de ropa. Ocurre que muchas de las recreadoras de Els Pallaresos, a las que hoy y mañana se les unen otras provenientes de distintas localidades con presencia del arte modernista, representan papeles distintos, sea por la mañana o la tarde.
Plebeyas
A diferencia de Gertrudis Baduell, que se mantiene en el papel de sirvienta, tanto Pepi Fernández como Angelina Guspí, con las ropas plebeyas y de la servidumbre, por la mañana dan vida al lavadero de Casa Bofarull, una de los edificios emblemáticos con obra del arquitecto modernista, Josep Maria Jujol, haciendo safareig, es decir, haciendo la colada y de comadreo al mismo tiempo, para diversión del público. Por la tarde es otra cosa. Toman parte vistosamente ataviadas y en el caso de Pepi elegantemente vestida como corresponde a la clase social burguesa de aquella época cambiante.
Pero a todo ello hay que hacer mención también a los recreadores masculinos, los cuales visten a la moda modernista, muchos de los cuales asesorados por Ana de la Cruz, que cuenta con la complicidad de su marido. La modista afirma que «en muchos casos se aprovechan los propios trajes, de diseño ya un tanto antiguo, para adaptarlos al novecentismo, aconsejar sobre el corte de pelo, barbas y bigotes, el tipo de sombrero, también obligado, los chalecos, la corbata, corbatón o pajarita».
El espectáculo de las Jornades Modernistes, con visos de autenticidad y máximo rigor histórico, hoy y mañana, está servido en Els Pallaresos.
Un programa repleto de actos
Más de 60 actos configuran este apretado programa, entre actividades lúdicas y otras culturales. Para los más pequeños hay preparados casi un centenar de juegos tradicionales de madera que estarán repartidos por las dos calles principales del pueblo. Se organizarán dos desfiles de moda, tres representaciones teatrales, diferentes espectáculos de calle, otro de danzas tradicionales, cantadas populares por las calles del pueblo, exhibiciones y talleres de bailes de salón y de sardanas.