El Descendiment de la Creu, el paso que espera paciente su reparación
La congregación vive una Setmana Santa atípica, con la ausencia de un ‘misteri’ icónico del Viernes Santo
Por las puertas de la iglesia de Sant Agustí entra el paso de la Oració a L’Hort. Los miembros de la Associació La Salle están trabajando en ella. La ponen a punto de cara a una Semana Santa que será intensa para los miembros de la congregación. Lo limpian y lo preparan para la exposición de pasos, y para las salidas de miércoles y viernes.
Mientras La Salle pone a punto el paso para esta Semana Santa, Jordi Folch i Àngel Vicient, presidente y responsable de los portadores de la Reial Congregació del Venerat Cos de Jesucrist en el Descendiment de la Creu, miran con una mezcla de pena y esperanza el misteri de su congregación.
Este 2023, por primera vez desde su construcción en 1953, no saldrá en procesión en Viernes Santo. En 2022, en la primera procesión tras la pandemia, sufrió un accidente que provocó una seria avería. Àngel Vicient relata qué paso. «Fue en la Baixada Misericòrdia. El ‘misteri’ se inclinó en exceso y en un badén se desequilibró».
Con la fuerza de los portantes, así como con la ayuda de más gente, se consiguió parar un vehículo de más de 1.700 kilogramos de peso. Esto obligó a la congregación a aparcar el ‘misteri’ en la iglesia de Sant Agustí, dónde descansa aguardando su reparación.
Su ausencia va a ser notoria por distintos motivos, pero la principal es por lo notable de la situación. Sin contar los tiempos de la Segunda República, será la primera vez, desde 1913, que uno de los pasos que salen en Viernes Santo no recorrerá las calles de la ciudad.
Ni siquiera en momentos de baja participación, como en la década de 1970.
La del Descendiment de la Creu es la congregación más pequeña de entre las que forman parte de la Semana Santa tarraconense, con alrededor de 200 miembros, de los cuales unos 60 salen a las calles cada Viernes Santo. Es un duro golpe. Y también para la banda que, con la ausencia del ‘misteri’, tampoco saldrán con los instrumentos para acompañar a la congregación.
Y todo esto en el año en que la entidad conmemora sus 75 años de vida. «El sentimiento en la cofradía es de decepción», explica Folch. Aunque este “contratiempo” no ha evitado que se celebren otras actividades relacionadas con este aniversario.
Ahora, el paso descansa. Lo que no significa que no tenga protagonismo en esta Semana Santa. El presidente de la congregación anuncia que «Los armats realizarán el acatamiento dentro de la iglesia, delante del ‘misteri’». Según Folch, «será la primera vez que los armats entren a una iglesia a realizar este evento. Moveremos los asientos de Sant Agustí para hacer espacio». Una reverencia simbólica, para un momento verdaderamente atípico.
Una reparación costosa
La reparación de un paso no es algo que se pueda tomar a la ligera. Al fin y al cabo, el encargado de realizar el trabajo se enfrenta a una tarea que implica también la seguridad y protección de una obra de arte.
La parte interna del ‘misteri’ es una estructura metálica con un volante, frenos y ruedas, en la que dentro se sitúa un miembro de la congregación. Esta estructura es la que debe ser reemplazada y reforzada para velar por la seguridad del elemento.
El cap de portants de la congregación, Àngel Vicient, explica que, según el estudio que se ha realizado, «la reparación principal es poner un tope para limitar la inclinación». Según el ingeniero encargado del estudio, el centro de gravedad del ‘misteri’ está muy elevado y eso afecta a la estabilidad.
En este sentido, según explica Vicient, una de las posibles soluciones sería ampliar el eje de las ruedas. También incorporar un sistema de doble frenado, para reforzar la seguridad y evitar que pase algo como lo que sucedió el último Viernes Santo.
No es solo una tarea complicada. También es notablemente costosa. La congregación estima en 25.000 euros los costes de reparación del ‘misteri’. Y no es algo que se pueda dejar en manos de cualquiera.
«Hemos hablado con profesionales de fuera de Catalunya, especializados en este tipo de tareas», confiesa el presidente de la congregación. En concreto, parece ser que han encontrado la solución en Horche (Guadalajara), en una empresa que se dedica a estas reparaciones.
Aunque, por desgracia, el dinero no crece en los árboles. Desde la congregación aseguran haberse reunido con la Diputació, el Ajuntament y el Port de Tarragona. Aún no tienen el dinero, ni hay nada en firme, pero el presidente explica que las entidades parecen coincidir en qué no hay nada de que preocuparse. Folch también lo tiene claro: en 2024, el paso volverá a salir por Viernes Santo.
En este sentido, el presidente asegura que, una vez se haya solventado esta situación, se realizarán actos de celebración y de presentación del ‘misteri’.
Desde la congregación confían que a partir del 20 de abril se empiece a desmontar la estructura y que el chasis sea enviado a reparar. Las figuras que forman el Descendiment de la Creu se quedarán en la iglesia, en una estructura dónde ahora está el paso. Un ‘misteri’ que, por el momento, aguarda en dique seco. El año que viene, volverá a desfilar. Al menos esta es la voluntad y el deseo de todos los miembros de la congregación.