El desmontaje de la plataforma del Miracle y el carril bici de Llevant, principales obras en Tarragona
Los fondos Next Generation permitirán impulsar algunas de las grandes actuaciones de apertura de la ciudad al mar. Estas se complementarán con microproyectos en los barrios
Las campañas electorales siempre van precedidas de inauguraciones y cortes de cinta y, aunque en los próximos meses tampoco se esperan grandes eventos en este sentido, la lista de obras y proyectos que deben encarrilarse en los próximos meses es considerable. Este 2023 será un año de obras en la ciudad. Los fondos Next Generation han supuesto un revulsivo para Tarragona, que hasta el momento ha conseguido unos doce millones de euros. Esto permitirá tirar adelante algunas grandes actuaciones que facilitarán el proceso de apertura de la ciudad al mar y que irán acompañadas de intervenciones que podrían calificarse de más modestas –desde un punto de vista económico– repartidas por el conjunto de la geografía.
Sin lugar a dudas, una de las obras más esperadas por su simbolismo será el derribo de la plataforma del Miracle, un mamotreto de 7.200 toneladas de hormigón que debe dar paso a la renaturalización de este entorno. En un primer momento esto generará una gran plaza de 6.500 metros cuadrados, lo que supondrá la desaparición del cemento y los coches, para que poco a poco las dunas y la vegetación autóctona puedan ser los protagonistas. Las obras, financiadas con fondos europeos, están programadas para el segundo semestre de este año, una vez finalizada la temporada de playas.
El litoral ha sido durante muchos años el gran olvidado. Que Tarragona ha vivido de espaldas al mar no se le escapa a nadie y, aunque pensar en obras faraónicas como la fachada marítima puede parecer una entelequia sí se han previsto algunos pasos para que la línea de la costa sea más atractiva y facilitar esta apertura. Uno de los proyectos más transformadores será el carril bici de Llevant que, desde la Via Augusta a Altafulla, generará un recorrido de once kilómetros que ofrecerá una alternativa para los barrios y los campings a través de la antigua N-340.
El proyecto está redactado y tan solo falta que el Estado y el Ayuntamiento acaben los últimos retoques del convenio para el traspaso de carreteras, que facilitará que esta obra pueda ponerse en marcha en los próximos meses. La firma de este acuerdo también dará luz verde a la ampliación del puente del Francolí, con una plataforma anexa para viandantes y bicicletas, que permitirá culminar la conexión de Ponent y el centro.
Este 2023 Tarragona quiere seguir dando nuevos pasos para poner al día la red de carriles bici. Entre las obras que se pondrán en marcha están las conexiones desde la playa del Miracle con la Arrabassada y desde este punto a la rotonda de la Via Augusta, además del segundo tramo de Pere Martell cuando se haga la nueva pavimentación. Esto permitirá generar un recorrido desde Bonavista a Altafulla, resiguiendo todo el litoral. Respecto este último proyecto, el concejal de Territori, Xavier Puig, afirma que «es una obra que no empezará antes de las elecciones, pero sí este año». Asimismo, este no descarta que «puedan haber otras obras de pavimentación que incluyan carril bici, con la filosofía de Pere Martell».
Puig afirma que «detrás de todos estos proyectos no hay una lista inconexa de actuaciones, sino que responden a inversiones de cambio, en el que el relato pasa cerca del portal de casa». Este se muestra convencido de que «no acabará la legislatura sin que algún barrio se sienta interpelado porque el proyecto de ciudad es el que hay cerca de casa». Y, en este sentido, la líneas que prevalece es la de «microproyectos repartidos desde Ponent a Llevant y de norte a sur, pasando por el centro, en los que el viandante, la cohesión y la sostenibilidad son el hilo conductor».
Y Sant Pere i Sant Pau ha sido uno de los barrios en los que se han abocado esfuerzos para mejorar el espacio público. El año pasado fue con la reforma de la Plaça Catalunya, mientras que ahora ha llegado el turno de la Plaça de la Quinta Promoció. El intríngulis jurídico que bloqueaba cualquier actuación en este entorno está resuelto y los recursos están disponibles, después de la venta de patrimonio. «La plaza ya es nuestra y ahora tenemos la licitación y contratación de este proyecto, que todavía tardará unos meses hasta que no se produzca su adjudicación, pero la confianza que pueden tener los vecinos es que ahora está todo atado para que por fin empiecen las obras», indica el tercer teniente de alcalde. En este mismo barrio también está finalizando la tramitación de la nueva zona deportiva, cerca de Violant d’Hongria.
Tres proyectos en Ponent
En la zona de Ponent estos días empezaban a llegar los primeros árboles para la nueva plaza verde de La Granja, lo que permitirá generar una barrera acústica entre la T-11 y el Institut Torreforta. En total se plantarán 313 árboles y se generará un entorno con bancos, un sendero de jabre y una fuente, para que los alumnos del centro y los vecinos puedan disfrutar de esta nueva zona boscosa.
A escasos metros de este punto se encuentra otro de los ámbitos de esta ruta de las obras. Afecta a los barrios de L’Albada, Parc Riu Clar y La Floresta, donde se generará un parque multideportivo. «Tenemos el dinero y el proyecto que está a contratación, por lo que estamos a la espera que su licitación», afirma Puig.
Una fase por detrás va la mejora del descampado junto al campo de fútbol de La Floresta. En este caso, el Ayuntamiento y los vecinos están negociando un cambio en la intervención que se había previsto para evitar la escasa iluminación y que se genere barro cada vez que llueve. «Se concretó la pavimentación de todo el espacio, pero no acaba de convencernos que mientras en todas partes estamos haciendo parkings disuasorios blandos aquí lo estemos haciendo en plan ochentero, todo pavimentado y que sea un abrasador en verano», indica Puig. La propuesta que está acabándose de cerrar busca utilizar un material más blando, como es el tot-u, que drena cuando llueve, sin generar barro. «Esto, aplanando la parcela y con árboles, nos permite generar puntos verdes con sombras lo que nos permite resolver el mismo problema sin hacer una intervención tan antigua y más coherente con todo lo que hacemos», dice.
En un par de semanas se prevé que acabe de estar definitivamente acabada la redacción de un proyecto que supondrá una inversión de 300.000 euros.
Este recorrido vuelve de nuevo hacia el centro. En este caso, a la calle Orosi donde «bastante antes de las elecciones» se prevé que empiecen las obras de mejora de esta vía, que dignificará una de las entradas a la ciudad. En este caso para los usuarios de la estación de trenes.
La actuación permitirá generar una plataforma única, restringiendo el acceso al tráfico rodado en el tramo más próximo a Apodaca, y se plantará vegetación. En definitiva, un proyecto que comparte ciertos rasgos con la transformación de Canyelles y que es el modelo que también quiere reproducirse en el Serrallo, donde se avanzará hacia la peatonalización del barrio, con la remodelación de las calles Sant Pere y Gravina. «La filosofía es similar, con plataforma única y soterramiento de los servicios, lo que nos dice que esta calle es para los vecinos», apunta el concejal de Territori. Puig añade que «seguramente lo que haremos será poner unas horas para la carga y descarga y la compra, que puedan pasar los vecinos y restauradores». Las obras se financiarán con los Next Generation, lo que obliga a que estén acabadas en 2025. De momento, los proyectos están redactados y se espera que empiecen este año.
También en materia de movilidad está la renovación de las calles López Peláez y Maria Cristina, además de la ampliación del parking de Torroja y el nuevo disuasorio de Guillem Oliver.